Gran Comedor

Entre en el gran comedor deceando que empesaran las clases y volver a ver a mis antiguos compañeros.
Fui hasta una mesa donde vi alugunos de ellos y los fui a saludar, despues me fui a buscar un sitio para poder sentarme, solo encontre uno por el final de la mesa.

Definitivamente cambiarte en el tren era al opción mas viable, mis pasos resonaban por los amplios y vacíos pasillos. La túnica ondeaba un poco atrás de mi, llevaba el sombrero en la mano. Digamos que me picaba un poco con el vendaje, afortunadamente los puntos estaban haciendo su trabajo. Los podría mostrar en clase y en menos de una semana podría demostrar su eficacia.

Abrí las puertas de par en par, hicieron un crujido. Seguí caminando por la sala casi vacía y me senté a un par de sillas de Ashley. Mire a los alumnos que estaban y me coloque el sombrero.

Me aparezco en el Gran Comedor para la cena de inicio de curso, observando a todo el mundo que va sentandose en sus sitios. Los profesores y los alumnos vuelven al colegio que ha sido clausurado durante todo el verano para poder disfrutar todos del mismo. Suspiro largamente esperando a que el Gran Comedor se llene para levantarme y ponerme delante del altillo desde el que suelo hablar cada vez que hay una cena de inicio o final de curso.

- Buenas noches muchachos y muchachas. Bienvenidos de nuevo a Hogwarts. Espero que vuestro verano haya sido maravilloso pero es hora de volver a estudiar los alumnos y a trabajar los profesores. Este año va a ser diferente a los demás. Como véis, los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons residen en nuestro colegio por problemas técnicos en sus respectivos colegios y hasta que no sean solucionados estáran en Hogwarts. Por eso, los profesores y yo hemos decidido que es hora de que el Torneo de los Tres Magos vuelva al colegio. Participareis todos, aunque solo seran elegidos unos pocos. Tendréis un tiempo para poder presentaros y luego el Caliz de Fuego escogera a los alumnos.

Mientras hablo el caliz de fuego va apareciendo a mi lado, de manera bastante sencilla a como yo lo recordaba cuando aun solo rea una niña.

Víctor hizo una entrada bastante discreta al gran comedor, usando su antinatural velocidad cualquier observador sencillamente habría visto que apareció de repente en su asiento.

Sabía que se había demorado porque ya podía escuchar el discurso de la directora en el hall del colegio, este año no quería irritarla más de lo apropiado, pensando más en su propio bien que en el de la directora, al fin y al cabo desde que había cambiado de condición se había vuelto bastante más irascible.

Entró justo en el momento en el que el cáliz de fuego era convocado. No le parecía mala idea que se convocara el torneo... Al fin y al cabo los estudiantes debían tener miedo por la catástrofe sucedida y lo mejor en esos casos era darle algo con lo que distraerse.

Mientras la directora hablaba se dedicó a observar a los alumnos y a los profesores, al fin y al cabo volvía a ser nuevo en la escuela y no estaría de más ver alguna cara conocida amigable.

Parece que los alumnos se ilusionan con el torneo de los tres magos. Sonrio muy ampliamente, viendo el buen comportamiento de los muchachos y las muchachas hacia sus compañeros de los otros colegios, para los que se han habilidado salas comunes y mesas aparte de las demas casas y hacia las actividades que se les proponen para el nuevo curso.

- Tenéis una semana para la anotaros en el torneo, la semana que viene en una de las cenas se dira quienes son los que participaran. Muchas gracias y a cenar.

Por fin, aparece la cena sobre las mesas para poder comer la magnifica comida de los elfos domésticos de nuestra querida Helga.

Había llegado bastante tarde al gran comedor, no iba despacio pero tan poco rápido, me senté pensando que nadie me había visto, no había escuchado el discurso pero parecía haber impactado en los alumnos.

Pensé en preguntarle al alumno de mi derecha, pero decidí esperar, no era el momento.

Apareció la comida en la mesa, mire a las mesas de las casas vecinas, casi nadie tomaba bocado, de repente se iniciaron conversaciones mas animada de lo normal, algo raro pasaba y aun no me había enterado de que... .

Empece a comer mientras escuchaba una conversación sobre a apuntarse a no se que pruebas, con dragones... y cosas así.

Llegaba tarde al Gran Comedor. El primer día. Atravesé la sala y me senté sigilosamente. Algunas miradas se dirigieron hacia mi, y hacia mi escudo. Incluir Beauxbatons y Dumstrang entre las casas de Hogwarts había sido una decisión muy reciente, que incomodaba a algunos y les producía curiosidad a otros, y para colmo, no había muchos estudiantes de mi casa, por lo que la insignia azul claro de mi pecho parecía brillar aún más. Les ignoré y me senté en la mesa rápidamente, a tiempo para escuchar cómo la directora decía algo sobre el Cáliz de Fuego. El Profeta ya había anunciado que se celebraría el Torneo de los Tres Magos, pero aún así antes de escucharlo de los labios de la directora estaba algo reticente.

Sin duda me apuntaría al Torneo, aunque fuese peligroso, seguro que podría controlarlo. Estaba en buena forma gracias al quidditch, aunque con eso no sería suficiente. Sin duda me esperarían centenares de libros en el cabecero de mi cama cada noche, pero al fin y al cabo ganar el torneo era ganarse una reputación dentro del mundo mágico, y el dinero, aunque no lo necesitaba, no me vendría nada mal.

Mientras cavilaba las mesas se llenaron de deliciosos manjares, aún así los alumnos estaban demasiado emocionados con la noticia y seguían conversando entre ellos.

Miré a mi alrededor y observé a un profesor, bastante atractivo, que parecía algo incómodo con su sombrero, ya que no paraba de moverlo y rascarse la cabeza.

Giré la cabeza y vi a un Gryffindor que había llegado tarde como yo y parecía aturdido y algo extrañado de la conversación mucho más animada de lo normal que estaban manteniendo sus compañeros. Le lancé una sonrisa comprensiva y me serví un poco de pastel de carne.

Sentí como una mirada se fijaba en mi un breve instante, busque con la mirada y vi a una chica con el escudo de Beauxbatons.

*¿Ahora hay alumnos de Beauxbatons en hogwarts? Esto es muy raro, tengo la extraña sensación de que este curso sera especial.

Me lanzo una sonrisa y se la devolví, me plantee el preguntarle si sabía lo que estaba pasando, pero estaba a cuatro mesas de distancia así que lo deje para luego, dejé el zanco de pollo encima del plato y me resigne a ver como los demás alumnos se contaban batallitas del verano. Había de todo, pero eran muy aburridas.

El Griffindor pareció más confuso incluso cuando vio mi escudo, pero aún así me devolvió la sonrisa.
Me volví a concentrar en mi plato un tiempo y me serví el que sería mi tercer plato de esa noche, unas quiches que tenían muy buena pinta. La verdad es que para lo delgada que estaba comía muchísimo.
Mientras comía pensaba en el Torneo y en si sería elegida como campeona de mi casa.

Llegaba tarde ya al gran comedor seguro que ya habian comenzado con los postres ,cuando entre al gran comedor ,vi que todos estaban ablando de un asunto debia de ser bastante emocionante aquella conbersacion por fin me sente en mi mesa y bii pari mi sopresa que aun estaban los primeros platos a si que empece a comer pero sin mucho intusiasmo

Víctor observó sin mucho entusiasmo como aparecía en su plato la deliciosa comida cocinada por los elfos domésticos de Hogwarts.

Tomó una cucharada de la sopa que tenía en el plato, y a pesar de que sabía genial sabía que su organismo no la toleraría mucho, al fin y al cabo tras ese tiempo su estómago ya debería ser poco más que una bolsa inservible.

Se llevó la copa a los labios y tras limpiarse con una servilleta la boca miró a la directora y dijo con voz suave:

Una vez más los elfos domésticos del castillo nos han obsequiado con unos manjares exquisitos directora, espero que halláis tenido unas vacaciones relajantes y que sirvieran para olvidaros un poco de la dirección del centro. - mientras decía eso soltó la cuchara sobre el plato para no volver a tocarla en el resto de la noche y desvió levemente su atención hacia los cuchicheos de los alumnos mientras añadía - Ha sido una idea magnífica que se celebre el torneo de los tres magos, una buena manera de que los alumnos de los otros colegios se integren es hacerlos competir, seguro que nos llevamos una agradable sorpresa.

Hizo tamborilear los dedos contra la mesa esperando que acabara la cena. En su primer año en el colegio cometió una falta de cortesía abandonando el comedor con prontitud, esta vez esperaría a que acabara el banquete para irse.

Los alumnos comen y se van presentando al Torneo de los Tres Magos. Sabía que sería una gran idea que se volviera a celebrar. No tengo miedo de Voldemort, aunque Vladimir siga asustado por todo lo que le pasa, por no poder recordar nada, ni poder recordarnos a nosotros, por no poder recordar lo que le ocurrió, ni quien le hizo daño. Suspiro largamente, sacando por unos instantes ese pensamiento de mi mente, aunque la verdad me entristece lo suficiente y me preocupa más de lo que quiera admitir, al fin y al cabo, Vladimir sigue siendo mi marido, al que siempre he amado y sin el que sería incapaz de vivir, aunque también me cueste admitirlo. A pesar de todo ha sido un buen verano, Vladimir ha avanzado en algunos aspectos y los niños están felices de poder tener a su padre solo para ellos, mejor dicho, de tener un padre al que tampoco son capaces de recordar.

Uno de los profesores me habla y me saca de mi ensimismamiento. Giro la cabeza para mirar hacia el lugar del que me llega la voz y veo que es ese idiota que se fue sin siquiera dar una explicación y al que he tenido que readmitir en un acto de caridad hacia el colegio. Era eso o que los alumnos se quedaran sin sus clases de pociones.

- Señor Claus, creo que la última vez que hablamos quedo bien claro que a ninguno de los dos les interesa la vida personal del otro. No le interesa cómo fue mi verano. Al fin y al cabo, ya se encargo alguien de estropearlo. - le digo con ironía fingida, con un tono que trata de ser amable pero que no lo es. Me sirvo un poco de zumo de calabaza, expresamente preparado para mi antes de añadir. - No sé en que clase de colegio estudió usted o quizá fue a Durmstrang y allí le enseñaron a ser competitivo, no es lo que el equipo directivo busca con esto. Son niños, señor Claus, y los niños necesitan alicientes, no todo en esta vida es estudiar y trabajar o arreglar lo que otros estropean para que la vida de una sea un poco mejor y un poco más feliz.

Una especie de solemnidad me lleno el pecho cuando el cáliz de fuego apareció. Rápidamente recordé casi todos los nombres de las personas que habían muerto en las versiones recientes del torneo. Sabia que los chicos eran chicos e intentarían tener la gloria de un modo rápido. Muchos saldrían lastimados... Apreté la mandíbula y lance una triste mirada al comedor.

La magnifica cena apareció enfrente de nosotros y mi expresión cambio completamente. Tome un poco de aquí otro poco de allá. empecé a comer felizmente hasta que la picazón vino otra vez. Me di por vencido y me quite el sombre dejándome solo con la venda en la cabeza. Seguí comiendo con singular alegría hasta que la directora le contesto con bastante molestia. De repente los elotes se tornaron un objeto tan interesante. Los mire intensamente tratando de dejar que pudieran arreglar sus diferencias sin alguna obstrucción de mi parte.

Terminé mi último plato y observé alrededor. Algunos pocos estudiantes se acercaban al Cáliz de Fuego a depositar su nombre en él, pero la mayoría eran de cursos superiores, de sexto o séptimo, algunos muy jóvenes de tercero, pero ni por asomo nadie de primer curso se atrevía a acercarse. La verdad es que en parte les entendía, tenían muchos más conocimientos y experiencia que yo. Espera ¿me estaba asustando? Desde el primer momento que supe que se celebraría el Torneo decidí presentarme, asumiendo todas las consecuencias.

Antes de darme una oportunidad de mirar otra vez y dejarme amedrentar por los alumnos enormes y corpulentos de último curso, saqué un pequeño trozo de pergamino y una pluma pequeña de mi bolsillo y decidí acercarme a una estudiante en busca de un poco de tinta; ella, como yo estaba escribiendo su nombre en un pergamino.
La chica me pasó el tintero con un deje condescendiente y bastante soberbio, y mientras ella realizaba una perfecta obra de caligrafía, yo escribí rápidamente mi nombre y me acerqué por el pasillo hacia el cáliz.

Alguna mirada curiosa se dirigió hacia mí, otras muchas de aprensión, probablemente debido a mi edad y a mi aspecto flaco y debilucho. Aún así avancé decidida y deposité mi nombre en la copa. Cuando el papel tocó el cáliz salió una gran llama de él, mucho mayor que en todas las ocasiones anteriores. No sabía si sería un buen o un mal presagio. El murmullo del Gran Comedor descendió un poco, debido a la curiosidad que había suscitado el sonido de la llama. Me dí la vuelta y me dirigí de vuelta hacia mi mesa.

Mire que muchos alumnos ya se habian presentado para ese tornoeo ,yo ni loca de atar me presentaria ,mi padre me conto que una de sus novias o lo que sea en la epoca que estaba aqui ,se presento en el torneo y en la trecera prueba sobrevivio de puro milagro perooo despues de cuatro meses murio del trauma que tenia ,a si que yo no ne presento no señor . Mirando mi plato me estaba dando esas nausias de nuevo ,sabia que me estaba poniendo palida a si que lo malo es encontrar algo frioo peroo quee no habia bada para refrescar mi cabeza a si que mire a todos lo lados quise que alguno de mis compañeros de casa se dieran cuanta aunque en esos mismos momentos se estaban presentando jire un poco la cabeza a un lado y mire directa a los profesores para que se dieran cuent ,espero qu se den cuanta porque me tiembla las piernas ,es ¿por nevios ? Nervios de que hiba a tener yo , el caso es que necesito salir ya de aqui ,cada vez sentia que me ponia peor

Cuando aparecieron los postres me dio pena porque no pude tomar ni uno ni medio ,las nausias aun me seguian aumentando , ya no sabia que hacer si hacercarme a laguien para que me ayudaraa... Al menoss pero sabia que eso era peor bueno por intentar no pasara nada digo yo .Me puede de pie perooo me tube que sentar otra vez ,sentia que me hiba a desplomar en cualquier momento ,si alguien no me ayudaba yaa mi vida correria peligro bueno no sera eso simplemente que me desmayare

Al acabar mi ultimo plato alce la cabeza y vi un cáliz en lo alto de la mesa de los profesores. entonces me di cuenta de lo que pasaba el torneo delos tres magos, por eso también beauxbattoms y durmstrang estaban en hogwarts, como un resorte hice que mi pluma escribiera en un papel Marck Digory. Me levante y recorrí el pasillo para ir a parar delante de una copa mas o menos del mismo tamaño que yo, la llama azul que desprendía me dejo anonado unos minutos, cuando volví en mi deposite rápidamente mi nombre en el fuego y volví a mi sitio.

Vallaa porr dioss cuanta jente ya se ha presentado y yo aqui finji estar bien cuando unos pasaron por mi lado aunque realmente estaba mas palida que antes ,esoo significaba que este torneo hiba a ser mas que un torneo no me gusta competir por la gloria o yo que ,si alguien muere es su problema no el mio ,ahora lo que necesito es salir de aqui a si que me acerque a un sico de septimo curso no se como se llama ni me importa solo quiero salir ,aunque no perteneciera en la misma casa que yo ,espero que me ayude

Deci que la comida ya no era mi punto de atención cuando la discusión termino así que me dedique a ver a los alumnos, mesa por mesa, cara por cara intentando descifrar cual seria mi futuro alumno. Mire primero la mesa de mi antigua casa, Ravenclaw, después Gryffindor, Slyterin y al ultimo Hufflepuff. Me detuve en la mitad de la mesa y vi a una joven de primer grado casi desvaneciéndose.

Sin pensarlo dos veces salte de la mesa y salí corriendo atravesé del comedor:- Aun lado!- Les grite a los alumnos que estaban en el cáliz. Choque con algunos pero seguí mi camino, cuando por fin llegue la chica estaba sin fuerzas en el banco. La cogí entre mis brazos y salí corriendo a la enfermería:-Como te llamas?- Fue lo primero que se me vino a la mente. No debía dejar que se durmiera o la situación empeoraría:- «Recuegas» que estabas haciendo hace diez minutos?- Le seguí preguntando por mientras que salía del comedor

Senti que alguien me cojia a brazos y porfin pude sentir el fresco al salir del comedor ,me fije que era un profesor valla los profesores cuando quieren se dan cuanta de lo que ocurre -me acuerdo que que me llamo Violeta Violeta Lair .consegui porfin responder ,pero la otra pregunta ne costo al final le respondi que solo me habia levantado para algo pero no sabia para que -porfabor no necesito ir a la enfermeria si es que me va a llebar alli solo necesito algo frio solo eso nada mas .aunque sentia que cada momentos cerraba mis ojos pero -soy mas fuerte de lo que cree usted profesor .consegui decirselo a su oido

Estaba hablando con un alumno de tercero sobre los nuevos profesores, y los nuevos cambios en Hogwarts cuando un profesor saltó de su mesa de forma bastante dramática, el estruendo paralizó la conversación de los alumnos. Recorrió todo el pasillo hasta llegar a una alumna de Hufflepuff, que parecía encontrarse mal. Otra profesora le siguió y juntos abandonaron el Gran Comedor, con la chica en brazos. Supuse que se la llevarían a la enfermería. Todos los alumnos estaban algo conmocionados. Miré hacia la mesa de profesores y pude ver como la directora parecía preocupada, aunque también algo contrariada.