Jardin y piscina

-Claro - dije cuando preguntó si había más. Ella se merecía eso y mucho más, el dolor que sufrió por mi culpa no tenía remedio, pero si que podía intentar crear unos días plenos de alegría, era lo mínimo que podía hacer. Después de yo meternos a los dos al agua y luego salimos a la superficie ella se acercó a mi nadando, rodeando mi cuello con mis brazos y mi cintura con sus piernas, al parecer no se había olvidado que me gustaba que lo hiciera, no sabíam uy bien el porque, pero siempre que lo hacía, siempre que me rodeaba con los brazos y lasp iernas a la vez, era una sensación que me gustaba. La rodeé con mis brazós por debajo de los suyos para estar finalmente en como un abrazo y al mismo tiempo sostenerla, aunque sabía que no iba a pasar nada si estábamos en el auga. Dijo que se corrgegía diciendo medio riendo y de roma que era increíblemente horrible y luego preguntó el como puede estar conmigo. Reí un poco al escuchar eso - es una pregunta que me preguntó desde hace tiempo - al menos desde que éramos estudiantes siempre me preguntaba como podía slir ella conmigo, una perfección con un desastre, pero estaba contento de ello, me hacía tremendamente feliz, dándome, sin que ella se diera cuenta, lo que yo necesitba. Ella era increible, y eso no me lo podía discutir ni un momento, pero como sabía que lo discutiríamos si era cierto o no, preferí no decir nada. Luego medio riendo dije - dale las gracias a tu amiga de mi parte por hacerme el favor, creo que te ha entretenido todo lo necesario - al menos yo dudaba poder haber echo todo si ella volviera para cenar, además que quería que fuera una sorpresa desde el principio y no tener que avisarla y así era la mejor manera para hacerlo. Acaricié luego con suavidad su espalda y apoyé mi frente contra la suya - te amo - dije sonriendo y en voz baja y suave. Solo recordaba una vez donde estábamos así de tranquilos y dentro del agua que era en el baño de los prefectos, pero no me gusto el principio, donde encontré a ese Steel y ella metidos en el agua, no me hacía mucha gracia. Pero suponiendo que con nuestros trabajos, y con nuestra vida privada no iba a pasar nada por el estilo, y eso esperaba, si la hacía mi esposa no era solo por que la amaba, que era una parte importante, sino para que todos sepan que ella es mía, al gual que yo soy de ella. - Mucho estrés en el trabajo? - pregunté para saber si primero tenía que desestresarla de alguna forma o simplemente podía quedarme así con ella un rato más.

-¿que es lo siguiente entonces?-pregunté con bastante curiosidad por saber que mas había planeado, yo ya estaba contenta solo con estar así los dos, adoraba estar con Gabriella pero también necesitaba pasar tiempo a solas los dos juntos, era simplemente mi pequeña adicción que necesitaba para vivir, no necesitaba nada especial solo estar juntos un rato, aunque no me podía quejar de como estábamos, los dos metidos en la piscina, con solo la iluminismo de las velas que él había preparado. Después de que le rodease con brazos y piernas, el también paso sus brazos al rededor mía, abrazándome y sosteniéndome aunque no fuera necesario lo segundo. Rodé los ojos al oír que dijo que no sabía como estaba con él, pero no dije nada, ni protesta ni nada, y simplemente volví a besarle con algo de intensidad pero aun sin ser uno de los besos nuestros de antes que nos dejaban a ambos sin aliento, todavía me asustaba un poco que no estuviera del todo bien y poder hacerle daño o forzarlo demasiado, solo había pasado un mes desde que salió, y aunque no se había vuelto a repetir nada no podía evitar seguir preocupándome. Resultó que al final la cena con mi amiga solo había sido una distracción para que el pudiera preparar tranquilamente esa sorpresa- demasiado diría yo, no he podido ni ver a Gabriella antes de acostarla -dije fingiendo estar enfadada por eso. Sonreí después de oír lo siguiente que dijo, me lo había repetido mil veces pero seguía sin casarme de escucharle decir que me amaba, principalmente por que me hacía falta que me lo recordase mas de una vez para no pensar que era imposible que fuera así, pero por lo visto no era tan imposible solo había que ver como estábamos, los dos abrazados en la piscina de nuestra casa, con una niña durmiendo en su habitación y un futuro bebé en mi vientre, en poco tiempo habíamos conseguido crear una buena familia, todo había empezado desde la boda con alen, en elf ondo me alegraba de que hubiera sido un mortifago, no me gustaría que ahora estuviera casada con otro y no tener nada de lo que tenía ahora, pero también podríamos haber estado así desde un principio si hubiera creído mas en él, pero de una forma u otra habíamos llegado a esto y quería mantenerlo a toda costa. Le volví a besar en los labios para después descender hasta su cuello y empezar a dejarle pequeños besos ahí, sabía de sobra que eso era algo que a él le gustaba y me parecía la mejor forma de agradecer que siguiera estando a mi lado. Escuché su pregunta y paré con lo que estaba haciendo, deje la cabeza sobre su hombro-un poco la verdad, hoy han cogido al primer mortifago del ministerio con los exámenes de legilimancia-al principio no había dado mucho efecto pero solo era cuestión de tiempo que pasase algo así-el ayudando del secretario general del ministerio, vamos que conocía prácticamente todos mis movimientos, el avisó a los otros dos mortifagos de que estábamos en la catedral, pero no han logrado coger a esos, los examinadores dicen que es cuestión de tiempo que lleguen a esa información si al que han cogido lo sabe -era prácticamente tan culpable como los otros dos de la muerte de nuestro primer hijo, ya había sido mandado a azkaban, y no podría volver a hacer daño a nadie mas, pero era increíble lo cerca que estaba de mi, lo veía a diario y sabía todo lo que hacía, eso es bastante preocupante. Había sido una día de mucha tensión sobretodo por ese motivo-pero ahora esta todo bien, lo han mandado a azkaban y ya hay un mortifago menos, es cuestión de tiempo que caigan mas para poder estar seguro de que no halla mas peligro

- A lo siguiente no te lo diré, hoy déjate sorprender – dije sonriendo ampliamente, esperando que le gustara mi siguiente sorpresa pero a su vez sabía que le iba a màs que encantar. A pesar de que tenía ganas de ver si la siguiente sorpresa le iba a gustar o no todo tenía que venir con su tiempo, nada podía adelantarse y la impaciencia era un método que no hacía que dusfrutasemos mejor el momento. Finjió estar enfadada cuando dije que lo de la cena era un plan para que se entereniese más y yo tener tiempo de ir preparando las cosas – venga... no te puedes enfada... ahora no … - dije con voz infantil mientras que le daba dulces besos en el cuello y a veces pillar algo de su piel entre mis labios, como si fuera un dulce mordisco. Después de decir que la amaba, cosa que era más del 10000% cierto que la amaba mucho, por no decir que por ella daría mi vida entera; ella me volví a besar y después descendió hasta mi cuello para comenzar a darme pequeños besos. No pude evitar sonreí traviesamente, cerré los ojos para sentir ese tacto con todos mis sentidos. Hacía tiempo que no sentía de nuevo sus labios sobre mi cuello, y ella sabía perfectamente que esa zona era, para mi, la más sensible de todas, después de por supuesto mi miembro que esa era la parte más sensible para todos los hombres. Había algunos momentos que me dejó completamente sin aire. Acaricié suavemente su cuerpo hasta que paró y dejó su cabeza sobre mi hombro y me contestó a mi pregunta. Al parecer el secretario general era un mortífago y estaba claro que conocía todos los movimientos de ella, si salía más pronto o más tarde, si tenía reuniones y con quien y más información que le podía ser de gran utilidad. Supongo que él fue uno de los planeantes del ataque de New York porque sabía que la ministra se iba a tomar unas vacaciones, pero no podía afirmar completamente si era el causante de la pérdida de nuestro primer bebé, pero fuera el causante de lo que fuera, si era mortífago lo único que se merecía era morrir en el calabozo de Azkaban. Al escuchar que este ya estaba en el calabozo de Azkaban me alegré, al menos za pagaba por inmediato el daño que ha causado en nuestra vida y seguramente en muchas más vidas y familias que han pasado de ser felices a infelices por idiotas como ellos – espero que al menos los sanadores sean todos fieles, pero algo me dice que no será así como yo deseo – dije con algo de seriedad y esperanzas a que al final fuera yo quien se equivocase y no hubiera mortífagos en San Mungo, pero mi parte racional de mi me decía que sí que había mortífagos y deseaba sacarlos de allí inmediatamente, pensar uqe seguramente había uno que quizás estaría cerca de las personas que quisiera atacar solamente me producía escalofrios. Al cabo de un rato me separé un poco de ella para poder mojarme completamente sumergiéndome al agua y así mojarme entero. Luego cuando volví a la supercicié pasé una mano por encima de mi rostro – creo que mis orejas se han entaponado – dije riéndo, pero al abrir los ojos me corregí – no, ya no – dije aún riéndo. Volví a dedicarme a acariciar suavemente su cuerpo hasta que de pronto tuve una idea que me gustaría probar – bájate un momento de encima mía- lamentablemente eso hacía que no pudieramos estar de la manera que a mi en teoría me gustaba mucho. Pero por intentar lo que iba a intentar merecía la pena. Puse mis manos encima de su cintura y me sumergí de nuevo bajo el agua pero esta vez acercandome en su cuerpo y viendo bajo el agua. Pero no tardé en cerrar los ojos y besar su piel bajo el agua por el ombligo y luego comenzar a subir cn lentittud pero al mismo tiempo con rapidez. Al llegar a unos tres centímetros bajo su pecho volví a subir a la superficie cogiendo algo de aire.

-tengo poca paciencia-dije rodando los ojos, pero igualmente no insistí, no me lo iba a decir hasta que llegase el momento de la sorpresa así que no me quedaba otra que esperar a que le diera por llegar a ese momento, pero desde luego no se podía decir que fuera una persona muy paciente para ciertas cosas-y una pista?-pregunté rápidamente a ver si colaba y por lo menos recibía alguna información sobre mi sorpresa, aun siendo de él cualquier cosa me encantaría, ya con lo que había hecho hasta ahora con las rosas y las velas hubiera sido suficiente como sorpresa pero no me imaginaba que mas tendría preparado, desde luego parecía que iba a ser una de esas noches que luego no se olvidan, aunque estando juntas pocas eran como para ser olvidadas. Empezó a decir que no me enfadase, pero por el tono en que lo dijo sabía que se había dado cuenta de que yo estaba de broma y solo me la estaba siguiendo un poco, después empezó a besarme en el cuello, solté un pequeño suspiro de felicidad, estaba contenta por como estábamos ahora, era feliz viviendo con él, y pudiendo verle todos los días, hasta me alegraba que me despertarse a la hora que fuera por que lo primero que sentía a mi alrededor, que podía ver y que oía era a él, y así como para no empezar el día de buen animo, podía aguantar todo el estrés de un trabajo como el mio solo por él y por el bebé que era parte de él, eran prácticamente mi vida, si no fuera por el y los niños no le vería nada bueno a mi vida, eran ellos los que convertían un día horrible en el mejor momento que podía recordar. -es muy difícil-dije a su comentario sobre la fidelidad de los sanadores de san mungo-hay muchos en el hospital y quizás sean precisamente los mas cercanos a nosotros, hará tantos aquí como en el ministeri-. Quiso probar algo y me dijo que me tenía que bajar de el-no...!-dije mientras me agarraba a él con mas fuerza pero al mismo tiempo riendo, al final acepté bajarme, y me quedé de pie frente a el, que se sumergió en el agua y al momento empecé a notar sus labios sobre la zona de mi ombligo y de ahí hacía arriba hasta que poco antes de llegar a mi pecho salió

Dijo que tenía poca paciencia y no pude evitar sonreir un poco más de lo que ya hacía – lo sé, pero sabes que yo tengo mucha cuando se trata de hacerte esperar – dije riéndo. Sabía lo que iba a hacer, pero al parecer seguía insistiendo a lo que sabía que no iba a hacer – ni una pista – dije riéndo cuando preguntó si le podía dar alguna pista de lo que era la siguiente sorpresa. Dijo que era muy difícil que no fuera así y que quizás estén más cerca de nosotros de lo que pensamos, lamentablemente no era algo que le podía quitar la razón con facilidad, porque sino ¿como llegan a controlar todos nuestros movimientos? Algo o alguien tenía que haber detrás de todo. Igualmente preferí dejar el tema, no quería ahora hablar de eso cuando teníamos los dos solos un momento de intimidad y no estemos trabajando. Cuando le dije eso de probar algo nuevo ella al principio se nego pero al final lo acabé haciendo. Al volver a la superficie me agaché un poco para pasar mis manos detrás suya después de haber dirigido sus brazos para que rodearan mi cuello. Me agaché un poco más después de tener las manos preparadas y cogerla por las piernas para que acabara de nuevo rodeandome con sus piernas, pero esta vez estaba por encima de la cadera para que estuviera más alta que yo, y esta vez tener que levantar la cabeza para llegar a tocar sus labios y sumergirme con ella en un tierno beso suficientemente profundo para dejarnos a los dos sin aire y tener que separarnos a la fuerza. - Ahora te tengo que dejar un momento, tengo que preparar la otra sorpresa – le di de nuevo un beso profundo - ¿me dejas irme? - pregunté por si aún le apetecía estar un rato así o prefería descubrir lo que era la otra sorpresa.

Se negó a darme bninguna pista sobre cual sería mi siguiente sorpresa que había prerado para esta noche, hasta se lo pasaba bien viendo como me impacientaba, hice una mueca de disgusto cuando dijo que no me daría ninguna pista y que el tenía paciencia en hacerme esperar mucho, pero después terminé riéndome como él, me gustaba pasar momento cómodos como los que estábamos viviendo ahora mismo, hacía tiempo que no podíamos andar tan relajados ni siquiera cuando estábamos los dos solos, y todo por el trabajo, los mortifagos, pero sobretodo por el bebé que habíamos perdido, había sido un tema delicado durante mucho tiempo lo que no había permitido que ninguno se relajara, y ademas teníamos que cuidar y proteger a Gabriella, ella era igual de vulnerable de lo que lo había sido nuestro bebé, y nosotros eramos los adultos a cargo de ella, teníamos que garantizar su seguridad por encima de mas de nada. Después de hacer lo que había dicho de probar, y ya de antes no podía dejar de sonreír, simplemente era feliz a pesar de todo el lió que tenía montado en el ministerio, estaba prometida con la persona que mas amaba y quien me hacia feliz todos los días solo con estar a mi lado, en unos meses estaríamos casado y sería oficialmente su mujer aunque ya me tenían por ello, teníamos una pequeña niña que a pesar de no ser nuestra hija de verdad la queríamos como si lo fuera y ella nos conocía como a sus padres, era todo energía y sobretodo era una niña alegre y la teníamos feliz a pesar de que hubiera perdido a sus padres a tan corta edad, y por si esas dos personas no daban ya suficiente sentido a mi vida, en nueve meses seríamos padres de un hijo nuestro de verdad que ahora mismo estaba en mi vientre, con todo eso era como para no estar feliz, sin duda el día que naciera nuestro pequeño iba a ser el mejor de todos pero hasta entonces cada día se hacía especial e inolvidable gracia a Mike, el solito me enseñaba lo buena que podía llegar a ser la vida a pesar de perder muchas cosas conservarle a él era lo mejor que me había pasado, por que no sabría que hacer sin el para guiarme. Cuando salió del agua hizo que pusiera los brazos alrededor de su cuelo y me cogió las piernas dejándolas como estaban antes alrededor suya pera esta vez por encima de su cadera por l que yo quedaba mas alta que él, levantó la cabeza para poder besarme y yo le respondí encantada, luego nos sumergió de nuevo a los dos en el agua continuando el beso mientras estábamos sumergidos hasta que no pudimos aguantar mas la falta de oxigeno y tuvimos que salir a la superficie. Nada mas salir dijo que tenía que irse a preparar la sorpresa, me abracé a el pegandome todo lo posible a su cuerpo-ya me ha venido la paciencia puedo esperar mientras tu te quedes para distraerme como hasta ahora-dije en voz baja con la respiración aun alterada por el beso. Me preguntó si le dejaba irse-no, eres mio y te quedas aquí-dije en tono juguetón, seguí abrazada a él con una sonrisa en la cara, me gustaba como estábamos los dos juntos y sin que nadie nos molestase en nada, al final después de un rato de estar abrazada a él y darle algunos besos desde los labios al cuello, donde le dí un par de mordiscos muy suaves, le dejé irse a donde fuera que tuviera que ir por la sorpresa, yo me quedé en el agua para no pasar frio aunque la noche estaba de lo mas agradable y despejada, no había nubes por lo que en las afueras del valle de godric se veían las estrellas y la el cuarto de luna sin ningún problema, pero no era plana de estar mojada solo con el bikini esperandole, se estaba bien en el agua.

Después de salir del starbucks en el que habíamos estado con Ally, sin dar muchas vueltas los dos aparecimos en casa, tenía curiosidad por saber cual era la sorpresa que me tenía preparada y que como la otra vez yo no había sabido nada, hasta el momento en el que el había decidido darmela, se le daba realmente bien eso de guardarse esas cosas sin que yo me enterase, aunque ahora le iba a cortar bastante el rollo, por que yo pasaría en casa mucho mas tiempo que el, sobretodo cuando me dieran la baja por maternidad, y había días en los que no había siquiera asambleas del wizengamot, por lo que iba a tener una gran tranquilidad para llevar bien el embarazo hasta que nacieran los niños y para cuidarlos después de eso, esperaba que Ariana volviese pronto y Mike pudiera estar menos atareado, ya que prefería que pasase mas tiempo con los niños y conmigo que en san mungo. Al llegar entramos por la puerta delantera que daba al jardin y a la piscina, antes si quiera de que me diera cuenta una personita muy pequeña y mojada salió corriendo hacia mi y fue cuando la cogí en brazos que me di cuenta de que Gabriella acababa de salir de la piscina, Lily estaba con una toalla en las manos al lado de la piscina, ella la vigiliba siempre que se bañaba y se metía con Gabriella cuando le apetecía para que no le pasase nada a la pequeña-hoda mami-dijo dandome un beso en la mejilla- he hecho un dibujo! esta en el salon ven a vedlo!! -dijo emocionada-ahora lo vemos princesa, pero antes tienes que secarte para entrar en casa o lily te va a echar una buena bronca por mojarlo todo-comenté sonriendo a la niña, tenía una alegría contagiosa, y desde luego motivos no tenia yo ninguno para no estar alegre en esos momentos.

Llegamos a casa contentos y yo sobretodo tras haber recibido esa gran noticia de parte de Artemisa que aún era difícil de creer, pero en cambio real o al menos era parte del sueño que estaba viviendo en esos momentos. Gabriella al parecer se había metido a la piscina porque al venir hacia nosotros estaba completamente mojada con el bañador puesto, aunque no siempre que llevaba el bañador se había metido en la piscina. Artemisa la cogió en brazos. Lily también estaba al borde de la piscina con una toalla en las manos, la saludé aun con mi amplia sonrisa y volví a mirar a Gabriella y Artemisa. Gabriella a saludo y dijo que tenía un dibujo que quería mostrarle a ella, pero Artemisa insistió en que se secara antes de entrar a la casa si no quería que Lily se enfadara con ella. Yo sonreí – trae, yo la seco – cogí a Gabriella a propósito y fui hacia Lily que tenía la toalla y por el camino dije suavemente a la oreja de Gabriella para que solo ella lo escuchara que fuera tras las sorpresas. Ella asistió con la cabeza con una sonrisa, lo habíamos planeado desde hace una semana y ella quería darle la sorpresa desde el primer día. Gabriella se secó y entro a la casa. Me giré hacia a Artemisa y pedí que se acercara – siéntate aquí – dije indicando una silla para que se sentara. Cuando se sentó en ella le tape los ojos con las manos después de ponerme detrás de ella.Gabriella trajo las sorpresas y las dejó encima de las piernas de Artemisa, luego Gabriella se puso al lado de Artemisa con ganas de ver la cara de ella cuando viera lo que teníamos. Antes de quitarle las manos de los ojos tenía que decir unas cosas por lo que me acerqué a ella para decirle suavemente lo que le tenía que decir – el primero es de la pequeña princesita, el último es de mi parte y antes de que veas lo que es tengo que hacerte pensar de que de adaptan a tu figura con magia – después de eso me separé un poco de ella y le quité las manos de encima de sus ojos para que pudiera ver. Encima de sus piernas había dos regalos, uno encima de otro por lo que se entendía que el primero era el de arriba del todo. En cada uno había una tarjeta. En la primera tarjeta era escrita por Gabriella con ayuda de Lily claro estaba, pero se entendía que ponía “pada mi mama espedo qe te juste y qe no pases frio por las noches. Te qiero” El papel de regalo era de colores alegres como le gustaba a Gabriella, estaba muy bien empaquetado por lo que se notaba que era echo por Lily. En su interior guardaba dos cosas (cosa numero uno) y (cosa numero dos) Mientras miraba las dos cosas me acerqué a ella un momento - son sencillas pero así quería que fueran la princesa - dije sonriendo mirando orgulloso a Gabriella, tan pequeña y ya le gustaba hacer felices a la gente y elegir por su cuenta. Luego en el segundo paquete ya estaba empaquetado con papel más oscuro, concreta mente marrón oscuro. Encima una tarjeta que con diferencia estaba bien escrita, pero se notaba que era mi letra, en la tarjeta ponía "Para mi futura esposa y madre de mis hijos, espero que a pesar de que tengamos muchas cosas que hacer no se acabe nuestras noches juntos fuera de casa. Te amo mi reina" En el interior de ese regalo había (esto) Después de que lo abriera me acerqué a ella por detrás y apoyé mi barbilla contra su hombro - si no te gusta dímelo y vamos a cambiarlo cuando quieras y por el cual quieras, que te mereces lo mejor cielo -

Al llegar a casa después de que hubiera cogido a en brazos a Gabriella completamente mojada, Mike me la quito llevándosela hasta lily para coger la toalla y secarla el como había dicho, me había dejado la ropa bastante mujada, aunque no me importaba mucho, lo contrario mas bien me alegraba verla tan feliz, y bueno como quedase la ropa era lo de menos, para eso y mucho mas eramos dos magos adultos y un elfo domestico en la casa. cuando terminó de secarse Gabriella salió corriendo hacia el interior de la casa imaginaba que a coger el dibujo que había hecho, -ponte las zapatillas que te vas a caer!-dije nada mas ver como salía corriendo, esperando que se hubiera secado bien los pies por que mucho caso no es que me hubiera hecho, pero no me podía quejar que yo solía hacer tres cuartos de los mismo. Me senté en la silla que Mike me había indicado y al momento el me tapó los ojos con las manos, no pude evitar reír divertida por lo que estaba haciendo -tan poco te fías de mi?-dije en un tono de niña buena con el que no pude evitar sonreír. Noté como alguien dejaba algo sobre mis piernas pero Mike seguía tapándome los ojos, por la primera sorpresa era de parte de la pequeña Gabriella y la otra de Mike, apartó las manos y pude ver dos paquetes bien envueltos sobre mis rodillas, solo había que mirar los colores para saber de quiera cada uno. -Este con unos colores tan bonitos tiene que ser el tuyo no Gaby?-la niña asintió sonriente, parecía tener ganas de ver si me gustaría o no, leí primero la tarjeta que imaginaba que lily le había ayudado a escribir- Pero que lista que eres! mira que bien escribes-la felicité mirando la nota como si estuviera asombrada-me ha adudado lily-reconoció la pequeña- yo te voy a ayudar a hacerlo tu solita te parece?-ella asintió- y a ver como lees-le di la nota para que la leyese ella -pada mi mama espedo qe te guste y qe no pases fio pod las noches. Te quedo-sonreí al escucharla y abrí el paquete y vi los dos regalos que tenía en su interior, eran dos batas de seda para las noches -te gusta? las he edegido yo!-dijo Gabriella impaciente esperando mi respuesta-me encantan Gaby, son preciosas las dos, dame un beso princesita que tienes un gusto estupendo-se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla, yo la abracé e hice lo mismo -vamos a ver el de papá, pero el tuyo sigue siendo mi preferido- sonrió alegré y eso me bastó para sonreír yo también, el de Mike estaba envuelto en un papel mucho mas serio, que no tenía nada que ver con los colorines de Gabriella, también tenia una nota, pero esa la cogí para leerla yo para mí. -me gustan mas las noches en casa-comenté sonriendo con cierta picardía levantando la nota y mirandole directamente a los ojos, esperando que entendiera a que momentos de las noches me refería, no era algo que pudiera decir delante de Gabriella, pero imaginaba que lo entendería. Abrí el regalo y vi un bonito vestido en negro y con palabra de honor, especialmente de pre-mamá, cosa que desde luego era obvia, hacia un tiempo que ya apenas me podía poner mi ropa por la barriga, y ahora que sabíamos que iba a ser dos y no uno iba a acabar el doble de enorme de lo normal. Se acercó por detrás a mi apoyando si barbilla sobre mi hombro, después de oír lo que decía, giré la cabeza y le di un dulce beso en los labios- tu eres lo mejor mi amor y ya me has hecho el mejor regalo hace tiempo, con Gabriella y los dos pequeños, te amo y eso es poco- le di otro beso -y el vestido me parece perfecto, sobretodo ahora teniendo en cuenta que con dos en unos meses voy a parecer una vaca embarazada -comenté con aire de broma y medio riendo, pero era algo que me tenía un poco preocupada, que al empezar con todos los cambios que iba atener dejase de gustarle a él, sabía que cambiar lo que tenía no lo iba a hacer y menos por el físico que tuviera, pero prefería gustarle como le había gustado hasta ahora y no que no le pareciese nada bien, dejé los dos regalos sobre la mesa que había cerca y me levante de la silla para darle un abrazo a Mike- Gracias por las sorpresas cielo, eres increíble-comenté bajito cerca de su oído- por cierto princesita...-dije mientras me giraba otra vez hacia la niña con el mismo ánimos de siempre- en unos meses me tienes que ayudar a cuidar mucho de dos hermanitos que vas a tener y cuando crezcan un poco podrás jugar aquí también con ellos y bañaros los tres, hacer mas dibujos bonitos... ya veras lo bien que te lo vas a pasar!- esperaba que si le decía solo todo aquello le gustase mas la idea de hacer de hermana mayor, y tener dos hermanitos a los que Mike y yo tuviéramos que dedicarles mas atención por un tiempo, si le decía eso se iba a poner mal así que mejor soltarle la parte positiva

Cuando me preguntó si tan poco me fiaba de ella no le contesté nada simplemente me reí un poco. Cuando abrió el regalo de Gabriella parecía alegrarse bastante y le agradeció por el regalo diciendo que tenía un buen gusto. Antes de abrir el mío ella le dijo a Gabriella que igualmente el que ella había elegido iba a ser su favorito, Gabriella me miró a mi y me sacó la lengua con gracia y yo le hice lo mismo, al final acabamos los dos riéndonos mutuamente. Después de que leyera mi nota me miró con cierta picardía y me dijo que le gustaban más las noches en casa, yo sonreí al ver que ella misma prefería esas noches, me acerqué a ella con una sonrisa pícara y la besé en los labios, luego la besé en el cuello suavemente después de apartar un poco su cabello - ¿quién ha dicho que un momento esos no surge después de una cena bonita? - dije en voz baja para que Gabriella no me escuchara ya que no le convenía saber nada de lo que era nuestros entretenimientos cuando ella dormía, ya lo entendería cuando fuera mayor pero ahora era demasiado pequeña para entender cosas de esas. La volví a besar suavemente en el cuello antes de separarme de ella y dejarla abrir el regalo con tranquilidad. Cuando me volví a acercar a ella apoyando mi barbilla sobre su hombro y al acabar de escuchar lo que yo le dije giró la cabeza y me dió un dulce beso en los labios, después me dijo que yo era lo mejor y que ya le había echo el mejor regalo hace tiempo con la pequeña princesa de la casa y los dos pequeños que aun estaban por el camino. Me dijo que me amaba y era poco para decir. También me dijo que era perfecto el vestido por lo que me alegraba que le gustara ya que temía que sus gustos de ropa no fuera parecidos a los míos, claro estaba que si me decía que no le gustaba íbamos a cambiarlo, yo quería que tuviera algo que a ella le gustara llevar. Me enfadé un poco cuando dijo que dentro de unos meses iba a parecer una vaca embarazada, le dí un empujoncito con el hombro y la miré enfadada – ni se te ocura volver a decir algo así Artemisa, parecerás una mujer embarazada de mellizos normal y corriente, no una vaca embarazada, además fea no puedes ser, porque incluso con esta bariga que tienes le veo su belleza … pensar en que por fin puedo ver a dos pequeñas criaturas que también son parte mía y comenzar a poderlos sentir... es que no Artemisa, no puedo verte fea, eres todo un símbolo de mi vida, ya sin el embarazo eras mi musa que me inspiraba, ahora con los pequeños aun más, y después de que nazcan los pequeños más aún porque todo lo que hemos pasado juntos se ve en ti y no en mi – dije sonriendo mientras pasaba los brazos cada uno a un lado de ella y acaricié con mis manos su barriga suavemente. Dejó los regalos sobre la mesa y se levantó de la silla y me dio un abrazo diciéndome que era increíble – no, eso lo eres tu mi amor – dije completamente contento de verla feliz. Luego se giró a Gabriella y le dio la noticia de los mellizos a Gabriella que al parecer tampoco se había enterado de ello. Gabriella puso cara de sorpresa y corrió hacia Artemisa para darle un abrazo bien fuerte. Parecía alegrarse de verdad, yo sonreí al verlas a las dos felices, era mi deseo, tenerlas a las dos contentas de esa forma yo también lo podía estar perfectamente y sin preocupación de que ellas estuvieran mal.

Me besó en los labios y luego apartó mi cabello para darme un beso en el cuello después de que hubiera comentado sobre su nota, el añadió en tono de pregunta que esos momentos solían surgir después de cenas bonitas, aunque no siempre había sido si, por que la mayoría de cenas tenían que ser con Gabriella, ya que los dos teníamos que estar pendiente de ella, y tampoco era algo que nos molestase. Pero una noche solo para los dos tampoco era algo por lo que fuera a quejarme de tener, como cuando preparo el baño y la piscina solo para los dos, ese día no había podido ver mucho a Gabriella pero la sorpresa compensaba bastante y era toda una noche para recordar, ademas del álbum con fotos de los dos que también había sido parte de la sorpresa de aquella noche, el álbum aun tenía sitios para poner mas fotos, ya que nos quedaban muchas cosas por vivir juntos todavía, como por ahora lo mas cercano, el día de nuestra boda, y el nacimiento de nuestro primer hijo, o hijos en nuestro caso.
-digo de gorda-dije girando los ojos al ver que se había enfadado, pero me subió un poco el animo escuchar lo que decía, según el iba a seguir gustándole, tanto como antes, mientras estuviese embarazada y después cuando diera a luz a ambos bebés. Terminé por sonrojarme cuando dijo que era su musa que le inspiraba. Acarició mi vientre con ambas manos, antes de que me levantase de la silla para darle un abrazo completamente feliz. Después Gabriella se alegró mucho por la idea de tener dos hermanitos como yo se los pintaba, iba a cogerla en brazos otra vez pero de buenas a primeras me dio una punzada de dolor justo en el vientre-Gabriella, anda ve a ayudar a Lily a poner la mesa- dije disimulando lo que había ocurrido, Gabriella se fue sin sospechar nada y en cuanto se metió en la casa no me molesté en disimular mas, me llevé una mano al vientre con una expresión donde se veía que algo no iba bien - Mike...-lo miré bastante asustada, tuve otra punzada y al instante desapareció el dolor, pero me sentía mucho mas cansada como si llevase varios días sin dormir, me temblaban las rodillas y me sentía bastante mareada, sintiendo una fina capa de sudor helado por el cuerpo, en un momento perdí el equilibrio.

Después de que Gabriella se alegrara por tener dos futuros hermanitos parecía que Artemisa la iba a coger pero algo le impedía, me quedé un poco extrañado y escuché como Artemisa ordenaba a Gabriella que ayudara a Lily a poner la mesa. Gabriella se fue sin sospechar nada y cuando ella se fue Artemisa mostró su verdadero dolor y escuché como me llamaba con voz asustada. Me preocupé y me acerqué a ella, pero antes de acercarme completamente a ella volvió a sentir un dolor fuerte y de un momento a otro perdió el equilibrio. Tuve tiempo de cogerla de un brazo y ponerme delante de ella para aguantarla a tiempo de que cayera al suelo y se hiciera daño a ella y a los bebes. La apoyé encima mía como si me abrazase por el cuello la cogí cuidadosamente para tumbarla con cuidado sobre una amaca de madera que teníamos donde encima había un cojín de esos grandes que cubría toda la amaca y luego dos pequeños para acomodarse uno mismo. Cogí un cojín de los pequeños después de tumbarla allí y se lo coloqué debajo de su cabeza para que estuviera más cómoda. La miré preocupado por lo que le podía pasar – donde te duele? - pregunté preocupado. Cuando me mostró que la zona que le dolía era el vientre me acerqué allí. Le tuve que levantar el vestido veraniego que llevaba para poder ver la zona que le dolía. Pero al mirar no veía nada que resultara fuera de lo normal, ni tan solo una pequeña marca de rojez, era completamente extraño. Pero había pensado que podía intentar una cosa, era posible que funcionara pero no era seguro del todo que se iba a tener resultado – voy a intentar una cosa – coloqué mis manos sobre su vientre, una a cada lado. Mi habilidad de telequinesis me había enseñado a poder sentir en los cuerpos otros tactos que se formaban en el interior de otro cuerpo, con algo de suerte podía sentir a los bebes. Lily al parecer vio la escena y dijo desde la ventana de la cocina que iba a llamar al ginecólogo, yo no dije nada porque estaba concentrado en lo que hacía. Cuando me concentré lo suficiente pude sentir a los dos pequeños en el interior de su barriga pero por sus movimientos no parecían estar muy alegres. Uno empujo a otro, en ese momento Artemisa volvió a sentir un dolor en el vientre. Separé mis manos de encima de su viente asustado, sin saber que hacer pero completamente asustado – tienen mi habilidad, al menos uno – dije mirando a Artemisa algo asustado aún por lo que acababa de sentir. Desde la ventana Lily dijo que el médico venía lo antes posible. Miré a Lily con cierta preocupación, luego volví a mirar a Artemisa no sabía que hacer. Pero volví a poner mis manos sobre su vientre y sentí como el que había recibido el ataque anterior era el atacante ahora. Parecía increible, los dos estaban luchando entre ellos. Me acerqué a Atemisa - tranquila, seguro que el médico sabrá que hacer - al menos eso esperaba...

Mike me pude coger antes de que cayera al suelo y pudiera hacerme mas daño aun , a mi y a los dos bebes que estaban en mi interior, aunque sin saber a que venían esos dolores y el mareo que ahora sentía, podía ser que ellos ya estuvieran en peligro y nosotros no lo supieramos. Empezaba a asustarme de verdad mientras Mike me sujetaba y me tumbaba en una se las hamacas de madera con cojines que había en el jardín mas cercana a nosotros. Preguntó donde me dolía y en ese momento sentí otra punzada aun mas fuerte, no pude evitar soltar un pequeño quejido de dolor -es un poco evidente no?-dije mas borde de lo que quería pero me estaba poniendo de los nervios con aquellos dolores, primero por la razon obvia y es que dolía bastante y segundo por la preocupación de que no sabía que les pasaba a los pequeños para que yo sintiera esos dolores tan fuertes. Dijo que intentaría una cosa y me levantó el vestido para dejar mi barriga al descubierto, estaba completamente normal como si no pasase nada, puso una mano a cada lado de mi vientre y escuché como lily decía que iba a llamar al ginecólogo. Sentí otra punzada de dolor y en ese momento Mike apartó las manos alterado, y dijo que tenía su habilidad-¿que están haciendo?-pregunté preocupada sabiendo que el podía haberlos sentido a través de la habilidad que poseía lo que no caía ahora era en porque no había hecho eso antes. Lily dijo que el medico ya venía y Mike volvió a poner las manos en mi vientre y sentí otra punzada de dolor, intentó calmarme diciendo que el medico sabría que hacer- dime tu cuanta gente conoces con telequinesis, muy poca, y de esos pocos dime cuantos de ellos son mellizos -por conocer no conocíamos ningunos, ni en historia ni en el día a día, ya eran escasos de por si, los niños que nacían con la habilidad de Mike, y que fueran mellizos era algo mas raro aun , no tenía ni idea de que podría hacer el medico respecto a algo que apenas se conocía. -duele...-me pareció oir una voz-¿que has dicho?-`regunté pero me di cuenta en seguida de que Mike no había abierto la boca - Dejame!-sentí otra punzada, pero esta vez me di cuenta de que no era una voz lo que oía sin no una especie de siseo, abrí los ojos entre asustada y sorprendida, miré fijamente mi vientre esperando estar equivocándome - ¿quien te hace daño? -pregunté en parsel, la lengua de las serpientes, no quise ni mirar a Mike, sabía que a el no le gustaba el Parsel, como a la mayoría de personas normales, era una habilidad de los magos tenebrosos sobre todos, y estaba ligada a la familia Slytherin - ella... no me deja quiere mas espacio, esto es peq...ah!- me quejé al mismo tiempo al sentir otra punzada de dolor - le estamos haciendo daño!-a pesar de ser un siseo, yo lo entendía como una voz, y me parecía una voz de niño, y si quien le hacia daño era ella... - ella me entiende tambien?-pregunté esperando que fuera un si, para poder decirle que se estuviera quieta - no, ella es mas fuerte pero no puede hablar ni entenderte -estuve un rato en silencio procesando todo lo que acababa de recibir, tenía un par de mellizos, que se estaban peleando en mi interior por que los dos tenían la habilidad de su padre, que era la telequinesis y ademas uno de ellos era un niño que me estaba diciendo con mi habilidad, que era el parsel que el otro bebé era una niña y que era mas fuerte... -son niño y niña, lo que les pasa es que están un poco apretados ahí dentro...-dije aun bastante rallada -no creo que el medico vaya a poder hacer mucho, ni siquiera creo que esto se haya visto antes, -estaba empezando a preocuparme por lo que podía pasar si ya estaban provocando esto a cerca de 4 meses de embarazo en el momento del parto no quería ni imaginar todo lo que podía pasar, estaba asustada- ayúdame a subir a la habitación, prefiero que el medico me vea allí

Artemisa me preguntó lo que estaban haciendo con preocupación, pero yo no encontraba palabras algunas para explicar lo que sentía y en parte solo deseaba que esta parte mala fuera de un sueño. Cuando la intenté calmar ella me pregunto de cuantas personas conocía con telequinesis y de los pocos cuantas que sean mellizos, sinceramente no conocía a ni una sola persona, pero por intentar decir algo que la tranquilizara iba a ser capaz de decir lo que fuera – tu tranquilizate aunque sea imposible, quizás tenga un tranquilizante o algo – le di un beso en la frente y di un pequeño suspiro. De un momento a otro me preguntó lo que había dicho y la miré con cara extrañada – no dije nada – Luego de un momento a otro comenzó a hablar en parsel y eso ya me asustó mucho más, no me gustaba la idea de que pudiera hablar el parsel menos el momento de escucharlo, pero si era necesario era necesario, pero en esos momentos no sabía muy bien lo que pasaba por lo que la dejé hablar hasta que me dijera a mi algo. De mientras intentaba tragarme todo lo que estaba pasando, quizás uno de los dos pudiera hablar pársel, al menos era lo único que parecía más lógico. Sostuvo un rato el silencio y cuando acabo de pensar me dirigió la palabra a mi, mientras la escuchaba la miraba con cierta preocupación. Me dijo que eran niño y niña y que estaban un poco apretados allí dentro por lo que entendía porque sentí esos golpes que se daban mutuamente – yo sentí eso, los empujones – trague saliva y dijo que el médico no iba a poder hacer mucho ya que creía que ni tan solo habría visto algo parecido. Yo trague saliva – quizás tenga algún tranquilizante – me pidió que la ayudara a ir a la habitación por lo que no negué para nada y la cogí en brazos para subirla a nuestra habitación y allí tumbarla suavemente sobre la cama. Me senté a su lado preocupado y volví a levantar le el vestido – voy a intentar algo – puse de nuevo mis manos sobre su barriga, cerré los ojos y me concentré. Pude volver a sentir a los dos como se movían, antes de que alguno de los pudieran dar un ataque yo los paraba y hacía que su acto se eliminara por completo, pero para ello les tenía que hacer un poco de daño a ellos para que entendieran que en esos momentos había una tercera persona que podía con los dos, lamentablemente no me podía comunicar con ellos a través de la voz, pero hacía lo posible para no causarles demasiado daño y hacerles entender. Uno de los dos al parecer me detectó enseguida y dejó de molestar al otro, pero en cambio me comenzó a molestar a mi y no parecía querer quedarse con los brazos cruzados y consiguió atacarme a mi haciendo que sintiera un nudo en el estómago pero que cuando es creado por una emoción propia, gemí un poco de dolor y bajé la cara pero no abrí los ojos. No le hice nada porque no quería hacerla daño y que comenzara de nuevo a dañar a su hermano. Pocos momentos después el médico entró en la sala.

El mismo se dio cuenta de que yo tenía razón y no había ningun caso de mellizos con telequinesis, sin duda de hubiera habría sido algo famoso solo por lo extraño que era, pero nunca había oido algo asi, aunque solo fuera en san mungo habría habido constancia de algo asi tan solo por que la madre de esos mellizos habría psado por lo mismo por lo que yo estaba pasando ahora. Trató de tranquilizarme diciendo que a lo mejor el médico tenía algo, pero con me calmó mucho con eso, ya estaba bastante nerviosa pensando en lo que podía estar pasando y el dolor no llegaba a dismunuir del todo antesde que sintiera otra punzada. Mientras hablaba parsel con el bebé procuré no mirar a Mike, a el no le gustaba eso, ni a nadie practicamente y ya me imaginaba la cara que debía de tener,no era muy dificil llegar alrazonamiento de que uno de los bebés hablaba parsel- la niña es mas fuerte con tu habilidad pero no puede hablar parsel, el niño tiene mitad y mitad, puedo hablar con el pero no tengo forma de hacer que la niña me escuche - y el parsel no era una lengua que se pudiera aprender, o nacias sabiendola o no lo ibas a entender nunca se pude imitar pero no lo entiendes, solo mas bien se pude ser como un loro si no lo sabías, esa era la razon por la que muchas veces no distinguia si era parsel o estaba hablando normal, por eso el niño aunque si hablabamos normal no nos iba a entender en cambio si tenía la mente adaptada al parsel y aunque no hubiera nacido aun podía comunicarse con completa facilidad, pero era muy diferente para la niña.Dijo que el había sentido los empujones que se estaban dando-quizas no sea tan malo entonces, tu sientes todo lo que pasa ahí dentro y yo puedo hablar con uno de ellos -dije calmandome un poco. Me cogió en brazos y mas que ayudarme me subió el mismo a nuestra habitación y me dejó tumbada sobre la cama, sentandose a mi lado bastante preocupado, Volví a soltar otro quejido de dolor al sentir de nuevo una punzada. Mike dijo que iba a intentar algo, volvió a levantarme el vestido y puso ambas manos sobre mi barriga como lo había hecho antes, cerrando los ojos para concentrarse, por un momento el dolorcomenzó a disminuir-que esta haciendo?-pregunté al bebé en parsel para no interrumpirlo a él, preferíaestar aunque fuera cinco minutos sin el dolor- nos para antes de que nos ataquemos entre nosotros, y se esta peleando ahora con ella, se esta poniendo nerviosa- eso no parecía quefuera algo bueno ni para ellos dos ni para mi - para Mike la estas poniendo nerviosa -dije preocupada y luego me fije en como estaba adectando el ataquede la niña a Mike- estate quieto, no sabe lo que esta haciendo y la estas asutando -al momento entró en medico en la habitación, ya iba siendo hora de que llegase, solo tenía que haberse aparecido cuando lily lo llamo pero había pasado un buen rato ya, lily lo había puesto altanto de lo que ella sabia que increiblemente era casi todo nosotros solo le añadimos que podiamos comunicarnos con losbebés atraves del parsel y la telequinesis-ahora mismo no he encontrado algo definitivo que pueda arreglar lo que acurre pero hasta que tengamos algo mas lo mejor va a ser que descanse bastante, voy a inyectarle un sedante que la dejara dormida unas cuantas horas y haras que los dos bebés también se relajen -sacó un jeringuilla del maletin que traía y me pusepalida al instante, no me gustaban mucho las inyecciones pero no me quejé, ya que era lo mejor para que los tres nos calmasesmos un poco, almomento estaba completamente dormida.

Después de que Arte de quede completamennte dormida el medico le pide a Mike para hablar un momento los dos a solas, salen de la habitación para dejar que arte descanse sin problemas y en la propia puerta el medico comienza a hablar -No he querido decirlo delante de su mujer pero lo que le esta pasando es algo realmente peligroso, he estado mirando entre los archivos de san mungo y existio un caso similar, una mujer se quedó embarazada hace ya bastantes años de mellizos que resultaron tener telequinesis, comenzó a presentar los mismos dolores que esta teniendo la señora Slytherin, la unica diferencia es que no habíamanera de comunicarse con los niños por que el padre desapareció al poco tiempo y la mujer no tenia la habilidad de hablar parsel, ella y los bebés murieron después de casi ocho meses de embarazo, durante un parto prematuro, pero ya llevaba bastante tiempo con la salud sensible por las peleas de los bebés dentro de ella, no hay mucha diferencia con el caso de su prometida, tenemos medios mas modernos y pueden comunicarse con ellos, pero sigue siendo algo poco conocido como para estar seguros de como actuar, en cualquier caso alguno de los bebés tendría mas posibilidades de sobrevivir si ocurriera lo mismo, o eso pone en el informe del caso que le digo, uno de los dos sobrevivió al parto pero murió a las pocas semanas por secuelas, creo que es mejor que sea usted quien se lo diga cuando despierte o cuando crea mas conveniente

Cuando estuvimos en la habitación y yo miraba de controlarlos a los dos Artemisa me dijo que parara que la estaba poniendo nerviosa, pero eso era de lo que se trataba, ponerla nerviosa y que notara que si ella atacaba iba a ser peor todavía. Ella volvió a insistir diciendo que me estuviera quieto ya que ella no sabía que era lo que estaba pasando y que a estaba asustando, antes de que digiera algo fue el momento en el que sentir ese dolor punzante en mi interior. Separé las manos de ella e intenté calmarme yo un poco intentando neutralizar ese dolor que sentía. Poco después entró el médico y al final acabó dando un tranquilizante a Artemisa para que ella y los pequeños se tranquilizaran y esa lucha interna acabara de una vez. Poco después el médico me pidió que saliera un momento afuera y sinceramente, si hubiera tenido idea de lo que me habría dicho allí ni me apetecería salir, pero lamentablemente no tenía ni la más remota idea de lo que me iba a decir en esos momentos. Al salir el me explicó que hubo un caso parecido años anteriores, pero que lamentablemente los padres no se pudieron comunicar con los pequeños, y la madre murió durante el parto prematuro al igual que los dos pequeños que también poseían la misma habilidad, la telequinesis, y que igualmente luchaban en la briga de la madre para tener más espacio. Esa mujer tenía los mismos síntomas que Artemisa y ella acabó muerta. A pesar de que el médico me repetía una y otra vez que teníamos ventaja de que nos podíamos comunicar con ellos no pude evitar por igual que los ojos se me humedecieran y unas lágrimas recorrieran mis mejillas. El médico me intentó tranquilizar un poco pero no consiguió gran objetivo y decidió que después de decirme que si sucediera algo que le llamáramos era hora de marcharse. Me apoyé a la pared con la espalda y dejé caerme al suelo para acabar sentado en el. Escondí mi rostro entre las piernas y las lágrimas siguieron bajando por mis mejillas. ¿Como podía ser? ¿Por qué el destino tenía que ser tan cruel? Todo iba perfecto, tenía a la mujer que amaba, a mi pequeña princesa alegre y mis futuros sanos y salvo, pero ahora había girado todo un giro, Artemisa y los bebes estaban en peligro a muerte y era lo que más miedo me daba. ¿Como iba a seguir sin Artemisa? No podía, ni tan solo tendría motivo para levantarme de las sabanas un día más y alegrarme cuando fuera la hora de volver a casa. No, no habría motivo alguno. No tendría un cuerpo al cual abrazarme por la noche y simplemente quedarme dormido a su lado, o despertarme con una sonrisa de una persona que amo y ya alegrarme la mañana, o esos besos que curaban cualquier herida... No sería para nada lo mismo, estaba cabreado, cabreado conmigo mismo por tener esa estúpida habilidad que puede que salvase lo que más amo en este mundo en algunas ocasiones pero que ahora mismo esa habilidad era la causante de su dolor y posiblemente de su futura muerte. Era un dolor que no podía tragarme, pero no me quedaba más remedio de hacerlo, no podía contárselo por nada en el mundo. No quería que supiera que quizás fuera a morir y cambiar todo. Tenía un plan, si de verdad muriera, e incluso si no lo hiciera, iba a hacer todos los días los más felices de su vida, para que tuviera un buen recordatorio, era lo mínimo que podía hacer en esos momentos... hacerla feliz... devolverle toda la alegría que me transmitió en su momento, era lo mínimo y eso iba a hacer. Me sequé las lágrimas e intenté recuperar un poco el aire, fui al baño para lavarme la cara y luego fui a cenar con Gabriella y dije que Artemisa estaba demasiado cansada como para bajar a cenar. Ella lo comprendió y por eso no insistió más y cenamos solo los dos. Al acabar de cenar ayudé a Lily a colocar las cosas a su sitio y me fui a la habitación. Al entrar Artemisa aún seguía durmiendo. Pero por un momento pensé que no todo ella estaba durmiendo, alguien estaba despierto. Pensando que esa era una sensación irreal mía me acerqué a la cama para tumbarme, pero antes de tumbarme tuve de nuevo una punzada en el estómago, pero esta vez mucho más fuerte que la anterior. Gemí de dolor sintiendo como si algo se estuviera rompiendo esos momentos en mi interior. Lily vino corriendo hacia la habitación y llamó un médico de mi parte ya que yo no me podía mover para nada de como estaba. Me coloqué tumbado del suelo pero tuve que encoger el estómago porque me hacía bastante de daño. Los médicos no tardaron en venir y me llevaron a una habitación a parte para revisarme sin la observación de un miembro familiar. Al final de la revisión me dijeron que me había roto la última costilla. Por suerte gracias a la magia se curó rápidamente y como si no hubiera pasado nada, pero hubiera tenido una hemorragia interna no la hubiera sobrevivido.

Me desperté sola en la habitación, no tenía ni idea de cuanto tiempo había pasado desde que el medico me dio el tranquilizante aquel, pero ya había anochecido y todo por lo que imaginaba que bastante. Había podido descansar sin dolores ni ninguna clase de molestia por las peleas de los bebés y ellos también parecían mas tranquilos ahora estaban quietos sin pelearse por lo que no me causaban ningún dolor. Pero me preguntaba donde estaría Mike, estaba en la habitación cuando me dormí, y era lo bastante tarde como para que Gabriella ya hubiera cenado y se hubiera acostado. Iba a levantarme de la cama pero en ese momento entró lily en la habitación y no me dejó moverme de la cama, pero no me apetecía seguir tumbada así que me senté mientras le preguntaba por Mike, y por lo que había pasado desde que me había quedado dormida. Me contó que el médico se había ido nada mas dormirme yo, y que como había supuesto, Gabriella y Mike ya habían cenado pero lo que pasó después no me gustó nada, Mike había vuelto a la habitación pero sintió un enorme dolor y tuvieron que venir algunos médicos a ver que le pasaba, se había roto una costilla y ahora estaba en otra habitación descansando. Lily se fue y me acordé de que la niña no había sido la única que lo pasaba mal durante su pelea -vosotros no tendréis nada que ver verdad?-pregunté en parsel - ella le ha roto la costilla para protegernos, tu estabas dormida - me quedé asombrada con lo que me decía el niño
-Portegernos de Mike?
-de quien nos atacó antes, ella dice que estaba intentando hacernos daño
-puedes hablar con tu hermana?
-solo yo
-dile que se equivoca, el no quiere haceros daño, todo lo contrario, quiere lo mejor para vosotros dos y para mi, es vuestro padre no os va a hacer daño
-pero nos atacó
-para que os estuvierais quietos y entendierais que me estabais haciendo daño, pero a vosotros no os haría daño nunca
-pero..
-no pero no, es vuestro no podéis atacarle y romperle una costilla, os quiere tanto como yo y el no va a dejar que os pase nada
-dice que lo siente
- esta bien...vamos a buscarle vale?
-vale
Me levanté de la cama y me fui a la habitación de invitados donde supuse que se había quedado Mike y acerté, estaba tumbado en la cama pero no tenía del todo claro si se había dormido ya o no. Me senté en la cama al lado de el y le acaricié el pelo con una mano-Mike

Mientras que los médicos me curaban me preguntaba como había pasado, sin ganas de decirles la verdad les dije que había sido un descuido mío con mi habilidad a pesar de que no era todo culpa mía. Los médicos hicieron prisa y pronto de fueron aconsejándome que tuviera más cuidado, algo que iba a tener más adelante. Me tumbé en la cama de invitados tapándome con la manta de arriba a abajo sin ganas de hacer absolutamente nada, ni tan solo de intentar ir de nuevo a mi habitación junto a mi comprometida. Había pillado ese mensaje, alguno de los dos, seguramente la niña, me había atacado con propósito de no acercarme más a ellos, y eso iban a conseguir, no quería que a la próxima ella consiguiera hacerme más daño aún o quizás a Artemisa, no quería que ella sufriera a pesar de que yo mismo lo hacía. Uno de los pequeños no quería que ni tan solo me acercara a ellos cuando yo era su propio padre, eso dolía... hacía mucho daño... A causa del dolor no pude evitar echarme a llorar, intentaba relajarme pero cada vez me maldecía a mi mismo de tener esa habilidad y habérsela pasado a ellos dos haciendo sufrir a los pequeños y a Artemisa y cada vez la sensación de no poder estar cerca de Artemisa cuando quizás fuera sus últimos meses de vida... todo era un dolor insoportable en mi interior... Deseaba acabar con esas emociones pésimas de una vez... pero en cambio no podía... tenía que seguir viviendo por Artemisa y Gabriella al menos, pero a Artemisa no sabía como hacerla feliz si ni tan solo me podía acercar a ella por los bebes... ¿Qué tipo de padre y marido iba a ser yo? Uno pésimo, eso quedaba clarísimo... Además de que no podía hacer nada, era el padre de ellos dos pero no podía evitar nada porque no sabía ni tan solo como poder detenerlos sin hacerlos daño a ninguno, los quería a todos por igual y los quiero un montón, pero en estos momentos me sentía verdaderamente inútil. Me destapé la cara porque ya debajo de la manta no podía respirar, pero igualmente las ganas de seguir llorando aún seguían.
Antes de que pudiera seguir con mis amargos pensamientos sentí como alguien se sentaba a mi lado, me acariciaba el pelo y me llamó por mi nombre. Como era oscuro no me di cuenta de como entraba esa persona pero a través de la voz supe enseguida de quien se trataba, me animó saber que estaba allí, pero no quería que la niña actuara de nuevo de esa manera agresiva – Artemisa deberías de irte antes que pase algo, vete al cuarto, yo me quedo aquí – dije con la voz suave y un poco pausada por el echo de llorar ya que no conseguía mucho aire para poder habar con claridad.

La habitación estaba a oscuras pero al oír el tono en el que me hablaba me pareció que algo no iba bien y encendí la lamparita de noche que estaba en la mesa al lado de la cama, iluminó un poco la habitación no del todo pero lo suficiente para verle la cara y darme cuenta de las marcas de lagrimas que había por su rostro- que te pasa?-pregunté preocupada mientras pasaba una mano por sus mejillas, oí lo que dijo y estaba preocupado de que la niña volviera a atacarle, al parecer el también se había dado cuenta de eso, pero no sabía nada de lo que yo acababa de descubrir hablando con el niño, todo era un mal entendido donde el había salido bastante mal- no te preocupes, no te va a hacer nada mas, he estado hablando con los dos, y el niño puede hablar con la niña pero yo no, ella lo siente mucho, pensaba que como antes la habías atacado querías hacernos daño y solo intentaba protegernos, no sabía que tu eres el padre de los dos -cogí su mano y la puse sobre mi vientre -veis? no os quiere hacer daño si no lo contrario -levante la cabeza y miré a Mike aun algo preocupada por como estaba, le di un dulce beso en los labios- no te preocupes, ahora saben que eres su padre y que no les quieres hacer daño, no van a volver a atacarte -le di un beso en la frente, no me gustaba verlo llorar, era demasiado bueno para eso- y yo no quiero dormir sin ti ni un solo día

Me preguntó que era lo que me pasaba después de que ella encendiera la lamparilla de la mesa e iluminara una parte del cuarto y viera que tenía marcas de llorar sobre mis mejillas. No contesté a su pregunta pero dejé que su mano acariciara mi mejilla mientras decía que se fuera a nuestra habitación y yo me quedaba aquí. Ella intentó tranquilizarme diciendo que no me preocupara, que no se iba repetir porque ella estuvo hablando con ellos ya que ella se podía comunicar con el niño y el niño al parecer con la niña. Ella al parecer pensaba que era un atacador que mi objetivo era solamente hacerlos daño y ella intentaba protegerles, ya que no sabía que era su padre. Cuando acabó cogió mi mano y la colocó encima de su vientre, moví los dedos suavemente con algo de miedo para crear unas suaves caricias. Luego escuché como decía algo en parsel mirando su vientre y al acabar levantó su vista para mirarme a mi con cierta preocupación y me dio un dulce beso en los labios para después decirme que no me preocupara, que ahora sabían que era su padre y que no van a volver a atacarme, pero no era eso lo que temía. Me senté a la cama teniendo de frente a Artemisa – no es por mi que temo cielo, yo puedo aguantar el dolor si es necesario pero es por vosotros que temo, no quiero ser un motivo por el cual vosotros sufráis, no quiero hacerles daño de nuevo solo por intentar ayudar... seré un mal padre si solo les hago daño... - los ojos se me volvían a llenar de lágrimas, mientras hablaba seguía acariciando su vientre y no me atrevía a mirar los ojos de ella por lo que miré donde estaba mi mano. Cuando dijo que no quería dormir ni un solo día sin mi sentí cierto dolor en mi interior pero por suerte consegí tragarme para mi mismo, no quería decirle lo que el médico me dijo, no quería hacerle eso... quería que fuera feliz hasta que llegase la muerta, ya sea dentro de un par de meses o con algo de suerte dentro de un par de años, me daba igual incluso si se muriese mañana mismo, yo quería hacer el resto de sus dias felices y si llegase el día en que no pudiera estar con ella porque la muerte ya nos separó, vivir solo por Gabriella, porque sin Artemisa no tendría motivos para vivir y a Gabriella no la quería dejar sola. Abracé a Artemisa fuertemente pero con cuidado a su barriga para no hacerla daño – yo tampoco quiero dormir ni una noche sin ti -

No respondió a su pregunta pero me di cuenta que muy bien no es que estuviera y eso no me gustaba mucho, no me gustaba que estuviera triste cuando el merecía tener solo cosas buenas en su vida y que todo fueran alegrías, ya había tenido bastantes cosas malas como para el resto de su vida, ahora solo quería hacerle feliz cada día y que se olvidase de todo lo malo que había ocurrido hasta el día de hoy. Cuando puse su mano sobre mi barriga noté como movía los dedos acariciándola suavemente y mas que nada con mucho cuidado, como si temiera hacerle daño alguno a los bebés. Se sentó en la cama quedando de frente a mi y dijo que no temía que le hicieran daño a él si no que fuera el mismo quien ocasionase los daños que nosotros pudieramos sufrir- no seas tonto tu no nos haces daño lo contrario, solo que la pequeña había entendido mal quien eras y por eso te atacó, pero ya sabe que eres su padre y la persona que menos daño quiere hacerle-le di otro beso corto en los labios-creo que podríamos ir pensando los nombres no? no se eso de decirles el niño o la niña hasta que nazcan no me parece buena idea -dije con una pequeña sonrisa, sinceramente me hacía algo de ilusion pensar en que esta vez iba a llegar el embarazo al final y ya sabíamos que eran los bebes y podiamos ponerle nombre-estoy deseando que nazcan y podamos tenerlos con nosotros ya- comenté simplemente feliz por la idea

Me pidió que no fuera tonto, yo no los hacía daño sino lo contrario, solo que la pequeña lo había captado mal y pensaba que era alguien que quería hacerles daño – nunca os haría daño con deseo – dije con voz suave pero una tonalidad normal por lo que ella me podía escuchar y esperaba de que los bebes también. Ella me preguntó si no pensaba que era mejor pensar ya nombres para no tener que llamarles por niño y niña. Asistí con la cabeza y pensé un rato – para el niño me gustan Thomas, Daniel y Joseph, cualquiera de los tres me valen – luego me quedé un poco más pensativo – y para la niña me gustan todos los nombres pero que tengan algo de ingles, sería bonito – escuché lo que dijo que deseaba que tuvieramos los bebes con nosotros cuando nazcan. En ese momento ya no pude aguantar más y tuve que confesar lo que pasaba … no tenía otra alternativa... - Artemisa... escuchame … - dije con tono serio y suave bajando la mirada, viéndome incapaz de decirselo a los ojos – cuando te dormistes hablé con el médico, me dijo que había un caso similar al nuestro hace bastante años atrás, una mujer se quedó embarazada de dos mellizos con telequinesis y comenzó a pasar lo que te pasa a ti, la única diferencia es que no se podían comunicarse con los mellizos. Cuando llegó el octavo mes del embarazo la mujer tuvo un parto prematuro y tanto ellas y los bebes murieron durante el parto.. ella ya tenía mal la salud como para poder seguir adelante con sus hijos... - tragué saliva y la miré a los ojos de nuevo con los ojos llorosos e intenté convencerme a mi mismo que no pasará eso – pero saldrá bien, saldrá mucho mejor, tenemos mejores tecnicas de salud y podemos comunicarnos con ellos, saldrá todo bien seguro, nosotros sigamos con nuestras vidas como siempre, casémonos y sigamos simplemente felices, y si pasa algo tu hablas con ellos o los detengo yo a pesar que reciba - estaba poniéndome nervioso y ya no sabía exaectamente que decir al respecto.

MIke habló en voz suave pero bastante clara como para que lo entendieran bien, imaginaba que eso mas que a mi iba hacia los bebés-¿que ha dicho?-preguntó en parsel, el niño, lo que se le había olvidado a Mike, es que el bebé solo entendía parsel, mientras nosotros hablasemos no iba a entender nada, y la niña menos que no sabía como pero solo hablaba con el niño-que nunca os haría daño con deseo-le traducí al parsel las palabras de Mike para que los dos pudieran entenderlas. Parece que estaba de acuerdo conmigo con que iba siendo hora de que eligieramos los nombre de los bebés, me dio tres nombres para niño, Thomas, Daniel y Joseph y dijo que cualquiera de esos le valían- me gusta Thomas - dije con una sonrisa tontorrona -que te parece a ti llamarte Thomas?- era algo inedito pero gracias a todas la habilidades raras que había en la familia nuestros hijos iba a poder decir si sus nombres le gustaban o no- no me gusta- me quedé pensando en cual de los otros dos sería mejor - no le gusta Thomas-dije normal para Mike ya que el no entendia ninguna de nuestras conversaciones - y Daniel? -volví a preguntar solo al bebé ya que sabía que era uno de los nombres que le gustaban a Mike. El pequeño estuvo callado durante un tiempo- me gusta- dijo al final - se llamará Daniel, nos gusta a los tres -ahora quedaba elegir el nombre de la niña y me dejó que ese lo propusiera yo, poniendo como requisito solo que fuera un nombre inglés- pues... Me gusta Katherine, y Catelyn o Lucy tambien es bonito, Rose, Lilian o Angelina- pase los nombre a parsel y le dije a Daniel que le preguntase a su hermana cuales le gustaban- Lilian, Angelina y Catelyn no le gustan- dijo el pequeño después de un rato- le gusta Katherine, lucy o Rose ¿cual te gusta mas a ti?- le hablé directamente a Mike ya que cualquiera de esos nombre nos gustaban a las dos.
Permanecí en silencio mientras oía todo lo que el medico le había contado mientras yo dormía, imaginaba que por eso se había retrasado, me quedé paralizada sin saber que hacer o que pensar al respecto, si ocurria lo mismo me quedaban cuatro meses de vida, y no solo yo iba a morir si no que los mellizos también. Intentó animarme y convencerme de que todo iba a salir bien, de que no nos pasaría nada a ninguno gracias a que nos podiamos comunicar con ambos bebés, pero ni siquiera el parecia convencido de lo que decía. Me abracé a el sin decir nada, con los ojos llorosos -no dejes que les pase nada, a ninguno de los dos -dije en voz algo entrecortada

Artemisa tradujo lo que yo había dicho, o esa sensación tenía yo. No me gustaba el parsel y cada vez que escuchaba que ella lo traducía me daba un escalofrío por la espalda, pero era algo que me tenía que acostumbrar si quería saber como estaban los pequeños. Ella dijo que le gustaba Thomas, le preguntó al pequeño y estuvieron conversando un rato hasta que Artemisa dijo que se llamaría Daniel – tendrán los apellidos de los dos, supongo yo – a mi al menos me gustaba de que los dos tuvieran nuestros apellidos, pero eso dependía de ella si ella quería que tuvieran su apellido también, el mio lo iba a tener bien seguro. Artemisa dijo que le gustaban Katherine, Catelyn, Lucy, Rose, Lilian o Angelina, lo pasó al parsel y resultó ser que a la niña le gustaba más Katherine, Lucy o Rose, luego me preguntó a mi mi opinión – me gusta más Katherine, es el mas bonito -
Ella permaneció en silencio mientras escuchaba la historia que el médico me había contado de una situación similar. Se quedó paralizada sin saber que hacer o decir. Al parecer mis ánimos no ayudaron para nada. Sin más se abrazó a mi con los ojos llorosos y me dijo que no dejara que les pasara nada, a ninguno de los dos, pero en ese momento le tuve que corregir – no Artemisa, no os dejaré que os pase nada a ninguno de los tres – le di un beso en la mejilla teniéndome que separar un poco de ella. Pero luego me separé más de ella para apoyar mi frente contra la suya y quitarle con suavidad sus lágrimas que resbalaban por su mejilla – no os pasará nada, los tres sois fuertes y valientes, y yo estaré para todo a vuestro lado, no es una lucha en la que yo pueda participar, pero are lo posible para ayudaros de cualquier forma – no los quería perder, ahora no, en estos momentos más felices de mi vida no quería. Quería seguir adelante y que todo lo que me dijo el médico fuera una mentira de mal gusto.

-no te gusta muchoque hablemos parsel verdad?-pregunté a Mike, aunque era una pregunta que no hacía falta que me contestase para saber la respuesta, no le gustaba, pero era la unica manera por la que podíamos comunicarnos con los dos pequeños y era algo que ni Daniel ni yo habíamos elegido, yo había nacido con esa habilidad y nuestro hijo naceria con ella en unos meses pero ya sabíamos de sobra que iba a tenerla. Dijo que tendrían los apellidos de los dos y aunque el apellido Slytherin no gozase precisamente de buena fama, eran hijos tantos suyos como mios asi que llevarian los dos apellidos y después de entre los tres nombres que nos habían gustado a la niña y a mi, Mike escogió Katherine para ella igual que yo había elegido Daniel para el niño- Katherine y Daniel Coman Slytherin - compuse ambos nombres con sus nombres y apellidos para ver como quedaban y no pude evitar sonreir al oirlos, me acerqué a el y lo besé dulcemente en los labios - me gusta como quedan
Después de que me abrazase a el y le dijera que no dejase que les pasara nada a ninguno de los niños me corrigió para añadirme a mi en el gurpo, no iba a dejar que nos pasara nada a ninguno de los tres- y si eso no pudiera ser? no puedes dejar que vuelva a ocurrir lo de la ultima vez-dije en voz llorosa, la ultima vez nuestro primer hijo nunca había llegado a nacer, yo me había salvado si pero no habían podido hacer nada por el bebé y no quería que eso volviera a ocurrir queria que los dos niños nacieran sanos y poder tenerlos con nosotros, pero al parecer eso iba a ser complicado. Me separó de el pegando su frente a la mia y secandome las lagrimas de los ojos, escuche todo lo que dijo, iba a hacer lo que fuera por ayudarnos a los tres - no te alejes de mi - era lo unico que podía pedirle, ya que la que estaba embarazada era yo, el no podía hacer nada mas que apoyarnos a los tres y ayudar de manera diferente pero lo que mas necesitaba ahora era que estuviera conmigo -no le digas nada a nadie, ni a lily ni a gabriella ni a nadie, no le voy a decir nada a Daniel a menos que sea completamente necesario que los dos lo sepan, vamos a seguir como si todo fuera normal- lo prefería asi, ya era bastante con preocuparnos los dos como para preocupar a nadie mas
Al cabo de un rato nos fuimos a nuestra habitación a dormir hasta el dia siguiente