Habitación 401

*James POV*
Llevaron a Cristy a una habitación y me dijeron que solo los familiares o tutores legales podian entrar. Lo último que vi fue a Cristy ensangrentada e inconsciente.

*Fin James POV*

Oscuridad, éso es donde me encontraba en este mismo instante. A ratos podía oír voces a mi alrededor, y algunas manos levantarme la cabeza y hacer cosas allí. Decían nombres de pociones o cosas así. Me aplicaron algo, y escocía, pero de algún modo no podía ni hablar ni moverme.
3600 segundos y se fueron. Me dejaron sola, sin poder decir o hacer nada, simplemente sumida en la oscuridad. Intentaba abrir los párpados, pero me pesaban demasiado. Lo último que recordaba fue que los mortífagos nos atacaron en la boda de Arte, que el amigo de Alen me había lanzado un hechizo sin poder defenderme, y lo último que vi fueron mis manos ensangrentadas y la cara preocupada de James.

Víctor entró en la habitación de Cristy, con dos enfermeros pisándole los talones, iba echo una furia, nuevamente actuaba.

Rojo de la ira se volvió hacia los enfermeros y dijo:

-Se lo diré por última vez, pienso ver a mi prima ¿Creen que la voy a dejar aquí sola? ¡Largense de una vez! - y mirándolos con frialdad unisitada dijo - No quieran enfadar a un Black

Inmediatamente después, se apresuró para acercarse al lado de Cristy y apartarle el pelo de la cara, enterrando la cabeza al lado de su almohada y diciendo con voz desesperada.

-Prima por favor... despierta, no puedo perder más gente en la familia...

Aún estaba sumida en la oscuridad, pero cada vez iba cobrando mas luminosidad. Poco a poco empecé a abrir los párpados, que me parecía que pesaban demasiados. Parpadeé varias veces para acostumbrarme a la luminosidad, y noté que había alguien a mi lado. Sentía una venda en mi cabeza, tal vez a causa del golpe contra la pared. Empecé a hablar con voz rasposa, ya un poco acostumbrada a la oscuridad. - Donde estoy? Qu- que ha pasado? - moví un poco la cabeza hacia mi derecha y vi al profesor Claus. Había oído las últimas palabras que había mencionado, y eso me hizo sonreí un poco, al momento que me movía para acomodarme hice una mueca, me dolía todo el torso, pero sobretodo la cabeza - Uhh, duele - continué con la mueca y le miré - Que hace aqui profesor?

Víctor la abrazó con suavidad en cuanto vio que comenzaba a abrir los ojos y le susurró de manera casi inaudible:

-Sígueme el rollo querida-

Y tras eso miró a los enfermeros y con voz seca dijo:

-Estaba claro que la pequeña necesitaba alguien de su familia cerca, la sangre Black es más fuerte cuanto más cerca estamos los unos de los otros, perdeos de una vez - dijo moviendo la mano hacia la puerta y viendo como los enfermeros abandonaban la sala

Suspirando aliviado dijo esta vez con su tono habitual:

-¿Os dejo solos un par de días y ya estáis en el hospital? Menudas juergas os corréis... ¿Como estás pequeña? Te has tenido que dar un golpe fuerte porque estás en San Mungo en la división de dañados por hechizos, tu por ahora no te des mucha guerra, y si te preguntan los enfermeros soy tu querido primo. - dijo con una sonrisa burlona Víctor

Le correspondí al abrazo al oír sus palabras. En mi fuero interno sonreía y seguramente si puediese negaría con la cabeza. Le miré aguantando como podía la risa que asomaba por salir. Desde luego, el profesor Claus sería mi favorito toda la vida. Vi como se iban los enfermeros con cara de miedo, y cuando la puerta estuvo cerrada del todo, solté una carcajada, aunque al final se convirtió en una mueca de dolor - Si, nos encanta el peligro. - suspiré y me acomodé en la cama como pude - Lo último que recuerdo fue que uno de los mortífagos me lanzó un hechizo, creo que un depulso, y me dí contra una pared con la cabeza - le sonreí y solté una pequeña risa - Claro, si me molestan ellos les amenazaré diciendo que vas a venir pronto. - dirigí mi mano hacia la cabeza, y noté que tenía moretones por los brazos, aún con la sangre de mi cabeza. Me sorprendí y pude comprobar que aún llevaba el traje de fiesta. Era algo incómodo, y busqué con la mirada algún pijama - Profesor, puede mirar si en el armario hay algún pijama? Me gustaría ducharme como pudiese, o por lo menos quitarme la sangre y ponerme algo cómodo - con los pies me quité los zapatos de tacón.

Víctor se incorporó con tranquilidad y dijo mientras se dirigía al armario:

-Muy bonito el vestido, ¿estabas de cena romántica o que? - dijo guiñándole un ojo y sacando un pijama del armario - Creo que voy a tener que dar unas cuantas clases de más a los alumnos, tanto mortífago suelto va a salir caro. - y colocando el pijama sobre su hombro y con mucha delicadeza pasó suavemente los brazos bajo Cristy, cogiéndola y llevándola al baño diciendo de mientras - Para ser prima mía no pesas tanto - dijo guiñándole de nuevo el ojo - Aunque tienes energía, eso no lo negaré, con tanto moratón yo no querría moverme de la cama - la depositó con suavidad sobre el váter y volviéndose dijo con voz afectuosa - ¿Crees que podrás ducharte o quieres que me quede? Prometo no mirar y temo que te vallan a faltar las fuerzas - añadió poniendo el pijama con suavidad sobre el lavamanos

Sonreí ante su mención - No, de echo, era la boda de Arte con un tal Alen Dursley, el protagonista del ataque mortífago, todo era una trampa - le conté mientras le miraba ir hacia el armario y volver. Rodeé su cuello con un brazo, haciendo una muca por el movimiento - Tanto pesan tus primas? - me reí un poco y dejé que me llevase al baño - Debe ser la sangre Black, eso ayuda mucho - hice una mucha y me acomodé en el váter - aunque ya estoy algo acostumbrada, esto de ser cinturón negro y hacer competiciones te hace endurecer el cuerpo. - Le miré pensativa - Quédate en la puerta, aunque creo que podré yo sola - le sonreí algo sonrojada.

Desde el pasillo se escuchan las voces de las enfermeras y una respuesta en ruso despues de encontrar la clinica nadie me iva impedir ver a mi ahijada y menos unos enfermeros flacuchos con bata blanca al final consigo calmar mis nervios y digo con un fuerte acento

-mi nombre caballeros es Danter Dragunov Black ustedes me enviaron una lechuza y quiero ver a Cristy black mi ahijada asi que me van a dejar entrar si o si-

mi mirada lo dejaba claro al fina se retiraron y me di la vuelta di tres golpes a la puerta y espere tranquilamente ya que habia voces en el interior

Víctor se alejó hasta la puerta dando la espalda a Cristy y diciendo con tono burlón:

-Si vieras a mis primas te plantearías si te enseñaron bien de pequeña lo que eran las vacas - dijo riéndose por lo bajo - Y bueno, ya se lo dije señorita Black, es bueno eso de ser cinturón negro, pero le va a hacer falta algo más que saber dar patadas voladoras, tuvo suerte de que fuera un depulso, últimamente parece que los mortífagos no están demasiado asesinos...

Miró la habitación de Cristy, calibrando si podía haber algo que la lastimase, los mortífagos estaban en cualquier parte y no era buena idea que la chica estuviera sola. En voz alta para que lo pudiera oir dijo:

-Así que la señorita Slytherin se casó, pues valla si que le afectó lo del señor Coman, pensaba que estaban juntos, pero veo que a estas edades cambiáis de novios con facilidad, espero que a tu boda no invites a la compañía de la muerte. - dijo burlón nuevamente, pero cambiando a un tono un poco más cálido dijo - Cristy, no dejaré que os pase nada ¿de acuerdo?

De pronto escuchó golpear la puerta y dijo:

-¿Esperas a alguien? Bueno, da igual, estás un poco liada. Adelante, pase- dijo poniendo nuevamente un semblante serio

Cuando Victor se giró de espaldas, me levanté con cuidado, ya que me dolía todo el cuerpo por el golpe, vi que había una toalla colgando en la percha que había al lado de la ducha, así, que poco a poco me quité el vestido, que se abria lateralmente y lo dejé caer al piso. Entré en la ducha cuando me hube quitado toda la ropa y deshecho el peinado. Cerré la cortina de color blanco y empecé a ducharme, viendo como el agua que caía cogía color rojo por la sangre. Solté una suave carcajada al oír lo que dijo, mientras me lavaba con jabón lentamente, intentando no hacer movimientos bruscos. - Venga ya, no digas eso...no hay que juzgar a las personas por su físico - solté una risilla y suspiré - desde luego, a mi se me dan bien los hechizos, pero aún no puedo hacer magia fuera del colegio, recuerda? - terminé de ducharme y salí, enrollando la toalla en mi cuerpo. Vi que estaba mirando la habitación, y empecé a secarme con cuidado de no presionar en las zonas lesionadas como en las costillas. Terminé y me puse la ropa interior que estaba limpia, cosa extraña, cogí el pijama de la pileta y me hice una trenza francesa de lado para no llevar los pelos que se me habían quedado. Todo lo hice lentamente, mientras le escuchaba. - En realidad la boda era una trampa para los aurores, aunque salieron perdiendo ellos - sonreí - a mi boda cachearé a cada invitado y haré que me envien el currículum de su vida - me reí y le miré mientras me sentaba en el váter, sonriendo con gratitud - Vale, y ya he terminado, puedes girarte si quieres, y ayudarme a volver a la cama - giré mi cabeza hacia la puerta, oyendo unos golpes - Que raro, que yo sepa el único que puede venir es mi tío Sirius. Adelante! - miré la puerta curiosa, sabiendo que tío Sirius no estaba en el país.

Abro la puerta lentamente y digo sin pensar en ruso

-nebolʹshoĭ-

mi voz era un susurro asome la cabeza y vi a un hombre desconocido y a mi ahijada estava entera y de una pieza que era lo mas importante una sonrrisa se dibujo en mi cara y un par de lagrimas rodaron mejillas abajo finalmente entre y cerre la puerta tras de mi y me acerque a cristy

-nebolʹshoĭ te acuerdas de mi?-

la pregunta era un tanto tonta pero me senti obligado a hacerla ya que no estaba seguro que ella se acordase de mi

Víctor se dio la vuelta y cogió de nuevo a Cristy depositándola sobre la cama con mucho cuidado y diciéndole con tono de burla:

-Anda, fijate, esta vez el olor casi no me tira al suelo - en el momento en el que la puso sobre la cama entró en la habitación un hombre, y dijo algo, le sonó a Ruso, pero la verdad es que no hablaba Ruso más allá de hola y adiós, así que lo miró un instante con extrañeza pero relajó su expresión al ver como se acercaba a ella con dulzura y le preguntaba por ella, debía ser un familiar.

Haciéndose a un lado para que pudieran tener un instante de intimidad cerró la puerta de la habitación y entró en el baño para recoger el vestido y llevarlo a una silla de la habitación donde dejarlo. A pesar de todo Víctor seguía mirando al desconocido, las pociones multijugos existían y no quería imprevistos

Volví a rodearle el cuello hasta que me dejó en la cama. Le dí un pequeño golpe en el hombro - Oye! - me reí, hasta que oí que la persona que había llamado entraba, diciendo "pequeña" en ruso. Me quedé estática y miré fijamente a quien entraba en ese mismo momento. Sonreí con lagimillas en los ojos y asentí cuando estuvo delante de mi, mientras yo estaba sentada en la cama. Le abracé sonriendo, viendo como el profesor se metía en el baño - Dyadya? - me separé para mirarle - Eres tu, dyadya? - una lágrima rebelde se escapó bajando por la mejilla. Hacia años que no le veía - Te he echado de menos - le sonreí - Que haces aqui? No estabas en Moscou? - le miré sobándome un poco las costillas-

Ante el abrazo de cristy procuro no apretar mucho ya que no se lo que tiene y al llamarme tio en ruso sonrrio como un niño pequeño y le doy un beso en la frente

-yo tambien te echaba de menos cristy-

mis palabras salieron con un tono de nostalgia y mirandola a los ojos dije

-vine a buscar objetos para la tienda donde jugabas de pequeña y una lechuza me trajo una carta de aqui y vine lo mas rapido que pude

vuelvo a abrazarla con cuidado

-nebolʹshoĭ quien te haya echo esto pagara por ello-

mi voz al decir eso se torna sombria

Víctor se sentó tranquilamente en la silla de al lado a la que colocó el vestido y distraído dijo:

-Siento interrumpir este precioso momento familiar señor... Black he de suponer. Pero quien ha echo esto es gente peligrosa, mortífagos, debería dejar el asunto en manos de las autoridades pertinentes antes que comenzar a hacer promesas de venganza, no sería la mejor de las ideas que un familiar comenzara a hacer barbaridades, sería la manera más fácil de que a ambos les pasara algo... - acariciando una cicatriz reciente que había en su mejilla dijo - Por cierto, que desconsiderado por mi parte, soy Víctor Claus encantado, se que no debería estar aquí, pero a veces la preocupación me hace saltarme un par de normas. Espero que sepa usted guardarme el secreto.

Cerré los ojos al notar como me daba un beso en la frente. Los abro y le sonrío, pasando mis manos por sus mejillas, quitando unas lágrimas que le habían caído. Le miré a los ojos y sonreí nostálgica al recordar la tienda donde jugaba muchas veces cuando era una cría - En serio? Hace muchos años que no voy, en pascua me pasaré - me quedé pensativa - Tal vez contactaron con tío Sirius, y él les dijo que eras mi padrino - noté como me volvía a abrazar y le abracé con cuidado pero con fuerza, intentando no hacerme daño en las costillas. Al separarme le di un beso en la mejilla y miré al profesor Claus - Así es, no tienes porqué hacer nada dyadya, los aurores están en ello, y tienen a los que quedaron vivos interrogándolos, supongo. - le sonreí y palmeé a mi lado, donde había un hueco, ya que estaba medio tumbada en la cama - Dyadya, él es Victor Claus, mi profesor de defensa. Profesor, él es Danter Druganov Black, mi padrino - sonreí mirándoles

Extiendo la mano esperando el apreton del señor Claus

-un placer Victor y no se preocupe no dire nada y le agradezco que haya cuidado a mi ahijada-

me siento al lado de cristy con cuidado y paso mi mano por su brazo con delicadeza


- bueno la tienda ya no esta ai porque alguien la quemo entera-

al hacer mencion de la tienda la miro y pienso en todos los momentos que pasamos alli toda la familia reuniday para quitar hierro al asunto digo a modo de broma

- y a cuantos mortifagos machacaste que al ser una black por lo menos mil habran caido-

Víctor estrechó la mano de Danter y escuchó lo que decía acerca de su negocio, apesadumbrado, vivían en tiempos negros, pero llegaría el día en el que las cosas cambiaran, estaba convencido de ello.

-Siento lo de su tienda señor Dragunov. - en ese momento también le vino la duda de como se encontrarían el resto de sus alumnos, así que no pudo salvo preguntarlo - Señorita Black ¿Y la señorita Slytherin o el señor Coman? No tengo constancia de que estén en el hospital, ¿Sabe si les pasó algo? - pero volviendo a relajarse dijo - No importa, déjelo, bastante la van a agobiar a preguntas los aurores, no seré yo el que comience los interrogatorios.

Y levantándose se echó un vaso de agua de una jarra que había sobre la mesa, respiró hondo antes de tomárselo para ver si encontraba algún aroma anormal en el agua y bebió para asegurarse de que el agua estaba en perfecto estado

Sonreí al verles, y me aparté un poco, cruzando las piernas como un indio. Miro a dyadya Danter y le sonrío, pero poco a poco miro mis manos triste. Ésa tienda significaba mucho para mi, ahí es donde viví una buena temporada, mientras tio Sirius no podía hacerse cargo de mi. - Con lo que me gustaba esa tienda - suspiré algo triste y levanté la mirada. Le sonrío de lado y escucho lo que me pregunta el profesor. Me quedé algo pensativa - No lo se, me atacaron nada mas empezar y claro está no pude defenderme - lo dije mirando a Dan, contestando a su pregunta. Suspiré y me quedé un rato mirando nevar por la ventana, se había hecho de noche. En la habitación no hacía frío a pesar de que llevaba el pijama azul del hospital de manga larga. Al cabo de un rato, se oyen unos golpecitos en la puerta y entra un señor de la edad del profesor con una bata blanca y el símbolo de medi mago. Sonríe a Dan y a Victor y me mira a mi - Buenas tardes - mira por la ventana - o debería decir noches. - vuelve a mirarme a mi y me sonríe - Soy Tony McGregor, tu medi mago durante el tiempo que estés aqui - mira una carpeta que lleva las manos y parece que está leyendo - Así que Cristy Black... fracturas en el torso, dos costillas, también te fracturaste el cráneo... - me miró con una leve mueca - y parece que te llegó alguna maldición - volvió a mirar la carpeta - concretamente algunos cruccios. - me miró y yo abrí los ojos sorprendida. Éso no lo sabía. Suspiré y le miré - Cuanto tiempo voy a estar aquí? - me miro pensativamente - Máximo una semana. Queremos que te quedes para ver la evolución de tus costillas. No las curamos totalmente con magia, porque es mas bueno para el cuerpo si se cura poco a poco y no de repente.... Por ahora las soldaduras van bien, así que no debes preocuparte - miró a Dan y al profesor Claus - Supongo que son sus familiares, me gustaría que la tuviesen vigilada para que no haga esfuerzos ni movimientos bruscos. Es crucial, sobre todo para las costillas - les miró por última vez y me volvió a mirar - Supongo que tienes hambre - me sonrojé cuando me rugió el estómago del hambre que tenia y agaché un poco la cabeza. El medi-mago sonrió y me miró - No te preocupes, no tardarán en traerte la cena. - dejó un botellín con lo que parecía una poción de color azul . - Bebe esto después de cenar, es poción para dormir sin soñar, te ayudará a descansar más y mejor - me sonrió - Bueno, vendré mañana a medio dia. Que pasen buena noche - salió por la puerta y les miré. - Adiós!. No sabía que me hubiesen llegado maldiciones.

Despues de lo que el medi mago dijo me quede bastante preocupado y mire a victor al parecer el tampoco conocia la gravedad de las heridas de cristy y que le hayan llegado maldiciones tampoco era plato de buen gusto miro a mi sobrina que ahora parecia tan fragin y sonrrio cuando me mira

-No te preocupes por la tienda seguro que la volveremos a abrir y ademas no se perdio todo aun conservo algo que te traera muy buenos recuerdos-

Saco mi varita de un bolsillo y con un par de pases magicos hago aparecer un viejo violin desgastado y un arco negro

-Ya veras la que se va a armar y lo rapido que van a echarme-

Sonrrio y coienzo a tocar una cancion unicamente para cristy

¿Crucios? ¿Por qué tantas molestias con una invitada? -pensó Víctor al escuchar al medi mago

De pronto, el padrino de Cristy sacó un violín y comenzó a tocar. Eso incomodó en cierta medida a Víctor que odiaba los violines, le recordaban a épocas pasadas en las que los oía cada noche en el castillo. El violín se había convertido en el instrumento de música que más odiaba con todo su ser. Pero claro, no podía hacer incapié en lo desagradable de la música, al fin y al cabo el que estaba allí sin necesidad de estarlo era el y no el familiar.

A pesar de todo no pudo evitar que la voz le saliera un poco quebrada al hablar, pero recuperó inmediatamente el tono:

-Bu-eno señorita Black me alegra que esté usted bien, le aconsejo que no tome más pociones de las estríctamente necesarias, nunca se sabe cual puede ser la correcta - añadió mirando la pócima que habían puesto junto a su mesa - y a usted señor Dragunov a pesar de mi pequeña advertencia hace unos instantes, le aconsejaría que no pierda de vista a su ahijada en estos días. Lamentándolo mucho he de irme, si necesitan algo estoy a una lechuza de distancia. Que tengan un buen día y se mejoren

Y tras eso con una inclinación levísima de cabeza adquirió el porte orgulloso con el que había entrado a la habitación y la abandonó

Mientras veo como el medi-mago se va por la puerta de la habitación me siento observada. Gire mi cabeza hacia Dan y le veo mirándome. Le sonrío y el me sonríe. Le escuché atenta y asentí - Claro, eso seguro - ladeo la cabeza curiosa - Que.....? - antes de que pudiese terminar, Dan sacó el viejo violín que siempre tenía a mano - Tu violín! - oigo lo que dice y le miro entrecerrando los ojos, esperándome cualquier cosa de él. Suelto una carcajada al ver como se ponía a tocar una melodía bastante alegre. Me giro al ver que el profesor Claus se marchaba - Claro! No se preocupe - señalé al loco del violín - Aunque parezca muy loco, me cuida mas de lo que parece - sonreí y volví mi vista hacia Dan - Dyadya! Que es un hospital! No puedes hacer eso! - le reproché, pero al final terminé riéndome. Necesitaba volver a ésos momentos en la tienda, donde siempre estábamos alegres.

extiendo el violin hacia cristy y le hago un gesto para que lo coja y le doy el arco muchas veces habia intentado enseñarle a tocar el violin pere era demasiado activa para ello cuando estaba en casa tenia que correr durante horas tras de ella para que no acabase en un minuto con la tienda entera y para dormirla tenia que tocarle una cancion distinta cada noche

-ai mi querida nebolʹshoi quieres intentarlo-

lejos de esa sonrrisa que le propinaba mi preocupacion estaba aumentando a niveles demasiado altos un cruzio para una jovencitaque aun tiene toda la vida por delante los aurores se encargarian de ello si pero yo enviaria una lechuza a alguien muy pronto necesitaba saber la verdad y lo iva a conseguir

-vamos cristy si lo intentas haremos como cuando eras pequeña una cancion antes de dormirte-

mi ultima sonrrisa es sincera al final

Cogí el violín que me tendía y me lo coloqué correctamente, mientras le miraba y cogía el arco con la otra - Se me da mejor el piano, pero he practicado y creo que me sale bien - Inspiré profundamente y me coloqué en una posición que no me doliese el torso. Le sonreí y me concentré en la melodía (Canción). De vez en cuando cerraba los ojos, y al terminar, me quito el violín y lo dejo encima de la cama. Le miro con una mueca graciosa - Sigo diciendo que me gusta tocar más el piano, pero me gusta oírte tocar el violín - termino sonriendo y suspiro.
Estaba mirando otra vez por la ventana cuando otra vez me gruñó el estómago. Me sonrojé y miré la puerta esperando la cena. Realmente tenía hambre. Hice un pucherito - Tengo hambreee - me metí dentro de la cama, tapándome hasta el torso, aunque no estaba somnolienta. Al cabo de unos minutos, aparecieron dos enfermeras con las bandejas de comida. Dejaron todo preparado, siendo muy amables, aunque de vez en cuando miraban a Dan. Solté algunas risillas al ver como una intentaba hacer un intento de coqueteo, porque la pobre se quedó allí.
Cuando lo dejaron todo en su sitio, se fueron por la puerta, y yo miré la bandeja esperando que hubiesen cosas buenas para cenar. Destapé poco a poco la bandeja, y suspiré de alivio al ver que había un plato de sopa, un filete de pechuga acompañado por una pequeña ensalada, una botella de agua y una naranja. Sonreí y miré a Dan - Dyadya, no tienes hambre? Puedes bajar a la cafeteria y comprar algo para comer - le sonrío.