JARDINES DE LA CASA

Nos aparecemos en los inmensos jardines de la casa cerca del lago. Un bonito lugar para pasear y desde donde se ven muchos de los terrenos y los lugares de la mansion. Me siento en el suelo cerca del agua, tras soltar la mano de Alex, dejandola libre para que investigue por si misma si es lo que asi quiere o por el contrario que me pida que se lo enseñe yo. O sino quedarnos aqui tan tranquilos observando todo desde aqui disfrutando de la compañia del otro.

Nos aparecemos en los inmensos jardines de la casa cerca del lago. Un bonito lugar para pasear y desde donde se ven muchos de los terrenos y los lugares de la mansion. Me siento en el suelo cerca del agua, tras soltar la mano de Alex, dejandola libre para que investigue por si misma si es lo que asi quiere o por el contrario que me pida que se lo enseñe yo. O sino quedarnos aqui tan tranquilos observando todo desde aqui disfrutando de la compañia del otro.

Alex se tira sobre mi con una sonrisa traviesa, a la que correspondo con ternura mientras caemos hacia atras. Cierro los ojos apoyando mi cabeza sobre la suya y jugueteando unos instantes con su pelo como cuando ella se quedaba distraida, cuando estabamos juntos hace una eternidad. Hace tanto tiempo que ya no importa lo que ocurrio antes pero si lo que ocurrira ahora. Beso sus labios rodeando su cintura con mis brazos y acariciando su espalda con una de mis manos.

= Que estuviste haciendo el tiempo que yo no estuve aqui? = le pregunto al separarnos.

Le escucho hablar teniendola sobre mi con una sonrisa. Me encanta escucharla hablar. Es como si su voz me hechizara. Me besa haciendo que nuestras lenguas jugueteen entre si, mientras mi corazon comienza a palpitar con mas fuerza y rapidez que nunca. Una de mis manos se escapa hasta su trasero acariciandolo con ternura y me quedo asi abrazado a el, feliz y contento, besandola de vez en cuando disfrutando de cada momento con ella. Saco mi varita del bolsillo del abrigo y llamo mentalmente a unas mantas que nos cubren, ya que hace bastante frio y no quiero que nos enfermemos ninguno de los dos. Tambien nos llega una cestita con una botella de champan frances y dos copas para poder tomarlo tranquilamente.

= Sabes donde esta esta casa? Que crees que nos hubiera pasado aqui en la Edad Media si nos vieran hacer magia? = pregunto sin dejar de abrazarla y guardando mi varita en el bolsillo.

Sonrio ampliamente quitandomela de encima delicadamente con una sonrisa divertida, dejandola tumbada bajo las mantas y sentandome para coger la botella de champagne. Abro la botella dejando escapar el corcho a lo lejos con una risa divertida. Siempre me pasa lo mismo, pienso para mi. Al menos no le he dado un golpe a ella. Seguro que me hubiera atacado o algo y le sirvo un poco en una de las copas ofreciendosela y disimuladamente metiendo el anillo que tenia pensado usar para pedirle que se casara conmigo mas adelante. Pero parece que ahora es el momento adecuado. Solo espero que ella no me rechace como hizo alguna otra antes. Me sirvo un poco de champagne para mi viendo como me explica el lugar en el que estamos y asiento levemente, explicandole:

= Es la casa de mi familia. Esta datada en el siglo XIV. Pero no es para los hombres de la familia sino para las mujeres, aunque ellas nos permitan vivir aqui. Al fin y al cabo, somos de la misma familia. Estas mujeres siempre han ayudado a la gente y han estado muy unidas al agua. Tu eres la nueva mujer de la familia. Espero que Alanis, Caris y Estrella te ayuden a amoldarte a este lugar y a ser una de ellas, si tu quieres.

Luego observo como hace aparecer unas rosas rojas diciendome que me ama y sonrio ampliamente murmurando:

= Muy bonitas, cielo, pero prefiero tus besos.

Tras esto le doy un beso en la nariz y vuelvo a besar sus labios con cariño y ternura.

Tomo sorbo a sorbo mi copa de champagne mirando como ella mira todo y responde a lo que yo le comentaba. Asiento levemente con la cabeza, dejandole claro que yo siempre estaria con ella, mientras ella quisiera eso esta claro. Cuando ella se canse de vivir con un profesor y auror, se ira y volvera a dejarme solo, pienso para mi con un poco de miedo que escondo, como hago muchas veces con mis miedos. Es mejor que no lo sepa o quiza se vaya de verdad tras llamarme idiota. Miro de reojo como mira el anillo, boquiabierta y sonrio debilmente cogiendolo de su mano y preguntandole un poco nervioso:

= Señorita Dubois, quiere usted casarse conmigo?

Por el momento, no pongo el anillo en su dedo y le miro sonriente, mas nervioso de lo que nunca he estado pero mas feliz de lo que nadie hubiera podido estar en su vida, pidiendole a todos los dioses existentes en el firmamento que diga que si.

Cuando asiente le pongo el anillo en el dedo anular y le sonrio ampliamente abrazandola con todas mis fuerzas y besandola con todo mi amor y mi cariño, murmurando cerca de su oido:

= Yo tambien te amo. Eres lo mejor que me ha pasado nunca y no sabes lo feliz que me haces al decirme que si, cielo.

Me quedo largo rato abrazado a ella, muy tranquilo y muy feliz.

Vuelvo a abrazarla con la tranquilidad que me caracteriza, para que no se preocupe respecto a mi familia. Seguro que la aceptaran muy bien, como siempre han hecho con el resto de mujeres que ha habido en mi vida sin quejarse y sin ninguna mala palabra. Apoyo mi cabeza en su hombro con ternura y le doy un pequeño beso en el cuello, dulce y tranquilizador murmurando lentamente:

- Estate tranquila, ya hablaremos con ellos. Hay tiempo... Y no te preocupes por ellos, el que mayores quejas podria poner es mi cuñado per no las pondra, sabe que yo no me dejo asustar por sus tontas excusa.

Vuelvo a levantar la cabeza para mirarla a los ojos de manera convincente.

Yo tambien me quedo en silencio, abrazado a ella, como si no quisiera estropear el momento, nuestro momento juntos. De vez en cuando la beso, observando como se pone el sol a lo lejos. Me muerdo el labio inferior volviendo a mirarla, sin apenas pestañear y sin poder apartar la mirada de ella de lo bonita que me parece cada vez que la miro.

- Te han dicho alguna vez que eres preciosa? Sera por eso que me vuelves loco y por lo que te amo tanto. - pregunto de manera inocente, enamorado, antes de volver a besarla con todo mi amor.

Correspondo sus besos dejandome morder de vez en cuando. En un momento dado, mis labios buscan su cuello y comienzan a besarlo con rapidez y haciendole cosquillas. Sonrio antes sus palabras, feliz de volverla a tener entre mis brazos, tumbada sobre mi, feliz de poder estar con ella, como si fueramos unos niños, al menos cuando estamos solos. Me quedo pensativo unos instantes y le pregunto de manera divertida:

- Y quien le dio permiso, futura señora Paisley?

Sigo mirandola a los ojos con ternura y niego con la cabeza como un tonto cuando habla de mi. Comienzo a hacerla cosquillas, de manera inesperada para ella, diciendole al oido, haciendome el tonto:

- Yo no conzco a ese señor Paisley. Quien es tu otro novio?

Tras preguntarle esto comienzo a reirme infantilmente, volviendo a abrazarla con mucho cariño, revolviendo su pelo.