Zona prohibida de la biblioteca

Llego a la zona prohibida de la biblioteca, en la que solo podemos entrar loas profesores, pero que se ha abierto única y exclusivamente para hacer la segunda prueba del campeonato de los tres magos. Menos mal que luego será cerrada de nuevo y nadie, nadie, salvo profesores y personal del colegio, volverá a entrar en ella. Creo que soy la primera en llegar por lo que esperaré a que lleguen los demás.

Había llegado el día, estaba nerviosa, más nerviosa que lo que se puede estar para un examen de final de curso. Intente tranquilizarme antes de salir de la sala común, pero lo que conseguía era ponerme más nerviosa todavía. Al salir de la sala común todos se pusieron a felicitarme y animarme en la prueba. Llegué al lugar, se trataba a la zona prohibida de la biblioteca, que había sido abierta para aquella segunda prueba.
Ya estaban los profesores en el lugar, me dieron las indicaciones y escuche a otro profesor-Lo estoy, cuando queráis comienzo-Saque la varita, la iba a tener a mano, para lo que fuese a ocurrir.

Tardé menos de lo que esperaba en llegar a Hogwarts. Me habían pedido que fuera enfermera hasta que terminara el torneo. Cuando llegué a las puertas de Hogwarts se me pasó la vida ante mis ojos y cuando me di cuenta ya estaba subiendo por las escaleras. Cuando subí las últimas escaleras que quedaban tuve que parar a un alumno para que me guiase a la biblioteca y le di de forma disimulada algunos galeones de recompensa por su ayuda. Abrí la puerta sin hacer ruido y me dispuse a ir donde los profesores para verlos a todos. Sonreí levemente y miré a la concursante, una Slytherin. - Ten mucho cuidado pero que sepas que pase lo que pase serás bien tratada. - dije con tranquilidad ya que esperaba que no pasara nada. Miré a mi alrededor y divisé a la directora a la que mandé una sonrisa cortés. Esperaba que este torneo fuera bien.

Llego la enfermera de Hogwarts, asentí a lo que dijo, ya comenzarón a llegar alumnos al lugar, aquello me puso todavía más nerviosa. Intente tranquilizarme. Escuche a un profesor para poder salir del lugar sin terminar la prueba el hechizo que tenía que realizar. Intentaría evitar aquello y terminar la prueba para que Hogwarts estuviese más adelantado que los participantes de los otros colegios, aunque igual no conseguía nada.
Entre a la parte prohibida de la biblioteca y cuando estaba dentro la puerta se cerró, mientras unos armarios tapaban la salida. Escuchaba a los libros hablando para que los abriese, todo estaba en oscuridad así que encendí la punta de la varita-LUMUS-La punta de la varita se encendió y comencé a buscar aquellos libros que tuviesen el lomo rojo. Encontré uno en la estantería enfrente a la entrada y lo saque con cuidado, mientras para después abrirlo, haber si era ese.

La competidora encendió una luz a través de su varita, pero no por ello los libros se silenciaron, sino que más motivos tuvieron para no quedarse silenciosos. La competidora enseguida encontró un libro, que era el primero que iba a tener en sus manos. Al abrir el libro las páginas estaban en blanco, pero al cabo de nada apareció una frase por si sola “Apartado de magia negra” Lo único que podía significar para la competidora era que se tenía que dirigir hacia ese apartado para encontrar la siguiente pista.

Mientras caminaba uno de los libros malditos comenzó a moverse violentamente de su estantería hasta que salió disparado hacia la competidora con una agresividad y violencia extremadamente exagerada.

El resto del camino sucedió con cierta normalidad a parte de ese acontecimiento un poco extraño. Al llegar al apartado de magia negra enseguida el libro con el lomo rojo se dejó a la vista. La competidora sin dudarlo fue hacia este y lo abrió pero este libro resultó ser un libro maldito que con su poder de transformarse se transformó en lo que la competidora buscaba… El libro al ser abierto una cara apareció de este y comenzó a gritar fuertemente, de repente todo paró… Suceso extraño ¿Habrá resuelto la competidora una maldición? Eso ahora mismo no era importante ya que tenía que buscar el libro que estaba escondido en algún lugar de ese pasillo de magia negra.

Off rol: jess soy mike, lo sientop or contestar tarde, lo puse en admi pero al parecer ninguno de los admis postearon antes y aproveche de que tenía tiempo para responderte yo, miraré a ver si alguien te responde U.u'' lo siento mucho de verdad, el rol lo puedes alargar todo lo que tu quieras >.< espero que me perdones de verdad >.<

Lei aquellas palabras que aparecieron entre las paginas blancas del libro que había encontrado. Me dirigí al lugar que el primer libro indicaba, pero durante el trayecto un libro se lanzo desde la estantería en mi dirección y me agache para esquivar aquel libro.

Seguí el camino hasta llegar a una de las estanterías de aquella sección y vi uno de los libros, lo abrí y una cara salio de una de sus paginas, el cual cerré con rapidez y comprobé que no se trataba del libro que estaba buscando, lo deje en su lugar y busque por toda la sección buscando el libro, alguna vez tenía que sacar algunos libros para ver si estaba detrás de ellos.

Después de varios minutos de un busqueda sin parar encontre el libro el cual quería encontrar, el de lomo rojo y lo abrí.


(Off rol: Tranquilo Mike no pasa nada. Mike estas perdonado, no ocurre nada, es más te agradezco que por parte el mensaje haya llegado tarde, asi tuve un poco más de tiempo para estudiar off rol XD
El tema de alargar el rol, vosotros los administradores decidis cuanto quereís alargarlo, ya que a mi me da igual, tengo dos semanas libres)

En las paginas del libro aparecieron las palabras "Almas Muertas", me dirigí a aquel lugar, pero antes comencé a escuchar unos pasos y una respiración acelerada, aquello me dejo los pelos de punta. Me gire para comprobar de que se trataba pero como si no hubiese nada desapareció aquella respiración y los pasos.
Fui a paso ligero hasta la sección de las "Almas Muertas", el libro estaba al final del todo el estante, pero cada vez que me iba acercando al lugar, los libres se dirigían en mi dirección. Alguno si me golpeo, otros los pude esquivar, alguno se posaba en mis manos para que los abriese,...
El avance era lento y dificultoso, cuanto más me acercaba más dificil era el avance a causa de que más libros obstaculizaban el trayecto. Pero al final alcance el libro y lo cogí con rapidez, antes de que un libro colindante saliese disparado a mis manos.

Un libro intentó quitar de las manos de la competidora el libro del lomo rojo, pero mala suerte de este libro que no lo consiguió con facilidad. El libro cuando se abrió mostró de nuevo como en los anteriores la siguiente clave para buscar el último libro que tocaba de pistas, pero este no se lo iba a poner fácil ya que era una adivinanza y tenía que encontrar ella el lugar. “Allí donde las lenguas mal hablan con intenciones del diablo” para que la competidora pudiera encontrar ese libro tenía que saber que era lo que quería decir esa frase y así saber el apartado en el que iban. Pero nadie ni nada prometieron que esto iba a ser ahora fácil. Los pasos se volvieron a escuchar de nuevo al igual que las respiraciones, pero estas mucho más cerca que antes, cada vez parecían sonar más de una esquina y comenzó a aparecer unos pies, para luego las piernas, el pecho y la cabeza desde la misma esquina, era el hombre de quien provenía esa respiración y esos pasos. Él sin dudarlo levantó su varita – petrificus totalus – intentó el hombre a lo fácil.

off: ahora al ser un duelo te dejo libertat para interpretar a ese personaje y destrozar la biblioteca si hace falta.

Leí aquella adivinanza, que apareció en el libro. Era difícil. Mientras buscaba con tranquilidad la respuesta a la adivinanza escuche unos pasos y una respiración, la misma que con anterioridad había escuchado, pero estaba estaba más cerca de mi posición, al girarme comprobé que era un hombre de mediana edad, escuche el hechizo que lanzo en mi dirección, en acto reflejo apunte con mi varita-PROTEGO-El hechizo funciono y el hechizo reboto y fue a parar contra una estantería de la cual los libros cayeron al suelo. Cerré el libro rojo y me aleje de ese pasillo para irme unos pasillos de estanterias más alejada de aquél hombre.
Aquello no funcionaba ya que me seguía, lanzando hechizos y los cuales iban a terminar en estanterías, algunos pasaban cerca mio.
Me quede arrinconada en una esquina, aquel hombre se acercaba a mi posición, con una sonrisa en la boca, ¿o más bien era una mueca?, bueno eso daba igual, ya que acaba de alzar la varita y apuntar en mi dirección. Dos palabras pasaron por mi cabeza-Hechizos oscuros-Aquello quería decir la respuesta a la adivinanza, pero el único lugar que estaba un libro en relación a Hechizos Oscuros, era en la otra punta de la zona prohibida y tenía que pasar cerca de aquel hombre.
Apunte a una estantería-BOMBARDA-El hechizo funciono y la estantería estallo haciendo que los libros cayesen sobre aquel hombre, tiempo suficiente como para despistarlo. Pase corriendo a su lado y me dirigí hacia la otra punta de la zona prohibida, pero si antes ir zigzagueando por todo el lugar, para despistar a aquel hombre que estaba en aquel lugar.
Llegué rápido hasta el lugar, y me puse a buscar el libro que tenía que buscar.

(Off: Ya lo he destruido un poco, no la voy a distruir mucho más que sino luego me toca recogerlo a mi (?) Es broma)

La competidora luchó un poco con el hombre después de esconderse para pensar rápidamente la solución de la adivinanza que no tardó tanto en descifrarlo. Enseguida salió corriendo inmovilizando al perseguidor Fue rápidamente al apartando de la biblioteca donde tocaba dejando atrás una destroza de la biblioteca juntamente al hombre que la perseguía. Al llegar a ese apartado ya no tenía que coger un libro de lomo rojo, sino que estaba a la clara vista el libro dorado, el libro que la iba a llevar a su victoria, pero la victoria no iba a estar tan cerca como ella pensaba aunque el libro dorado ya estuviera a la vista. Ya que ella otra parte del pasillo apareció el mismo hombre que al parecer se había conseguido recuperar del golpe mucho más antes de lo normal, esto no era nada común.

- Immobilus – le lanzó al a la competidora hacia los pies, lamentablemente no le llego – este libro es mío enana – dijo el hombre con furia mirando a la competidora con ojos llenos de rabia – expulso. – lamentablemente ese hechizo si que llegó a la competidora y la llevó lejos de él. El hombre cada vez se acercaba más y más al libro para tenerlo bajo su dominio.

Antes de llegar al libro dorado, aparecio el mismo hombre al que le había caido los libros sobre él. El primer hechizo no impacto. Escuche lo que dijo, para después un segundo hechizo impactar contra mi y lanzarme unos metros alejada de donde estaba al principio. Comencé a toser a causa del golpe. Alcé la vista hasta donde estaba aquel hombre, que poco a poco se acercaba al libro. No pensaba dejar que tocase ese libro. Me puse de pie y apunte con mi varita-DEPULSO-El hechizo no llego a darle, pero dio en una de las estanterías, justo era la estantería donde estaba el libro dorado. Todos los libros cayeron al suelo, el primero en caer fue el libro dorado y el resto de libros sepultaron el primero, aparte de algunos cachos de madera de las estanterías. No sabían como habían quedado los otros libros que habían caído del resto de estanterías, ya que algunas estanterías, aparte de aquella, se rompieron o cayeron algunos libros al suelo.-PETRIFICUS TOTALUS-El hechizo si resulto efectivo y dejo petrificado a aquel hombre. Me dirigí hacía el montón de libros y me puse a apartar los libros, en busca del libro dorado, pero sin dejar de observar a aquel hombre, ya que podría ocurrir que el hechizo no durase mucho.

El libro fue rápido de encontrar. Todo se ilumino, mientras se volvía a abrir las puertas. Suspire. Los profesores llegaron hasta donde estaba, observaron si tenía alguna herida, las cuales se curarían por si solas. Salí de la Zona Prohibida. La gente comenzó a aplaudir, muchos felicitaban, otros convencían para abrir el libro, el cual decidí abrir. Un chorro de agua, salio de su interior. Mire al resto de alumnos, no sabía que quería decir aquello.
No estuve mucho tiempo en aquel lugar, en cuanto tuve la oportunidad suficiente, me marche en dirección a la sala común, para dormir un rato.