PORCHE DE LA CASA

Despues de llegar a casa y recoger a mis pequeños que ya estan despiertos, me aparezco en el porche de la casa. Hago aparecer una gran manta que estiro en el suelo y unos juguetes de mis niños. Me siento sobre el suelo mirando hacia los lados un poco incomoda y tumbo a los niños sobre la manta, dandole un juguetito a cada uno de ellos para que se entretengan. Me siento en el suelo, sobre la manta y junto a ellos, jugando con uno y con otro de vez en cuando y diciendoles cositas. De vez en cuando les digo algo sobre su padre, que aun no los conoce y quiza tampoco haya recibido mis lechuzas pidiendole que venga urgentemente a casa, que le necesito conmigo. De pronto, una lluvia de recuerdos llega a mi mente, cosa que me hace temblar y comenzar a llorar. Los recuerdos felices junto a el son demasiado buenos como para olvidarlos y eso me hace emocionarme y si a eso le sumas dos razones que me recuerdan cada dia que el esta en cualquier parte...

- Quiero que vuelva, quiero que este con nosotros tres... Papa a veces es tonto y es malo con nosotros porque no viene a vernos. - le digo a Aileen como si pudiera entenderme, que me mira extrañada porque estoy llorando.

Basarab abrió la verja de la mansión Goss, había tenido que investigar un poco para saber donde se encontraba, había pasado mucho tiempo separado de Estrella, y había cambiado mucho, su mirada siempre brillante y sus labios siempre sonrientes estaban ligeramente mas apagados de lo normal, tenía una pequeña cicatriz en la mejilla que no había querido eliminar de su rostro porque la quería conservar como recordatorio.

Se dirigía al porche, cuando notó movimiento en el, el tiempo que había pasado fuera le había echo mas observador, ahora siempre iba atento aunque pareciera distraído, y allí en ese porche los vio, jugando en una manta, con su madre, se miró las manos, el tiempo que había pasado, lo que había tenido que hacer con ellas, sabía que ya no volvería a ser un estudiante, y las dudas sobre que podría pasar al acercarse le atormentaban, pero Estrella no se merecía eso, no se merecía a ese Basarab, se merecía al Basarab de siempre, al que no dudaba en sonreír, al que era tan niño como aquellos que estaban en la manta...

Tras pensar un segundo y haciendo gala de el sigilo propio de un ladrón dio un rodeo para que no le vieran y se acercó a Estrella por detrás, tapando sus ojos al llegar hasta ella, con mucha suavidad, no esperaba asustarla, los niños le miraban con caras de curiosidad mientras hacía eso, pero Estrella parecía estar abstracta en sus pensamientos y no se dio cuenta de la llegada de Basarab

Con la voz quebrada, y algo ronca lo único que pudo articular fue un:

-¿Quien soy?

Mientras estoy con mis dos pequeños, jugueteando, alguien llega, pero yo no me doy ni cuenta hasta que me tapa los ojos con sus manos, algo asperas ahora y me habla con voz ronca. Me quedo en silencio unos instantes, sin reaccionar pero al final reacciono empujando a esa persona hacia atras para librarme de sus manos y ponerme entre el o lo que sea y mis dos pequeños. Cuando me doy la vuelta veo a Vladimir y le sonrio de manera tierna y en silencio y tras darle un pequeño beso me quito del medio para que pueda ver a sus dos niños y pueda cogerlos y tocarlos.

- Hebeis visto quien ha venido? Ha venido papa... - digo en un susurro, mirando a los pequeños, que miran a Vladimir de manera curiosa.

Luego me giro hacia el y le pregunto:

- Has visto que dos cositas mas bonitas hemos hecho? Has visto a mi hombrecito y a mi princesita?

Basarab se dejó apartar suavemente por el empujón de Estrella, como suponía, la había asustado aunque fuera un poco, al oir lo que decía Estrella a los pequeños no pudo evitar que los ojos se le empañaran en lágrimas y casi sin poder hablar dijo:

-Si no los tuviera delante... aun no me creería que este sucio gitano ha podido tener algo que ver con estas dos criaturas tan maravillosas

Se pasó las manos por la cabeza, que ahora a pesar de su juventud lucía ligeras betas blancas, y no pudo decir nada mas aparte de:

-He vuelto... y querría quedarme y no volver a irme jamás...

Erlend estira los bracitos hacia su padre, tirando su juguetito como si quisiera que lo cogiera como si reconociera su voz de cuando estaba en mi vientre y me hace sonreir ampliamente. Cojo a Aileen en brazos, que es mas asustadiza y dejo que Vladimir coja a su hijo. Le miro a los ojos con ilusion, aceptando que se quede aqui, con nosotros.

- Papa se va ha quedar con nosotros chicos. Y como se marche de nuevo le vamos a pegar una patada cada uno, por malo... - digo en broma.

Luego escucho sus malas palabras hacia si mismo y le digo acariciando su mejilla:

- No eres sucio, Vladimir. Solo te fuiste. Tus hijos estuvieron sin su padre un tiempo, pero ahora estas aqui y mas te vale ejercer bien de padre y cuidar bien de tus pequeñuelos... Te quiero, gitano o no, por eso te espere todo este tiempo. Aparte de que no tengo tiempo para estar con otros hombres. El colegio y los niños consumen todo mi tiempo y no necesito a ningun otro que no seas tu. Quiero que el padre de mis hijos sea el que este siempre con nosotros. Jamas permitiria que otro que no fueras tu cuidara de Aileen y Erlend.

Basarab cogió con cuidado al pequeño Erlend como si fuera a romperse si lo tocaba mal, escuchaba lo que decía Estrella pero esta vez si que estaba completamente ausente, mirando al pequeño, viendo lo que se había perdido, sabiendo que lo que tenía entre sus brazos era el mayor tesoro que pudiera haber pedido jamás, así con un tono de voz que no usaba desde hacía mucho tiempo, un tono de voz ausente y relajado dijo:

-Ahá... esto... Estrella... ¿Decías algo? Creo que este tiene sangre de Veela o algo así porque me ha dejado embobado- dijo riéndose suavemente y sin apartar la vista del todo de el

Miro a mi niño en brazos de su padre, que parece ser que cree que su hijo se le va a romper y le hago una pequeña carantoña con cariño, a la que Erlend responde con una risita risueña. Aileen comienza a llorar hambrienta y cierro los ojos con un poco de vergüenza. Saco el pecho avergonzada y sonrojada acercando a Aileen y ayudandola para que coma. Rio ante los momentos de ausencia de Vladimir quedandome un poco idiotizada, mirandole con cariño.

- No se va a romper, Vladimir. Si lo hubieras visto el dia que nacio... Tan chiquitin... Lo que pasa es que mi hombrecito es tan guapo como su papa y nos tiene a todos locos. - murmuro y me acerco a Vladiumir para darle un largo beso en los labios.

Al separarme de el, me concentro en que mi niña coma, haciendole algun cariñitos de vez en cuando.

Basarab escuchó como Estrella bromeaba aliviado, las cosas estaban sucediendo de manera totalmente distinta a como las esperaba, Estrella seguía amándole, le recibía con los brazos abiertos a una vida nueva, recibió el beso de labios de Estrella y sintió que su corazón, el cual tubo que recubrir con una capa de hielo, se derretía en tan solo un instante, respiró hondo, como si no acabara de creer lo que estaba sucediendo a su alrededor y volvió a mirar al pequeño mientras Estrella amamantaba a Aileen

-Es tan pequeño... - las lágrimas volvían a empañar sus ojos y parpadeó rapidamente para espantarlas diciendo- pero no es tiempo para lágrimas, ¿a quien se le ocurre llorar el día que se ha convertido en el día mas maravilloso de su vida? -añadió con una sonrisa sincera

Aileen termina de comer y simplemente aparta su boquita de mi pecho. La dejo sobre la manta con su muñequito y guardo de nuevo mi pecho. Me quedo largo rato en silencio jugueteando con mi pequeña, dandole algun que otro besito y mirando a los dos hombres de mi vida de reojo, tranquila de que mi hombre este ya aqui, en casa. Comienza a hacer frio y murmuro:

- Entramos en casa? Empieza a hacer frio y no quiero que mis hijos se pongan enfermos.

Mientras voy recogiendo las cosas y a mi niña, que hace ruiditos con la boca. SImplemente le rio la gracia y le doy un besito en su pequeña frente. Espero en pie a que Vladimir se decida a levantarse y a entrar conmigo. Cuando lo hace, le agarro del brazo para entrar en nuestro hogar, diciendole con ternura:

- Sabes que te amo verdad?

Basarab se levantó cuando Estrella dijo de entrar en casa y cuando oyó lo que decía dijo:

-Si no lo hubiera sabido, todo lo que he echo no habría valido para nada, gracias Estrella, no sabes cuanto te agradezco todo esto

Dijo mientras la acompañaba del brazo a dentro de la casa

Llego con Erlend y Aileen al porche, con una amplia sonrisa en los labios, feliz de que poco a poco vayan creciendo. Al llegar, estiro una mantita sobre el suelo y tras hacer aparecer unos cuantos juguetitos de los niños y tras sentarlos a ellos sobre la manta me siento yo sobre la manta, observandolos atentamente y jugueteando con ellos de vez en cuando, haciendoles alguna carantoña o algun gesto cariños, mientras ellos se entretienen jugando.

AL final salgo de alli con ambos niños.