Habitación de Remus y Nymphadora

Algunos profesores dormían en Hogwarts ya que se les pagaba la pension con ello, el caso de mi persona no era asi, gracias a los polvos flu acudía cada noche tras corregir exámenes o deberes, preparar materia, o días que no tuviera que hacer rondas, acudir a la acogida casa que se podía llamar hogar, cuando atravesé la chimenea de nuestro hogar donde Teddy había dicho sus primeras palabras, dado sus primeros pasos, tenía en torno a mi mano el llamado ‘El Profeta’ semi arrugado y enrollado, me encamine a mi cuarto para desvestirme sin atender a los elfos domésticos con su tarea, aquello debía decirme que Nym estaba en casa. La puerta la abri lentamente y observar lo cierto de mis suposiciones, mientras me acercaba a al cama y tiraba el periódico al sofá mientras miraba a mi esposa. -Mira lo que a escrito tu hijo. Algo sobre nosotros.

Escuche unos pasos que iban por la casa, podría ser cualquiera, me quede allí tumbada intentando descansar un poco, desde lo ocurrido en Salem, era todo un poco movidito. Sabía que Remus estaba en Hogwarts, aquello me tranquilizaba sabiendo que no le iba a pasar nada. Escuche abrirse la puerta y mire quien era, vi que se trataba de Remus me puse de pie, mientras me acercaba al profeta que había tirado sobre el sofá-Lo se, lo leí, hay gente que cuchichea sobre ello. Abra que preguntarle haber quien dijo eso-Abrí el periódico para ver lo ponía ya que no lo pude ver del todo. Sabía que Remus trabaja en Hogwarts, y yo con los aurores, era un poco difícil el poder vernos, pero nos veíamos y no había esa supuesta crisis que decía en el profeta entre nosotros.

El periódico de ‘El Profeta’ estuvo por poco tiempo reposando en el sofá cuando Nymphadora se lo adjudico para echar un ojo por mi comentario al tiempo que expresaba aquello, ya lo había leído y su rostro no parecía reflejar ningún síntoma por ello, a que se debía, acaso no sabía a que nos tratábamos con esto, nuestro propio hijo sin saber que poner en su periódico añadiendo información de aquellos que le habían educado y criado, como traído al mundo. -Tenemos que ir a la Sede donde trabaja inmediatamente a hablar con el.

Alce la vista del profeta dejándolo en el sofá otra vez.-Estoy de acuerdo contigo, pero quien nos asegura que fue el quien puso ese artículo? Es nuestro hijo, no creo que fuese capaz de poner esto sobre sus padres-Me acerque a Remus y le cogí de las manos, intentando darle un poco de tranquilidad, en cuando Teddy llegase a casa iba a hablar con él como su madre y saber por que ese artículo.-En cuanto Teddy llegue a casa hablamos los dos con él, creo que no es idóneo que nos vea todo el profeta para ir a hablar con su hijo y que nos de una explicación-Esperaba que me entendiese, no quería que nuestro hijo lo pasara mal al ver a sus padres pidiendo explicaciones y seguramente echando alguna broma.

Al fin y al cabo nuestro hijo era el director de ‘El Profeta’ y ante el debían pasar cada artículo para afirmar y afianzar su publicación en el próximo número que saliera a la venta en el mercado mágico y sus lectores, sabia de sobra aquello, aunque su madre Nym parecía errada con ello, sacarla de aquell error podría ser mi motivación o no. -En ello también tienes razón, no debe ser grato que tus padres acudan a tu centro de trabajo para montarlo, pero debes acertar que el artículo se las trae. La miraba mientras decía aquello. -Cómo crees que salió ese rumor nym?

Sí o sí tendría que hablar con mi hijo lo antes posible, conocía a Remus, si este hablaba con él igual se enfadaría con su hijo y no sabría lo que le pasaría. Escuche lo que dijo-Lo se, que supuestamente tu y yo tenemos crisis matrimonial solo por que no nos veamos como antes?-Suspire, aquello si que era un poco extraño pero bueno. Escuche su pregunta y me quede un rato pensativa-No se como ha podido salir ese rumor, tú y yo solo nos vemos aquí, exceptuando si tenemos alguno que trabajar. Tiene que ser alguien que intente hacernos daño u otra cosa. ¿Tú que crees?-Le mire a los ojos, esperando su respuesta.

Crisis matrimonial, de aquello se referia el profeta, un periódico mágico en el que nuestro único hijo, el primogénito, había publicado en la sede donde trabajaba como director, realmente era algo que no se pasaría por alto, no. -habrá que hacer algo para que perciban que esa crisis matrimonial es solo palabrería, no crees? Comente sin siquiera sugerir nada, ya que aún ni sabía cómo se podría hacer aquello y que los rumores de ello desaparecieran como de la noche a la mañana. -Teddy debe saberlo, cuando llegue a casa tendrá que dar muchas explicaciones.
Si es que llega, el vive en un apartamento lejos de aquí, ya es mayor.

Me quede un rato en silencio pensando lo que dijo Remus, demostrar que no es cierto que no sigamos juntos como antes, aquello iba a ser un poco difícil pero alguna manera habría de conseguirlo eso seguro-Tiene razón, alguna manera tiene que haber para demostrar que no ocurre nada entre nosotros-Le sonreí, escuchando lo que dijo después asintiendo con la cabeza-Sí habrá que hablar con él y que vigile un poco más los artículos del profeta-Le mire un rato, para luego alejarme e irme hasta la ventana, mirando el exterior-¿Qué tal tu día como profesor?-Era mejor cambiar de tema y pensar en otra cosa, aquello del profeta seguiría más adelante cuando pasara Teddy por casa ha pasar unos días, a visitar o a lo que quisiera.

Me deshice de la cazadora marrón oscuro que tenía puesta en aquel momento para tenderla encima del sofá donde primeramente había tirado aquel periódico que había cogido Nymphadora para acercarme al borde de la cama donde me senté y empecé a desabrocharme los cordones de los zapatos que aquel día había llevado desde por la mañana. -Como lo demostrarías? No la miraba mientras terminaba de desatármelos y me quitaba los zapatos para meterlos bajo la cama al terminar, recostando mi espalda en el colchón dejando mis pies en contacto con el suelo, cansado, así me encontraba. -Agotador, nunca pensé que sería así ser profesor... Cierto era, coloque una de mis manos en mi cabello y empecé a jugar con el mientras cerré mis ojos por unos segundos para intentar descansar. -Como fue el tuyo, Nym?

Escuche algo caer en el sofá y luego escuchar la cama, escuchando después el día de Remus en el colegio, para escuchar su pregunta, suspire-Desde lo ocurrido en el cementerio que hay aquí en Salem, todo sigue igual, lo único que más vigilancia.-Me gire para ver que lo que había caído en el sofá era la cazadora que llevaba puesta Remus, y que este se había tumbado en la cama después de quitarse las botas. Me acerque a la cama y me senté en el borde, mientras no paraba de dar vueltas a la primera pregunta-No lo se, no se como se podría demostrar a todo el mundo que tu y yo estamos bien y que no ocurre nada malo-Le mire a Remus, solía tener buenas ideas a cosas como estas. En el pasado costo bastante que ambos terminásemos juntos, pero al final nos casamos y luego vino nuestro hijo Teddy, pero aquello no nos separo en ningún momento.

-Que ocurrio en el cementerio? Pregunte por un refrescamiento de memoria, por hablar de algo, aunque posiblemente seria un tema demasiado cansado y monotono para ella, yo no pertenecía al cuerpo de Aurores del Ministerio, en cambio ella si. -Realmente no sabes como demostrarlo o te da miedo sugerirlo, Nym? Acuse con mis palabras mientras lo único que mis ojos observaban era la oscuridad que proporcionaban mis parpados al estar cerrados, tan solo escuchando mi voz y la de Nymphadora cuando hablábamos.

-Nos informaron a los aurores para ir, así que eso hicimos, pero terminaron los mortifagos llendo a por los aurores que había alli, entre ellos nuestro hijo. Aparecimos Alicia y yo a tiempo de poder echar una mano, sino no se que le hubiese pasado a nuestro hijo y si algo malo le hubiese ocurrido nunca me lo hubiese perdonado-Desvié la mirada hacía la ventana.
Escuche lo que dijo y le cogí de la mano-La vez anterior fue con el embarazo de Teddy, nos terminamos uniendo ahora a dia de hoy no se como conseguir que se den cuenta de que eso es mentira

La relajación era uno de mis puntos fuertes, podía disminuir mi estado cardiaco cuando deseara, algo que con el tiempo había perfeccionado asta aquel punto por la condición en la que me tocaba convivir, claramente hablando de la Licantropía, antiguamente aquello impedía que tuviera control sobre la transformación, pero aquello fue años atrás, demasiados, ahora podía tener totalmente control sobre mis acciones gracias a la concentración, aquello también me ayudaba en momentos que necesitaba serenarme y tranquilizarme para no romper el mobiliario que me rodeara, por aquello me encontraba boca arriba en nuestra cama, una cama que había pasado de todo en ella, como el inicio de la existencia del director de el Profeta, nuestro hijo, el que dejaba que aquello saliera en su propio periódico. -Ninguna baja importante en ambos bandos? Aunque bueno, sabiendo que la sangre de mi sangre estaba en condiciones no debía preocuparme demasiado, temas de Aurores y Mortifagos era competencia de el Ministerio y Azkaban, información secreta para ellos, aunque yo estuviera casado con una Auror, aun cuando fuera su esposo, en teoría era información catalogada para no ser expuesta a civiles, ya que eso era yo, un civil.. -Eso da a entender que lo que sucedió y funciono en el pasado, puede funcionar en el futuro o presente, me equivoco? Pero el asunto no era hacer algo en concreto para que la gente pensara que la relación fuera bien en curso, a decir verdad la opinión publica era algo que no me interesaba, solo el hecho de que fuera publicado por nuestro hijo era lo que me molestaba sobre aquello. -Teddy será.. Recompensado, por decirlo asi, al dejar salir aquel articulo. Hablando de ello como dejarlo salir a la venta con el periódico matinal

Mire a Remus cuando dijo aquello, no sabía como actuar o ni siquiera que hacer. Me puse de pie y me comencé a pasear por el cuarto mientras cruzaba los brazos en mi pecho-En el pasado fuiste un auror, sera ahora un civil pero sabes muchas cosas sobre aurores del pasado que cualquier persona se podría imaginar.-No decidí contestar sobre la respuesta de las bajas, de nuestra parte, que yo supiese, no había bajas, de los mortifagos sí, se habían cogido a los que estaban en el lugar. Escuche lo que dijo y le mire-Si te refieres a un embarazo, a un nuevo hijo o hija en la familia podría hacerse callar todo lo que dicen de nosotros-Me gire y mire a Remus cuando dijo aquello y suspire-Creo que ese día estare yo contigo para intentar pararte a tiempo de que ocurra algo malo, os quiero a los dos, tu como mi marido y él como mi hijo, no quiero que a las dos personas que más quiero se enfrente entre ellos.-Me senté otra vez a su lado y le cogí la mano mientras le pasaba una de las manos por el antebrazo.

Debía dejar de hablar sobre aquel tema de aurores y mortifagos, cierto era que poseía información de aurores, ciertamente también de mortifagos, pero no porque estuviera entre alguno de ellos, sino por la información que se nos daba en la orden del fénix, algo a lo que habíamos pertenecido anteriormente por mucho tiempo, algo que aun existía, pero bastante inactivo por la paz reinante en el mundo mágico actual, una paz que a veces los mortifagos rompían en añicos como si de un cristal se tratara, pero me encontraba en casa, deseaba armonía y descanso, aunque hablar del trabajo a veces desestresa, aquel momento no era el idóneo. -Cierta lo que digan o no de nosotros es algo sin importancia, solo me irrita el hecho de que el causante de que se difunda dicha falsa información sea alguien de nuestra propia sangre. Aun mi cuerpo estaba reposando boca arriba en la cama en la que me encontraba, en aquel cuarto en al que ambos estábamos hablando, aun cuando yo me encontraba con la vista tapada con mis parpados caídos. -No matare a mi propio hijo, si es eso lo que temes. En aquel momento que note el hundimiento de la cama, supe que se había sentado a mi lado, su tacto en mi mano, mi antebrazo.. algo que apenas duro cuando bruscamente mis ojos se abrieron, por una milésima cegados por el cambio de luminosidad, agarre con una de mis manos la suya al momento que con un ágil movimiento, levantándome mientras empujaba a aquella que era mi esposa hacia la cama, tumbándola y me ponía encima de ella, cada pierna, rodilla, al lado suyo, mirándola curiosamente, acercando mi rostro al de ella. -Me ha parecido escuchar antes que no tendrías reparos en que tuviéramos un segundo hijo...Comencé a hablar, aunque yo no tendría un hijo por lo que la gente hablara, sino por los sentimientos que ambos nos procesábamos.

Mire un momento hacia la puerta mientras escuchaba lo que decía-Cuando se hable con él sabremos que paso exactamente y quien puso esa noticia, aparte de echarle la respectiva bronca por no fijarse en que se había publicado-Le mire, aunque seguía con los ojos cerrados, cuando dijo que mataría a nuestro hijo-Se que no le mataras, pero para que no se llegué mucho a las manos, eso es lo que quiero evitar.-Seguí acariciando su antebrazo, pero aquello no había durado mucho, terminando tumbada y él estando encima mio, le mantuve la mirada, mientras poco a poco se iba acercando nuestros rostros. Escuche lo que dije y le sonrei-Sí, no me importaría tener otro hijo o hija contigo. Nuestro segundo bebe, si es que tu quieres claro-Le quería, le quería por quien era, por como era, y no por lo que se decía.

El tema con nuestro hijo, Ted Lupin, seria solucionado mas tarde cuando le diera por acudir a casa de sus padres, ya que el mismo vivia hacia tiempo en su propio apartamento, o era casa? A veces eran confundidas por mi mente acumulada con tanta tarea, pero la tarea actual en mente era de relajación y.. tal vez alguna otra cosa, cuando termine encima de Nymphadora, mi esposa, diciéndola esas palabras entre mis labios mientras posaba mi vista en ella al decirlas. -Ya sabes lo que quiero Nymphadora.. Susurre mientras pose uno de mis dedos en sus labios para deslizarlo lentamente ahcia abajo, recorriendo su barbilla.. menton.. Cuello.. Llegando a su camisa, acariciando aquellos botones que la sujetaban. -A ti.

Observe a Remus, encima mio, notando uno de sus dedos, pasando por mis labios, bajando por la barbilla, mentón, cuello hasta terminar en uno de los botones de la camisa, mientras escuchaba lo que decía, no pude evitar morderme el labio inferior. Desvié la mirada un momento, siempre me pasaba lo mismo, me ponía roja cuando Remus me decía eso, ya sabía como era, pero me daba vergüenza mirarle cuando este me veía de aquella manera.
Le mire y le sonreí-Sabes que me tienes solo para ti, cuando tú quieras-Le di un corto beso en los labios, mientras le observaba, mirándole a los ojos. Esperaba que nadie nos fuese a molestar sino se acordaría de quien era, bueno aunque ya sabían los elfos que cuando Remus y yo estuviésemos en nuestra habitación, estábamos a lo nuestro, normalmente descansando ya que nuestros trabajadores son agotadores.

De alguna forma, sus reacciones era lo que de ella me encantaba, el paso del tiempo no había hecho cambiarlo y era algo de agradecer, cuando tras mis palabras percibí su sonrojo, cuando termine de jugar de entre mis dedos con aquel botón de su camisa, optando por desabrocharlo y mostrar una porción de su piel que anteriormente estaba oculta por la tela, pero el destino allí no se detendría, menos aquella mano que le gustaba desabrochar botones, porque el botón inferior llevo el mismo destino que el anterior, para aquella vez al desabrocharlo mostrar el braiser que aquel dia Nym se había puesto. -Hoy no dormiremos... Susurre tras aquel corto beso, tras estar a su lado al decirlas, siguiendo mi mano desabrochando aquellos botones hasta llegar al último y dejar que cada lado de la camisa se deslizara para mostrar el vientre de Nym y sus pechos cubiertos por su breiser. -Me pregunto que desencadenara mis acciones hoy.. Susurre pícaramente mientras aquella misma mano se posaba en sus pechos, para oprimirlos levemente.

Remus siguió desabrochando los botones de la camisa hasta que la camisa se quedo a cada uno de los lados, dejando mostrar la parte superior. La mano que había desabrochado los botones de la camisa se poso en uno de los pechos sobre el sujetador. En ningún momento desvié la mirada de la de Remus, una de mis manos estaba en su mejilla, mientras el pulgar hacía el recorrido de sus labios, mientras escuchaba lo que decía-Pero sera una de las mejores noches para los dos-Al escuchar aquello ultimo una sonrisa surco mi rostro-No se, podríamos descubrirlo-Me gustaba ver a Remus de esa manera. Mis labios se juntaron con los de Remus, comenzando un beso.

Al tacto de Nymphadora en mi rostro, dibuje una media sonrisa hacia sus palabras, siempre me entendía, a la primera, era una mujer a la cual no había que decirla las cosas dos veces, algo que me encantaba de ella, aparte de muchas otras cosas. -Sin duda, y no hay nadie en casa que le pueda molestar.. Ciertos gritos. En la última palabra entrecerré los ojos como los labios pícaramente cuando las últimas palabras de Nymphadora llegaron a mis oídos, para acallar mis labios que empezaban a pronunciar una frase con un húmedo beso con ella, retire aquella mano que había estado apretando su pecho para que mi cuerpo se pegara más con el suyo, pero aquella mano tubo trabajo, ya que se coló tras la camisa desabrochada, entre ella y el cuerpo de Nymphadora buscando en su espalda el broche de aquel sujetador, un broche que encontró y tardo en quitar, mientras en el beso sus lenguas recién se encontraban, pero en el momento que mis dedos quitaron la fijación del broche dejando el sujetados como los pechos de ella sueltos, mi beso empezó a tomar un cáliz más enérgico, agresivo, apasionado.

Escuche lo que dijo- Es lo bueno de vivir solos -Su cueepo y el mio estaba uno cerca del otro. La mano que estaba ejerciendo presion en uno de mis pechos se paso por detras mio haciendo que soltase el sujetador y quitandome del todo el sujetador. Nuestros labios seguian juntos, mientras nuestras lenguas se unían. Comencé a desabrocharle la camisa poco a poco, para quitarle después la camisa. Hice que nos girasemos los dos y me quedase sobre él. Separe mis labios de los suyos, descendiendo por el cuello dandole cortos besos por el lugar, mientras mis manos se centraban en desabrocharle el pantalon y quitarselos dejandole en boxer.

Sus últimas palabras fueron acalladas por aquel beso para impedir que de la comisura de sus labios, su única precaución fuera el roce con los míos y no expresar silabas y vocales, tras desabrocharle el sujetador solo quedaba quitárselo por entero, quedaba ligeramente holgado, aun sin verlo, teniendo los ojos cerrados mientras continuaba aquel intenso beso que ella y yo acostumbrábamos a intercambiar, al unísono ella parecía desabrocharme cada uno de los botones de la camisa blanca que en aquel momento tenía puesta, frenética sus acciones, notando que cada uno fue desabrochado con rapidez, me preguntaba si habría arrancado alguno de cuajo, ya que alguien tirón se había sentido por ello. En aquel momento es cuando ambos nos giramos, dejándola encima de mí, el momento en que nada oprimía su cuerpo, con lo que aproveche para quitarla las dos prendas desabrochadas que había dejado, desapareciendo de su cuerpo su camisa.. y tras aquello su sujetador, dejándola totalmente desnuda de cintura hacia arriba, como yo me encontraba igualmente, tras tirar mi camisa a alguna parte del cuarto. Estire ligeramente el cuello, placer.. al notar sus carnosos labios recorriendo mi piel, mi cuello, mi pecho, llegando hacia mi ombligo, notando Allí como hacia presión en mi pantalón, seguramente quitándomelo, o intentándolo. Mis manos a la par se posaron en sus nalgas, oprimiéndolas ligeramente, para meter una de ellas bajo su pantalón mientras el otro buscaba la sujeción de el, para desabrocharlo y dejarlo medio caído, dejando ver su topa interior inferior, mordiéndome levemente un labio, deseándola.