Re: Robo en el museo

por Mike Coman Vie Jul 05, 2013 12:03 pm

Escuché la pregunta de Monique, la misma pregunta que ella quería saber era lo que yo también quería saber, quería saber por qué todo esto, por qué estaba destinado a estar en esos momento allí y por qué tenía que pasar todo esto. El dijo que gracias a mis padres y gracias a mi podía aumentar el poder ¿pero como aumentarlo? ¿cómo que a mí? Yo aun estaba completamente vivo.

- ¿Cómo aumentar tu poder? - pregunté con la voz algo temblorosa.

Marius me miró con interés – con el sacrificio querido amigo... - en ese momento me quedé sin habla ¿con el sacrificio? Eso iba a significar una única cosa, me iba a matar para tener más poder, porque como el dijo, yo también tenía sangre mágica pasar por mis venas. Después de ese momento Marius se acercó a Monique y la cogió del brazo, ella soltó un giro y puse ver que tenía el brazo ensangrentado, seguro que se hizo alguna herida. Me acerqué a ellos para intentar soltar su mano del brazo de ella. Él la quitó sin mas y la dejo en frente de ella para continuar con su explicación. Yo miré su brazo y la miré a ella con determinación cogiendo su brazo sin poner ni una gota de presión.

- No importa que la coja con delicadeza detective, no es una pluma – dijo en burla de nuevo.

- Lo siento mucho pero yo aún intento tratar suavemente a las personas y no causar su daño – eso ya era un comentario más en general por todo el dolor que habrá causado. No quiero saber a cuantas más familias habrá perjudicado solo por su locura de poder y magia y todo esto que ya comenzaba a molestarme de verdad.

Él nos iba a llevar a algún lugar, eso comenzó a dar mas miedo aún, me separé de Monique antes de que él acabar de hablar y miré a Michael que comenzaba a acercarse hacia nosotros, esto no tenía buena pinta, pero dudo que el quisiera hacernos algo antes de recibir su merito de nosotros. Marius comenzó a hablar en idioma extraño y poco a poco ante mis ojos no podía ver claro hasta que en un momento todo se volvió negro...

No tardé mucho en despertarme, intenté levantarme lentamente mientras que miraba a mi alrededor, ¿era una celda? Miré con mucha más claridad, sí, era una celda. ¿Dónde estábamos? ¿qué iban a hacer con nosotros? Un momento... ¿donde está Monique? Mis vista comenzó a la búsqueda rápidamente, y no tarde en encontrarla con la mirada tumbada en el suelo al igual que lo estaba yo. Me acerqué rapidamente hacia ella esperando que aún tuviera respiración.

- Monique... - dije suavemente mirando a ver si reaccionaba.

Al acercarme a su mirada pude ver que poco a poco despertaba, bien aun estaba viva. En ese momento me acordé de su herida al cual había que hacer algo inmediatamente.

- Espera no te muevas – dije mientras rebuscaba en mis bolsillos.

Tenia que tener algún vendaje elástico de ejercicio que había comprado ayer y que aún no había sacado de la chaqueta americana que llevaba puesta. Bingo... aun tenía la venda, puede ser que no fuera venda de enfermería pero también tendría que servir, además de que se pegaban solas. Comencé a vendar su herida para que no se infectara más de lo que ya podría estar, al acabar simplemente pegue la venda con el pegamento que ya tenía puesto al final.

- Ya te puedes levantar – dije una vez dado el aviso ayudándola a levantarse.

por **Artemisa Coman Slytherin** Dom Jul 07, 2013 4:21 am

Al momento de abrir los ojos me dolió bastante la cabeza así que hice lo más cómodo y los volví a cerrar. Segundos después alguien me llamó por mi nombre y al momento André Leveque se acercó a mi y me acorde de todo lo que había ocurrido hacía unos instantes.

Me incorporé a media e hice caso de lo que me decía sin hacer comentario alguno. Vi como sacaba del bolsillo de su chaqueta lo que parecía una venda de esas elásticas para hacer ejercicio. Leveque cogió mi brazo y envolvió el corte con la venda, era lo mejor que podía tener en esos momentos aunque no pude evitar algún quejido al notar el contacto con la herida - Gracias - murmuré mientras aceptaba su ayuda para ponerme en pie.

Observé la habitación a nuestro alrededor, era una especie de celda con tres pareces hechas en barrotes metálicos, al igual que el techo y una cuarta completamente maciza hecha en ladrillo. Fuera de los barrotes la estancia era oscura apenas alumbrada por las llamas de una chimenea en el otro extremo de la habitación, no había forma visible de salir, estábamos bastante atrapados. ¿qué íbamos a hacer ahora?

por Mike Coman Lun Jul 08, 2013 1:43 am

Me dio las gracias por ayudarla con la herida aunque mientras le ponía la venda se notaba que a ella no le hacía mucha gracia por el dolor.

- No hay que agradecer nada – dije mientras me apartaba de ella para apoyarme a la única pared estable que había. Di un pequeño suspiro mientras mi mente pensaba en que era lo que podía pasar hasta que finalmente decidí en decir la advertencia – Monique si Marius te pide que hagas algo, ya sea algo malo o algo hacia mi hazle caso, a estas alturas no podemos desobedecer, mucho menos con esta fuerza misteriosa – dije seriamente. Marius dijo que se conseguía poder a través del sacrificio de la persona de la cual se quería ese poder, y el me quería a mi según insinuó. Miré con profundidad la sala, no había ninguna cosa que nos pudiera indicar de poder escapar o cualquier cosa, eché la cabeza hacia atrás y respiré profundamente, estabamos atrapados sin duda alguna.

por **Artemisa Coman Slytherin** Miér Jul 10, 2013 6:50 am

Me asomé a los barrotes, pero no servía de nada aquello estaba cerrado a cal y canto. Lo que más me sorprendió es que no había hueco ninguno para una cerradura donde poder insertar una llave para abrir la celda, ni tampoco había ninguna anomalía en los barrotes que pudiera ser una puerta, todos parecían completamente iguales.

Después de examinarlo todo durante un rato me di por vencida, no había forma de salir de allí, estábamos completamente atrapados. Escuché sus palabras pero fruncí el ceño -¿como que algo hacia ti? - pregunté con preocupación, no tenía ni idea de que podíamos esperar que ocurriera pero no me gustaba demasiado como había sonado eso.

Fui junto a él para apoyarme también en la única pared solida de la celda. Cuando me senté me di cuenta de que practicamente había caído pegada a él, pero en vez de apartarme lo que hice fue rodear su brazo con los míos y apoyar la cabeza en su hombro. Después de todo lo que había ocurrido desde las cuatro de la mañana que había recibido el mensaje del robo estaba verdaderamente agotada y por si fuera poco me había visto envuelta en todo aquel lado secreto del mundo que supuestamente estaba en mi memoria aunque yo no lo recordara. Levanté la mirada dejando aún la cabeza apoyada en su hombro - qué crees que nos va a pasar?

por Mike Coman Miér Jul 10, 2013 7:10 am

Preguntó a que me refería en algo hacia mi, la miré para ver si su pregunta era de verdad, si había algo de comprensión en su mirada, pero entendí que lo preguntaba bien en serio.

- El quiere mi “poder” - acentué las comillas con los dedos – pero para tenerlo tiene que matarme con un ritual especifico y ahora que estás tu puedes quizás serle útil para ayudar – y así era la única forma en la que podía tener ese poder que supuestamente yo tenía que el quería.

Se vino a sentar junto a mi, y en ese momento acabó estando pegada hacia mi, al parecer no había calculado bien la distancia, pero en vez de disculparse y apartarse un poco me sorprendió mucho más de lo que había echo hasta entonces. Con una tranquilidad impresionante Monique rodeó mi brazo al lado de ella con los suyos y apoyó su cabeza en mi hombro. En ese momento decidí no hacer nada, simplemente me quedé pensando, era consciente de como estábamos pero a su vez no me molestaba. Escuché sus palabras que formularon una pregunta, di un pequeño suspiro antes de negar ligeramente con la cabeza mientras tenía la mirada perdida al más allá. Luego la miré y noté su cercanía a mi rostro, tenía su mirada a primer plano, una mirada agotadora que ya no sabía que hacer para pasar de todo esto. Impulsivamente me acerqué poco a poco a ella sin darme cuenta, y como de la nada nuestros labios fueron testigos de un pequeño beso.

Al separarme de ella mi mente comenzó a hacerme miles de dudas ¿por qué lo había echo? ¿qué se me había ocurrido? Ahora ella podría pensar que me he pasado, o cualquier cosa. No me separé de ella pero mi mirada la desvié de nuevo al más allá.

- Disculpe, fue un lapsus – dije avergonzado de mi acto, no era el más apropiado en esos momentos.

por **Artemisa Coman Slytherin** Miér Jul 10, 2013 7:32 am

- y ese "poder" no puede servir para sacarnos de aquí? - pregunté esperanzándome de que fuera algo que se le hubiera pasado pero que pudiera funcionar. No me gustaba la idea de seguir en manos de ese psicópata loco que decía ser mi hermanastro. - no voy a serle útil para matar a nadie - respondí frunciendo el ceño, era repugnante incluso la idea. No podía matar a nadie, ni quería ni pensaba hacerlo, había principios que estaban por encima de todos. Para que iba a hacerlo buscando prolongar mi vida si igual yo misma no podría vivir con la carga de haber terminado con la vida de nadie.

Cuando le pregunté que creía que iba a pasarnos giró la cabeza hacia mí pero no me respondió. clavó sus ojos en los míos de la misma manera en la que yo me había quedado embobada observando los suyos. Un momento después me quedé sorprendida al notar sus labios sobre los míos, solo fueron unos segundo pero noté como me daba un vuelco el corazón. Oí sus disculpas pero me encontré ignorando sus palabras y siendo yo misma la que buscó sus labios para volver a unirlos con mayor intensidad.

Después de unos segundo me separé de él con las mejillas sonrosadas y mirandolo directamente a los ojos. le sonreí y hablé - soy yo quien lo siente

por Mike Coman Miér Jul 10, 2013 7:54 am

Me preguntó si el poder que supuestamente tenía yo serviría para sacarnos de allí, me quedé pensativo, intenté descifrar que poder se refería Marius. ¿Qué tenia yo de especial? Lo único que tenía era que las personas que me rodeaban estaban involucradas en temas de esos, nada más, pero... si yo tengo poder ¿habré sido yo en realidad la causa de su muerte? Resultaba escalofriante pensar tan solo en la idea.

- No sé ni que poder tengo, no sé ni de lo que habla, nunca he podido hacer nada, lo único que tengo es simple interés de aprender cosas sobrenaturales – o al menos eso fue provocado por la especialidad de mis padres.

Ella se negó a matar si tuviera que hacerlo, la miré con cierto interés, mucha de las personas matarían por salvar su propia vida ¿por qué ella no? La respuesta era clara, evidentemente ella era diferente.

- En este juego el tema es de vida o muerte, o obedeces o mueres en terribles sufrimientos – no quedaba otras opciones, ya que quien crea las normas de este juego no eramos precisamente nosotros.

Después de ese momento en que mi mente lo asoció como algo vergonzoso noté como fue ella quien esta vez tomó una iniciativa y suplicó por un beso mucho más intenso de lo que habíamos notado antes. Al principio no sabía como reaccionar yo, hasta que decidí responder a su beso mientras que deslizaba la mano más lejana que tenía hacia su cintura intentando acercarla un poco más a mi con suavidad. Al pasar unos segundos ella se separó de mi, me miró con esos increíbles ojos, sonrió con esa sonrisa encantadora y se disculpo siendo muestra de la vergüenza.

- A este paso creo que nos tendremos que disculpar a todos segundos – dije con una sonrisa mirándola directamente a los ojos encantado.

Pasé más mi mano de su cintura hacia su espalda para acercarla al máximo hacia mi y tenerla atrapada entre mis brazos. ¿Será esto efecto del nerviosismo? ¿del miedo? ¿o es efecto de una atracción escondida? Ahora mismo no lo tenía claro, ni tan solo lo quería pensar, los impulsos me habían echo hacer eso, y ahora mismo no lo lamentaba para nada.

- Vaya... no esperaba que sucediera esto, es una sorpresa, pero maldita sensación es, el amor puede ser algo muy malo, creo que los dos ya habéis tenido experiencias malas con ello – dijo Marius apareciendo en la sala con una sonrisa completamente estúpida. Pero él tenía razón, yo había sufrido una pérdida hacía ya dos años, algo que aun sigue estando algo presente pero quedaba superado, pero Monique acaba de perder a alguien que era su pareja hoy mismo. No entiendo como pude ser tan estúpido, era evidente que el pánico nos hizo actuar así, o al menos a ella. Lentamente comencé a separarme de ella y me levanté del suelo. Marius me contempló con la sonrisa aun en sus labios.

- Creo que tenemos algo para usted señor Leveque... - A su lado apareció Michael aun vestido como criatura irrazonable. Esto volvía a tener mala pinta - ¿qué le parece practicar algún ritual? -

por **Artemisa Coman Slytherin** Miér Jul 10, 2013 9:30 am

- daría lo mismo como muriera, si matara a alguien no podría vivir conmigo misma - confesé después de su afirmación, sabía que en las manos que estábamos no sería una muerte rápida ni agradable pero si hiciera algo así tampoco podría considerarme viva aún saliendo ilesa de todo aquello. No soportaría nunca una carga así y para vivir con ella prefería morir antes

Sonreí al escuchar su comentario después de que respondiera a mi beso. por un momento me había olvidado de todo lo que había ocurrido esa noche. Noté como pasaba sus manos por mi cintura y mi espalda haciendo que me pegara más a él. A pesar de estar encerrado en aquella celda, nosotros mismo nos habíamos encerrado, formando nuestro propio espacio entre los dos. No tenía ni idea de como después de todo habíamos acabado así, pero quizás fuera precisamente por todo lo que habíamos pasado que hubiera ocurrido aquello. Pero tampoco me importaba mucho en aquel momento hasta que una voz nos sacó de donde estábamos.

Marius había vuelto a aparecer allí, mofándose de nosotros y hablando de no se qué del amor. André y yo nos semaparamos. Michael también apareció por allí aun pareciendo más bestia que hombre. Después de su pregunta Marius se rió de algo que al parecer solo el entendía - Michael trae a mi hermanita - dijo la ultima apalabra como si se burlara de ello.

Michael se acercó a nosotros atravesó los barrotes como si fueran aire y se dirigió hacia mi, yo retrocedí sin poder evitarlo pero no tenía salida posible. Michael me levantó del suelo mientras pataleaba intentando soltarme pero no servia de nada, volvimos a travesar los barrotes y luego se quedaron tan sólidos como parecían.

-vamos a comprobar si tu madre humana no contaminó demasiado la sangre de nuestro padre, ¿qué te parece volver a recordarlo todo? - por su mirada imaginé que era algo que no me iba a gustar demasiado

por Mike Coman Miér Jul 10, 2013 9:53 am

Marius ordenó a Michael que trajera a Monique hacia él. Michael pudo atravesar los barotes como si de aire se tratara, pero extrañada mente no me sorprendió nada de nada, a estas alturas ya nada creo que me pueda sorprender. Me puse en frente de ella, Michael intentó golpearle para apartarme, las primeras veces aun pude evitar sus golpes pero uno pudo que cayera de lado al suelo. Él la cogió a la fuerza y volvió a atravesar los barrotes con ella en brazos. Me levanté rapidamente y me acerqué a los barrotes

- Tranquilo no la haré daño si eso es lo que piensas... - dijo Marius.

En realidad a él le iba a ser igual hacer daño o no con tal de que consiguiera lo que él quería. Mi mirada se clavo en él y en todos los movimientos que hacía.

por **Artemisa Coman Slytherin** Miér Jul 10, 2013 10:32 am

-bajame - protesté aún pataleando en brazos de Michael, pero este pareció ni siquiera inmutarse de que le estaba dando, era como si no sintiera nada

- suéltala Michael - y así sin más, me soltó dejándome caer al suelo. Solté un quejido al golpearme contra este tan de repente.

Marius se acercó a mí - esto puede que te duela Princesse Monique - se burló al pronunciar ese apodo que recordaba era como me llamaba mi tío de forma cariñosa cuando empecé a vivir con él. Después de eso puso su mano en mi frente y cerró los ojos. me estaba preguntando que era lo que iba a hacer cuando una oleada de dolor llegó a mi cabeza. No pude evitar gritar y cerrar los ojos con fuerza, traté de apartar sus manos de mi frente pero no pude hacerlo, me había quedado paralizada sin poder mover a voluntad mi propio cuerpo. La oleada de dolor persistió pero un montón de imágenes, recuerdos, empezaron a pasar por mi cabeza. No tenía ni idea de cuanto tiempo había pasado cuando apartó las manos. Respiraba con dificultad, aun aturdida por el dolor seguía viendo muchas de aquellas imágenes sin ser capaz de formar una idea solida, todo me daba bastantes vueltas. - en un rato podremos ver de lo que eres capaz... ahora es su turno señor Leveque, Michael tráelo - aún estaba tumbada en el suelo incapaz de abrir los ojos pero por el alboroto imaginaba que André se resistía pero al final Michael debía de haber podido con él. Giré sobre mi misma, y lentamente abrí los ojos a pesar de que la luz se me clavaba como si estuviera compuesta por cientos de agujas.

Veía que Marius debía de estar diciéndole pero no tenía la cabeza para prestarle demasiada atención. Me fijé también en que lo que ocurría los tenia distraídos a los tres por que nadie me prestaba atención. No tenía ni idea de que era lo que iba a pasar ni de que podía hacer yo, pero una pequeña bombillita se encendió en mi cabeza al mismo tiempo que el recuerdo de una palabras cuyo significado ahora no recordaba pasaba por mi cabeza. Casi por instinto me levanté y llegué lo más rápido que pude hasta André, interrumpiendo a Marius y lo que fuera que estaba haciendo. Agarré el brazo de André y pronuncié esas palabras en el mismo idioma que las que había escritas en las paredes de la Salle des Etats. Un momento todo se había vuelto negro y notaba como si estuviera cientos de metros bajo el mar, sin poder respirar y con todos los pascales de presión sobre mí. Un momento después toda aquella sensación desapareció tan pronto como había llegado. Seguía notando mi mano agarrando el brazo de André y cuando abrí los ojos no pude sentirme más aliviada. No había ni rastro de la celda ni de Michael ni de Marius, todo lo contrario nos encontrábamos en el jardín delantero de mi cada en las afueras de París. No tenía ni idea de que había ocurrido, ni de lo que acababa de hacer yo misma, pero habíamos salido, todo aquello era de locos, y como tal yo empecé a reírme hasta que la risa se transformó en lágrimas y llanto, había estado aterrada

por Mike Coman Miér Jul 10, 2013 11:00 am

Marius se acercó a ella, y poniendo tan solo su mano a la frente de ella pareció dominar su mente. Ella gimió de dolor, de un dolor punzante, cerró los ojos y pareció suceder algo en su mente que ahora desde fuera no era visible. Miré con miedo, miré para no resultar cobarde y apartar la mirada en algo que no era un buen juego. Después de que Marius acabara con lo suyo la soltó pero ella quedó completamente inmovilizada, no hizo nada. Miré con pena a Monique, preferiblemente quería acercarme y saber como estaba, pero los barrotes me lo impedía. Miré a Marius cuando dijo que era mi turno, no lo entendía exactamente. Michael vino a por mi, intenté resistirme pero no puse evitar que me acabara sacando a mi también y dejarme frente a Marius un par de pasos lejos de Monique.

- Supongo que miles de dudas pasen por su mente, pero se lo haré simple, quiero su poder y usted sabe como se hace por lo que ya estará mentalizado -

- Yo no tengo ningún poder, lo he dicho ya miles de veces, no tengo nada – dije ya furioso, ¿cuando lo iban a entender?

- Eso es lo que dices tu, pero en el fondo sabes más de lo que crees – Marius me miró con una mirada desafiante, yo no entendía el por qué.

- Humanos... - dijo con cierto asco Michael, si no recordaba mal él también era un humano hace poco.

- Michael calla! - dijo con furia Marius – creo que seré respetuoso y te informaré sobre lo que sucederá ya que creo que tienes derecho a saberlo, dibujaremos en tu frente, tus pies y tus manos unos símbolos, luego te meteremos en un círculo mágico de donde no podrás escapar para luego... -

En ese momento sentí una mano en mi brazo y escuché unas palabras de un idioma completamente extrañó. De un momento a otro todo se volvió negro, noté mucha presión y a su vez falta de aire. Cuando esa sensación desapareció de la nada miré a mi alrededor y me quedé blanco al ver donde estábamos. Ahora mismo estábamos situados a las afueras de París. Miré a Monique que milagrosamente aún seguía a mi lado cogiéndome del brazo. De un momento se comenzó a reír sin más, tan extraño me resultaba su risa que hasta comencé a tener miedo de que Marius le hubiera echo algo mental, pero en un momento comenzó a llorar desesperadamente. En ese momento aun confuso de lo que acaba de pasar me acerqué a ella para abrazarla.

- Sh... tranquila, no estás sola – no podía decir que ya se acabó porque ni tan solo yo sabía si había acabado esto o no. De mientras seguía mirando a mi alrededor, fascinante el como todo parecía ir con naturalidad, pero aún estaba algo desorientado – pero dime ¿donde estamos exactamente? - en vez de preguntar como hemos llegado hasta aquí prefería saber donde estábamos, no parecía que pudiéramos estar bien seguros siendo perseguidos por Marius.

De un momento a otro mi telefono móvil que en teoría estaba estropeado y que lo llevaba encima mía por costumbre comenzó a sonar sin más. Del susto me separé de Monique rapidamente y lo saqué mirando si de verdad era el mío.

- Juro que antes estaba roto... - dice antes de descolgar el número que llamaba - ¿Quién es? - pregunté directamente. Escuché atentamente todo lo que me dijeron – vale, entendido – sin más colgué y sin estar seguro de si Monique me creerá decidí decir el plan – nos vienen a buscar la señora Mari Rosseau, no preguntes cómo, pero sabe de todo lo nuestro y nos viene a ayudar – miré su rostro para saber su reacción.

por **Artemisa Coman Slytherin** Miér Jul 10, 2013 11:19 am

Un momento después de que hubiera empezado a llorar casi desconsoladamente me vi rodeada por los brazos de André quien trataba de calmarme diciéndome que no estaba sola. Me hizo sentir mejor pero igualemente tuvo que pasar un rato hasta que me calmara lo suficiente para poder hablar con normalidad - estamos en mi casa - tomé aire secándome las lágrimas del rostro con el dorso de la mano - en el jardín. -fui a ponerme en pie pero mis piernas no pudieron soportar mi peso y caí al momento, completamente mareada. Al cerrar los ojos las imágenes volvieron a correr por mi cabeza. Apreté los ojos y apoyé la frente contra el hombro de André.
Por primera vez, reconocí a mi padre como mi padre en mis recuerdos, también estaba mi madre, y un Marius más joven. Veía como toda clase de cosas extrañas ocurrían en nuestra vida cotidiana. Como mi padre nos enseñaba cosas en idiomas que no tenía ni idea cuales serían pero los entendía. Aprendíamos sobre hechizos, runas y rituales, yo parecía superar siempre a Marius hasta que en un nuevo recuerdo vi a este asesinando a mi madre y más tarde peleando con mi padre. Este había lanzado un último hechizo de defensa sobre mi por el que Marius no era capaz de alcanzarme. Entonces llegaba mi tio y me sacaba de allí. En otro recuerdo estábamos los dos a solas y el hablaba sobre ayudarme a dormir. Después de aquello veía como había perdido toda memoria de mis 15 primero años de vida, una vida llena de magia y de secretos que ahora volvía a recordar.

Entonces su teléfono sonó y cuando colgó dijo no se que de que alguien venía a buscarnos - quien es la señora Marie Rousseau?- fue todo lo que se me ocurrió preguntar.

-Voy a coger algunas cosas si vienen a buscarnos - me levanté y caminé tambaleandome un poco hasta lograr algo de equilibrio y llegar hasta la puerta de mi casa. tenía las llaves en el bolsillo de la chaqueta que llevaba. Las saqué y abrí la cerradura. Desconecté la alarma y me giré hacia André - crees que me dará tiempo a ducharme antes de que venga? - sinceramente creía que era lo que mejor me podía sentar, pero también prefería coger algunas de mis pertenencias ahora que recordaba su verdadera función. Muchos más que valor sentimental, que era hasta entonces lo que pensaba que tenían.

por Mike Coman Miér Jul 10, 2013 11:51 am

Ella me explicó que estábamos en el jardín de su casa, bastante peculiar al decir la verdad, tenía un aire distinto, al igual que la casa. Noté como ella aún se sentía mareada al notar su gesto de apretar su frente contra mi hombro. La miré sujetándola para que no se cayera o al menos pudiera centrarse más en lo que pasaba por su mente, no lo sabía con certeza de so pasaba algo, pero había algo de mi que me decía que algo había en ella.

- ¿Estas bien? - pregunté preocupado aunque era a estas alturas una pregunta algo tonta.

Después de la llamada me preguntó quien era Marie Rousseau, normal que no tuviera mucho en mente de quien era cuando ella había mencionado una sola vez y la situación de pánico hace desvanecer información de nuestra mente.

- Es la mujer quien me cuido antes y después del orfanato – dije sin más explicación, supongo que allí ella ya se acordaría de que la mencioné en mi relato.

Ella quiso coger un par de cosas si nos venían a buscar, yo simplemente asistí con la cabeza, no le podía decir que no sabiendo que estábamos en su jardín en frente de su casa. Ella abrió la cerradura y desactivo la alarma de seguridad antes de girarse hacia mi y preguntarme si tiene tiempo de ducharse antes de que venga.

- Vendrá en 25 minutos, es puntual – ahora mismo eran justo las 14.55, a las 14.20 iba a pasar por aquí, aun me preguntaba como sabía esta dirección, como llegó a una copia de la llave de mi apartamento como para poder decirme que ya ha ido a por un par de cosas mías y sobretodo el como sabe lo que sucedió.

Entramos a la casa, una casa acogedora, ya nada más en entrar transmitía calidez y ser un lugar cómodo, pero no pude entretenerme mucho con ello ya que estaba más pendiente de que Monique no se cayera ya parecía que cada paso era un reto para ella. Y de echo no tardó mucho en que viniera un momento de esos. Monique en un momento perdió el equilibrio y para evitar que cayera al suelo, me incliné para cogerla de la cintura, acabé prácticamente con las rodillas en el suelo, pero evité que ella se cayera y se pudiera quedar aun casi de pie. Al ver la situación comencé a reírme tontamente.

- No pensaba que iba a suceder tan pronto que me arrodillase en frente de una mujer – dije sin evitar contener la risa ligera – pero vale la pena – dije referiendome a que así pude evitar que se hiciera mucho daño, pero no me di cuenta que también podía significar mucho más.

por **Artemisa Coman Slytherin** Vie Jul 12, 2013 2:56 am

-¿cómo sabe que estamos aquí? - pregunté desconfiada después de que me dijera que era bastante puntual. Realmente nadie sabía siquiera que estábamos fuera de las paredes del Louvre, resultaba de lo más extraño y casual que justo cuando habíamos escapado del psicópata de mi hermanastro nos llamase una mujer sabiendo exactamente lo que había pasado y donde estábamos y además ofreciendose voluntaria a venir a buscarnos y llevarnos a otro lado que nosotros no conocíamos.

Todo aquello dicho de aquella forma resultaba de lo más sospechoso aunque André parecía confiar en ella y era normal si era la mujer que lo había cuidado cuando no tenía a nadie a más. Quizás por eso mismo no me atreví a formular directamente la pregunta de sis e fiaba de aquella situación.

Una vez dentro de la casa, aún estaba algo mareada pero había empezado a darle vueltas a los que había hecho. Ahora recordaba todo aunque iba y venía a ratos completamente desordenado. No podía creer que yo hubiera conseguido sacarnos de allí de una manera tan extraña. Alguien que trabaja y estudia el pasado esta acostumbrado a encontrarse con toda clase de leyendas, mitos y brujerías extrañas, pero no espera verse en vuelta seriamente en algo así y mucho menos haber estado envuelta desde siempre y recordarlo de repente. Tenía muy claro que debía hablar con mi tío sobre todo aquello, el lo sabia, de eso estaba segura, lo que no entendía es porque se lo había ocultado durante tanto tiempo.

Durante un segundo volví a perder el equilibrio y casi hubiera caído al suelo si no fuera por que André había actuado en el momento preciso siendo él quien había terminado por caer de rodillas justo delante de mí.

Reí con él al escuchar sus palabras, aunque no había terminado de entender del todo en que sentido iba su intención al pronunciarlas o si simplemente no se había dado cuenta de las formas en que aquello podía interpretarse. Cogí sus manos y le ayuden a levantarse. Cuando lo hizo volvimos a quedar más pegados de lo que en un principio había esperado. Lo miré durante un momento a los ojos recordando lo que había pasado hacía tan solo unos minutos en la celda mientras estábamos atrapados. Su rostro se encontraba bastante cerca del mio pero aún así no me atreví a seguir recortando la distancia que nos separa si no que me de quedé clavada donde estaba.

por Mike Coman Vie Jul 12, 2013 9:49 am

Me preguntó el como sabía que estábamos nosotros allí, negué con la cabeza con suavidad mirando aun msiteriosamente el télefono – no lo sé, pero pronto me lo contará – ya que yo personalmente se lo iba a preguntar.

Un gesto extraño del rostro de Monique me transmitió la sensación que no estaba del todo confiada con todo esto, parecía desconfiar un poco de la persona que ahora mismo nos iria a ayudar, pero era normal, no la conocía. Preferí no decir nada ya lo vería todo por sus ojos, yo dudaba profundamente que Rosseau nos hiciera algo.

Rió ante mi comentario, menos mal que rió... no me imaginaba recibir una bofetada en esos momentos... Cogió mis manos para ayudar a levantarme, al hacerlo noté como nuestros rostros volvían ha estar cerca. “No por favor...” la tentación era grande pero no debía de hacerlo, todo sucedió antes por el pánico, seguro, era imposible sentir algo, por muy pequeño que sea en estas situaciones de pánico, seguramente fueron creado justo por eso. Pero ahora... no estábamos en pánico ¿qué podía hacer? Quería pero... no debía.

- Gracias... - dije en a penas un susurro.

Solté sus manos casi como si las acariciara y me separé de ella con lentitud.

- Deberías de darte prisa si quieres ducharte y preparar algunas cosas... - dije son suavidad yendo al compás del tiempo.

Cuando ella estaba duchándose y preparando sus cosas miré una pared que tenía llena de libros, y un armario donde había un par de objetos y algunas fotos. En casi la mayoría de fotos salía un hombre mayor, supongo que era el tío del que mencionó Marius.

- ¿Este es tu tío? - pregunté tomando una foto en manos, la verdad es que me resultaba familiar su rostro, pero no sabía de que.

Al cabo de poco mis pensamientos fueron interrumpidos por los sonidos de un coche, el motor era reconocible a 10 kilometros lejos.

- Ya han llegado – dije mientras me dirigía hacia la puerta.

Era un coche de modelo antiguo de color negro, típicos modelos que se podían ver en Londres, el chofer, un hombre ya algo mayor salió por la puerta del conductor y se dirigió hacia la vivienda.

- Señor André, la señora Rosseau me pidió que le viniera a recoger, ¿donde esta la maleta que se especificó que llevaría la señorita Leblanc? - preguntó el chofer.

Miré a Monique y cogí la maleta de su mano y comencé a dirigirme hacia el coche.

- Tranquilo Joseph, lo llevaré yo – dije para luego dejar la maleta con cuidado al maletero, no sabía lo que había menito Monique en ella y prefería no estropear nada por si el caso.

Nos metimos al coche y Joseph condució. El camino se alejó de la ciudad de Paris, dando la bienvenida a grandes campos y prados. Tardamos como una hora de trayecto hasta llegar por fin a una mansión. La mansión era grande, pero solo de dos pisos, tenía un estilo rústico, un jardín enorme pero bastante florecido, a pesar de ser una mansión daba una sensación cálida y familiar. La entrada consistía en una puerta grande de madera oscura, en frente de ella nos esperaba una mujer mayor de cabello gris, ojos azules que mostraban gran sabiduria, y una sonrisa que transmitía calidez. Bajamos del coche y cuando queríamos ir a poro nuestra maleta estas desaparecieron, frente a nuestros ojos el maletero estaba completamente vacio. Comencé a temer que Marius nos hubiera seguido.

- Vuestras maletas ya estan en vuestras habitaciones- indicó Joseph.

Comencé a temer que la magia que poseía Joseph era la misma que tenía Marius, pero sabía que no lo emplearían para mal, o al menos no eran así. Pero con la duda aún en mi mente comencé a dirigirme hacia la entrada no sin antes procurar que MOnique estuviera a mi lado. Al llegar la entrada saludé a Marie.

- Muchas gracias por la ayuda Marie - dije con una sonrisa en los labios, pero con la mente confusa.

- André cielo me alegra mucho verte de nuevo - dijo ella poniendo sus dos manos encima de mi mejilla acariciandome ssuavemente. Luego miró a Monique - Monique querida, por fin te conozco - dijo mirándola con calidez - entrad, no os quedéis allí parados, hay mucho que contar - dijo invitandonos a pasar.

por **Artemisa Coman Slytherin** Dom Jul 14, 2013 4:06 am

Fui a ducharme dándome la mayor prisa posible para tener tiempo también de recoger las cosas antes de que aquella mujer que conocía a André llegara.

No podía evitar preguntarme como era que habíamos llegado a aquel punto y había muchos detalles que aún se me escapaba pero sobre todo no dejaba de darle vueltas a mis nuevos recuerdos que además modificaban muchas de las cosas de mi vida actual. tenía que hablar con mi tío.

Cuando salí de nuevo al salón André aún estaba allí - si, se llama William - respondí a su pregunta. Al momento apareció un coche delante de mi casa, el conductor de este conocía a André también y al parecer era un enviado de madame Rouseau. André metió mi maleta en el maletero y luego entramos en el coche. Me mantuve en silencio durante todo el trayecto y cuando llegamos Josehp, que era como se llamaba el conductor hizo algo de magia para hacer desaparecer las maletas.

Aún estaba recelosa de toda aquella situación cuando por fin conocí a Marie, una mujer ya mayor y de sonrisa cálida que nos esperaba en la puerta de la casa. Me mantuve a algo de distancia ciando Marie se acercó a André pero luego se dirigió a mi, respondí a su saludo educadamente pero luego nos dijo de entrar y decidí preguntar antes - Cómo sabía donde estábamos señora Rousseau? - pregunté intentando no sonar demasiado desconfiada

- atenta a todo como siempre Monique - me quedé clavada al oir esa voz que tan familiar me era. Mi tio, William, salió a través de las puertas de la casa con su tranquilidad de siempre. Mi tio era un hombre que conservaba todo su atractivo a pesar de hallarse ya en los 50, era como una de esas estrellas ya mayores de Hollywood y no sabía como se mantenía tan bien cuando lo que más le gustaba era echarse una buena siesta después de comer y vaguear cuanto podía. Su pelo rubio estaba perfectamente peinado como siempre aunque podía ver más cansancio de lo normal reflejado en sus ojos azules. - acaso no vas a dar un abrazo a tu anciano tio? - abrió los brazos y yo lo abracé como cuando era más pequeña, desde que había llegado a los últimos años de carrera y había entrado a trabajar en el museo apenas tenía contacto con él, siempre estaba demasiado ocupada.

-¿qué haces aquí tio Will? - pregunté cuando me separé de él

- es una larga historia - me miró con una cara que reconocí debido a los años. Siempre me había lanzado esa mirada sinónimo de "hablaremos luego" cuando había gente delante que no quería que supieran del todo sobre el tema que fuera.

Después de algún intercambio más de palabras entramos encabezados por Marie.

por Mike Coman Dom Jul 14, 2013 4:49 am

Escuché el nombre del tío de Monique, William se llamaba. William... no, si lo habré llegado a conocer alguna vez no habrá sido con ese nombre, o quizás nunca supe su nombre. Descarté directamente la posibilidad de conocerlo ya que no quería entrometerme más en mis pensamientos, pero aun me daba infinitas vueltas todo eso.

Al entrar por fin a la casa Monique preguntó directamente lo que ella quería saber, bueno, también he de confesar que yo también estaba curioso por saberlo. ¿Cómo sabía donde estábamos? Pero antes de que Marie pudiera formular palabra para que saliera de sus labios habló una tercera voz. Al girarme lo reconocí como el hombre de las fotografías en la casa de Monique, pero sin duda con algo más de vegez encima. Monique se quedó casi de piedra al verlo, pero no tardó en lanzarse sobre sus brazos cuando el lo preguntó. Escuché la pregunta que ella formuló después de abrazarle y la respuesta que él le dio. En esos momentos tuve algo de sospecha sobre él, pero... no podía tenerlas, si Rosseau le invitó a la casa y Monique confía en él tenía que hacerlo, pero, había algo de mi que no lo dejaba del todo bien.

Marie nos adentró a todos a una sala de estar, donde había dos sillones individuales y un sofá alargado con una mesa rectangular en el centro. A nuestro alrededor había una una pared de ventanales grandes, una chimenea blanca, y un par de vitrinas con objetos dentro y librerías que contenían libros antiguos. A su vez la habitación estaba decorada con vida a través de plantas y flores. En la mesa del centro había una tetera, una pequeña garrafa con café, otra con leche, un cuenco con azucar y luego cuatro tazas con sus respectivos platos, al parecer dos tazas ya estaban servidas, por lo que indicaba que Marie y William ya estaban conversando de antes.

Marie se sentó en un sillón individual, William en el otro y yo y Monique nos sentamos en el sofá. Marie comenzó a preparar una taza de té y me la tendió, sonreí con gratitud al ver que aun conocía mis gustos a perfección.

- ¿Tu que quieres querida? - preguntó Marie a Monique para luego servir lo que ella pidió.

- ¿Podemos saber como sabíais nuestra situación? - pregunté al ver que necesitábamos un inicio para comenzar la conversación que al parecer William y Marie tanto esperaban, o eso indicaban a través de su mirada.

- Conocemos a Marius desde hace ya muchos años, estuvimos espiando sus movimientos para saber que era lo que planeaba ya que a nivel mundial se llevó a cabo muchos robos y los objetos estaban todos enlazados, por lo que sabíamos que Marius iba a tomar venganza. Cuando esta mañana dieron la noticia del robo del Louvre sabíamos que Marius ya iría a vuestra búsqueda, sabíamos que Monique iba a ir si o si, solo nos quedabas saber donde estabas tu André – dijo William.

- William me llamó al saber la noticia y yo sin dudarlo llamé a tu despacho y a tu casa, al no recibir respuesta llamé a la agencia de policia y estos me contaron que habías dio al Louvre y que dirigías el caso. William vino aquí y entre los dos buscamos vuestra alma con unos cristales y un mapa de francia, pero nos era imposible encontraros, hasta que empleamos uno de solo Paris y el cristal nos dijo donde estaba – continuó contando Marie.

- Joseph fue a tu apartamento para ir a por cosas tuyas y luego os vino a recoger después de que Marie os llamara, claro estaba que nos imaginábamos todo lo sucedido, ya que los cristales pueden decir donde están la personas que se busca, al menos que haya magia por el medio – acabó por contar William.

- Pero... ¿qué quiere Marius de nosotros? - era la siguiente pregunta que se me ocurría.

William miró a Marie para que ella lo contara.

- De ti André, quiere tu mente, posees un gran poder allí dentro, no puedes hacer magia, pero tienes el poder de visualizar las cosas por muy años atrás que estén, tienes una capacidad de memoria impresionante y una gran facilidad de entender y aprender, sabes cosas de la magia que muy pocos magos saben. Tienes una habilidad de descifrar códigos y pistas que pocos sabrían descifrar. Todo eso porque gracias a tus padres, aprendiste cosas fuera de este mundo y las has ido almacenando dentro de ti inconscientemente y te has creado habilidades que son esenciales para cualquier mago, y sabes más de lo que un no mago sabe, y Marius quiere todo eso, quiere tu mente – Marie me miró para intentar descifrar mi expresión.

Había cosas de mi que yo ya sabía que eran así, había habilidades que sabía que eran asombrosas, pero nunca me había planteado de esa forma. No sabía que mis conocimientos iban más allá de lo que pensaban que iban, mucho menos sabía que con mi mente podía descifrar códigos y pistas que pocos podrían. Miré mi taza de té sin saber que hacer.

por **Artemisa Coman Slytherin** Lun Jul 15, 2013 5:12 am

A pesar de la seriedad de Marie, tío William estaba completamente relajado removiendo su café con la cucharilla después de echarse sus tres cucharadas de azúcar habituales en el café. Casi me pareció ver una sonrisa en su rostro con las últimas palabras de Marie.

Siempre había sido así, pocas veces se le veía realmente serio y eso era algo que habitualmente sacaba a todo su entorno de quicio pero que yo adoraba de él. Realmente me gustaría ser muchas más veces como él y vivir más en vez de amargarme menos, pero siempre había sido muy meticulosa en mi trabajo y desde que trabajaba en el museo lo era aún más. Mi vida era ese museo lo que hacía de sus problemas mis problemas mas importantes y ahora mismo el Louvre tenía un gran problema.

- Bueno y tiene que robar las piezas más importantes del Louvre para hacerse con su mente? - pregunté molesta quizás siendo bastante fría teniendo en cuenta que hablábamos de la vida de una persona pero no podía evitar ser así.

- Las obras de arte que ha robado no son solo arte e historia, tienen poder, la clase de poder que necesita para obtener el que él quiere - respondió Marie muy seria

- Tranquila, posiblemente las devolverá - se mofó tío Will - también las quiere para tenerte a ti y se ve que no se equivocaba, me extraña incluso que no pasaras tus vacaciones dentro de ese museo que tanto adoras - creí notar bastante bien que eso era un pulla por no haber ido a verlo de vacaciones, cosa que no llevaba demasiado bien.

- siento no haberte ido a visitar tío Will si es lo que quieres oir, pero la Côte d'Azur esta espléndida en esta época del año - dije imitando su todo de "me he dado cuenta de lo que quieres quieres decir pero no te voy a dar el gusto de contestarte"

Para mi sorpresa el terminó riendo y casi sin darme cuenta sonreí yo también, como en los viejos tiempo

-nunca sabré que hacer contigo Monique...- dijo aún riendo

- adorarme como tu sobrina preferida que soy - le hice una mueca, la que hacía siempre ya que esas palabras se habían convertido en una especie de broma privada entre nosotros cuando yo aún vivía con él y seguíamos manteniéndola.

Me di cuenta de que Marie nos miraba raro, era normal dada la situación en la que estábamos y el animo con el que nos lo habíamos decidido tomar.

-Bueno y a mi para que me quiere? - pregunté recuperando un poco la seriedad

- a ti no te quiere, eso de que tu madre no fuera de sangre mágica no lo lleva muy bien pero quiere algo más importante -comenzó mi tío - André habrá adquiridos todos esos conocimientos por sus padres y desarrollado sus habilidades, pero tu tienes poder, un talento natural además que tu padre ejercitó más bien mientras pudo y tu poder supera el suyo, algo que desde luego lo mata de envidia - sonrió como si eso fuera lo mejor del mundo - tu hermano seguro que no es mi sobrino preferido

- hermanastro -le corregí -el hizo algo el mi cabeza, lo había olvidado todo pero me hizo recordar...

-cosa que nos viene realmente bien, aunque conocimiento y poder te convierten en su primer nombre en la lista de enemigos a los que matar...- se quedó pensando un rato - Marie cuando acabes de hablar con ellos lleva a Monique a mi habitación - Marie lo miro un momento esperando que explicara para que me quería alli - cosas de brujos - añadió simplemente y luego se marcho

por Mike Coman Lun Jul 15, 2013 9:18 am

La pregunta de Monique en esos instantes sobre el museo del Louvre creo que nos dejó a todos de piedra completamente pensando en la situación en la que estábamos ahora mismo. Marie contestó y luego William se mofó completamente. Yo sinceramente no sabía que decir sobre el tema, ni tan solo que opinar por lo que preferí mantenerme al completo margen. Al igual que la conversación fue llevada a algo ya más privado, Marie y yo nos miramos sabiendo que en esta situación era mejor no interferir. Yo de mientras intentaba tomar tranquilamente mi té. La conversación se llevó de nuevo al tema central, pero esta vez era hora de que Monique supiera que era lo que Marius quería de ella. William le contestó abiertamente y acabar con toda su explicación el se marcho diciendo que Monique se pasara por su cuarto después de hablar. Marie sonrió amablemente a William cuando el se marcho para luego mirarnos a nosotros.

- Os dejaré toda mi mansión disponible para vosotros, Joseph os mostrara vuestras habitaciones que están en la misma planta que la de William y mía si nos necesitáis, solo que están en el pasillo paralelo al vuestro. Luego la biblioteca principal y cualquier libro que veías por esa casa esta libre para vosotros, todos los libros son sobre poderes o cosas misteriosas, por lo que será de vuestro interés, si tenéis dudas sobre cualquier cosa William y yo estamos a vuestra disposición a cualquier hora del día. Joseph os podrá ayudar si buscáis algo en concreto y no sabéis donde encontrarlo. Solo pido que no comuniquéis con nadie del exterior y no salgáis más allá de los jardines hasta que no estéis seguros de lo que hacéis – nos miró completamente seria. Luego me miró a mi – André ¿puedo pedirte un favor? - asistí con la cabeza - ¿me dejarías hablar un momento a solas con Monique? -

Miré un poco extrañado, pero al final solté mi taza encima de la mesa con tranquilidad y me levanté para salir de la sala y pedir a Joseph que me mostrara mi habitación, conocía toda la mansión por completo, de pie a cabeza, pero no sabía con certeza si Marie cambió mi habitación de lugar como a veces solía hacer.

Al llegar a la habitación efectivamente pude ver mi maleta encima de la cama, y luego una segunda maleta algo más pequeña. Decidí irme a duchar para quitarme toda la suciedad que llevaba arrastrando desde hace horas. Una vez ya recién duchado y con unos pantalones negros, calcetines y zapatos negros, y una camisa blanca limpia decidí irme de la habitación para dar un paseo por los jardines y pensar un poco sobre toda la situación que tenía ahora mismo hundiéndome en la arena con fuerza. Observé las flores que en esta época estaba completamente floridas, en el centro del jardín había una fuente redonda con una estatua de un dios en el centro que sostenía una garrafa del que salía agua. Caminé paseando por el alrededor del jardín hasta que algo me llamó la atención, dos tumbas. ¿Cuando iba a dejar de sorprenderme? Supongo que nunca. Intentando ignorar las tumbas seguí con mi camino hacia a delante sometido en mis pensamientos.

(En la sala)

André ya se había ido de la sala cuando Marie volvió a dirigir su mirada hacia Monique y dando un suspiro decidió dar la advertencia.

- Monique sé que quizás es difícil este favor, sobretodo porqué André y tu lo estáis pasando todo esto juntos, pero te pido que solo le cuentes a André lo justo y necesario, no por desconfiar, es la persona que más se puede fiar uno, pero si Marius consigue atraparlo y le mate para conseguir sus conocimientos, no solo conseguirá eso, sino todos sus recuerdos, eso significa que cualquier cosa que le digamos Marius lo sabrá. Tu tío y yo pensamos que es mejor para protegerte a ti, hasta pensamos la posibilidad de pedir que no pasaras tiempo con él, pero eso ya es elección tuya, eres una mujer adulta pero este mundo es completamente desconocido, y tu tío y yo queremos lo mejor para los dos, y para ti lo mejor sería eso, ya que podría tener consecuencias malas. Al igual que no te puedes encariñar mucho con él, podría emplearlo como ren para ti - Marie miró seriamente a Monique para saber las perjudicaciones que podría tener ella si pasase lo peor. Pero a su vez en el fondo de sus ojos mostraba miedo, ya que el inmenso cariño que tenía a André le deseaba todo lo bueno, y no lo peor.

por **Artemisa Coman Slytherin** Vie Jul 19, 2013 11:07 am

Después de la charla inicial de Marie, esta le pidió a André que se marchara, ya de por si eso me pareció que había algo que me diría la mujer y no me iba a gustar pero igual esperé. Marie dijo cosas que resultaban de lo más obvio pero me pareció de lo más injusto que solo me lo dijera a mí, ¿y si era a mi a quien cogía Marius? ¿y si era yo la rehén y el era quien no debía encariñarse conmigo?

Recordé por un momento lo que había ocurrido mientras estábamos encerrados, no entendía como habíamos acabado así pero imaginaba que ya no importaba por que no podría repetirse más.

Después de un par de intercambios de palabras más la conversación se acabó y Marie me llevó hasta la puerta de la habitación que supuestamente ahora pertenecía a mi tio William, durante el camino por las ventas había visto la figura de André en los jardines y no había podido evitar fijarme en ella. Marie se fue antes de que yo llamase a la puerta y por un momento lo pensé mejor. A mi tio no le pasaría nada por esperar un poco.

Me las apañé para buscar un camino hasta los jardines y después de andar bastante rato completamente desorientada me topé con André - hola- murmuré mientras me acercaba

por Mike Coman Vie Jul 19, 2013 11:18 am

Continué caminando por los jardines a paso ligero, uno en el que el ritmo era más lento que el paso del tiempo. Me tomaba mi tranquilidad y simplemente dejé mi cuerpo sentir una brisa fresca de viento intentando dejar que mis pensamientos se fueran volando con ellos y no volvieran, pero era imposible, estaban allí, como si de una aguja clavada a la carne de tratara. Suspiré de agobio y miré un momento al cielo, como si esperase que la solución cayera de allí. Por un momento escuché una voz que de milagro interrumpió todos mis pensamientos. Bajé la vista para encontrarme con Monique que se acercaba – hola – amplié una sonrisa al verla - ¿ya acabaste de hablar con ellos? - pregunté intrigado, pero no iba ser mal educado y preguntar el que han hablado ya que eso no me convenía.

por **Artemisa Coman Slytherin** Dom Jul 21, 2013 3:10 am

- Podría decirse - comenté mientras me sentaba en un banco cercano, realmente había terminado de hablar con Marie pero...- aún no he ido a hablar con mi tio, todo se me hace demasiado extraño, creo que es mejor asumirlo un poco antes que tío Will me líe más la cabeza con lo sea que quiera contarme - y trantandose de mi tio estaba seguro de que sería un buen embrollo, ya solo con que no hubiera querido hablarlo en público podía intuir que no sería nada bueno, prefería sentarme y descansar y además aún le daba vueltas a las palabras de Marie. - todo esto es un lio - comenté tapandome la cara con las manos, agobiada- lo que sea que Marius le haya hecho a mi cabeza... es como recordar dos vidas, ahora recuerdo todo de cuando era pequeña, se que esos recuerdos son ciertos pero contrastan demasiado con mi vida después... - sin darme cuenta había empezado a hablar, desahogandome - lo siento - levanté la cabeza para mirarlo - imagino que para ti también es todo lioso

por Mike Coman Dom Jul 21, 2013 7:09 am

Monique me contestó cuando pregunte si ya había acabado de hablar, después se sentó en un banco cercano y continuó su respuesta diciendo que con si tío aun no había hablado y que primero prefería asumir todo este asunto antes de hacerlo. Luego escuché que todo esto era un lio y vi como se tapaba la cara con las manos. Decidí acercarme hacia ella y sentarme a su lado y escuché sus palabra sin perderme ni una sola letra de ellas, entendí que para ella fuera mucho, para mi ya lo era ya de por estando en esta situación, pues para ella que acababa de averiguar algo completamente grande y de gran importancia para su vida pues lo era mucho mas. Al poco rato de que ella acabara de hablar escuché unas disculpas y dirigí mi mirada rápidamente hacia ella y noté como la suya también se dirigía hacia mi, sonreí suavemente y cogí la mano que tenía más cerca de ella para tenerla entras mis dos manos.

- Monique no te debes de disculpar, es normal, esta siendo mucho para ti todo este asunto, sobretodo con lo de la memoria, ha sido un día muy duro para los dos pero sobretodo para ti y tenemos que pensar que hacer, ya que estamos en búsqueda pero agobiarnos tampoco sería la mejor opción -

por **Artemisa Coman Slytherin** Lun Jul 22, 2013 4:42 am

Escuché sus palabras con atención mientras notaba sus dos manos cogiendo la mía. Terminé componiendo una pequeña sonrisa que duró una milésima de segundo hasta que un grito cortó el aire llegando a nuestros oídos - MONIQUE! - por un momento miré a mi alrededor desconcertada, era la voz de mi tio pero no se le veía por ningún lado. Y era lo normal pues no estaba a nuestro alrededor levanté la cabeza hacia la fachada de la casa y me lo encontré apoyado en el alfeizar de una ventana con cara de mosqueado, sería posible - te estoy esperando aun - volvió a gritar.

Miré a André perpleja y aguantando la risa - esta loco...- comenté empezando a reír

-Te he oído Monique, te quiero subiendo ahora mismo - y metió la cabeza de nuevo para adentró.

Empecé a reírme con menos disimulo - será mejor que suba, no vaya a ser que le de por salir otra vez - recordaba aún los espectáculos que formaba mi tio cada vez que se enfada conmigo y como al final terminábamos riendo por que yo nunca conseguía tomarme tanto dramatismo con seriedad.

Una vez en la habitación de mi tío y de que este me echase en cara no haber ido inmediatamente le pregunté que quera tan importante - hay muchas cosas que ahora mismo recuerdas, pero que ahora no sabes controlar, recuerdas como escapasteis de Marius? - asentí, como para olvidarlo vamos - eso no es más que una pequeña muestra del alcance de tu habilidad hay mucho más que puedes hacer pero no nos sirve de nada si tenemos que esperar a que lo hagas todo por instinto -paseándose por toda la habitación como un profesor se volvió de repente hacia mi con la mano en llamas y disparando hacia mi esas llamas. Como acto reflejo cerré los ojos pero las llamas no llegaron.
Cuando me atreví a abrir los ojos las llamas seguían allí frenadas por una pared cristalina rosácea. Contuve la respiración un segundo hasta que las llamas desparecieron pero la pared continuó allí - a esto me refiero, relájate y desaparecerá- comentó destapando una botella de cristal con un líquido carmesí en su interior y lo vertía en una copa - podrías volver a hacerlo sin ningún estímulo? no- respondió el mismo tomando un trago - tienes grandes habilidades pero todas están aquí metidas - me dió uno golpecitos en la sien- esperando a que puedas sacarlas y a veces, cuando estas en pánico salen ella solas. - clavó sus ojos en los míos unos momentos, como si buscase mas allá y estuviera viendo algo en su interior.

Un momento después se apartó y se sentó en uno de los sillones tapizados de la estancia - tu padre era un gran brujo Monique, uno de los más poderosos de los últimos siglos, tu y Marius habéis heredado su habilidad, solo que Marius quiere no esta contento de eso y quiere más

-por eso borró mi memoria?

-realmente eso se lo pedí yo, le convencí de que sería lo mejor hasta que tuvieras la edad suficiente para pasar por el ritual, pero luego te aparté de él y nos mantuve ocultos durante el tiempo que pude

- ritual?

- es más un hechizo, antiguo e invalido sobre cualquier persona mejor de 18 años, hará que todos el poder que tienes se concentré en un frasco, la idea es que si algún día quisieras recuperarlo lo bebieras, pero si lo bebe otra persona... además del suyo propio se adueñará del que haya en el frasco. - ahora parecía más serio - se suponía que nunca nos encontraría, tu no te meterías en ese mundo por que ni siquiera sabías que existía y yo podría mantenerte oculta, pero que llegaras a conservadora del Louvre en tan poco tiempo no entraba en mis planes - recordaba como se lo había tomado bastante mal cuando yo lo había llamado más que emocionada, me había pedido que no asumiera ese cargo pero yo no le había hecho caso y no había querido escuchar nada que dijera sobre apartarme de lo que era el mayor sueño de mi vida.

-entonces...-empecé- ahora cual es él plan?

-lo primero es que aprendas a usar tus propias habilidades y no que ellas te usen a ti y lo segundo...- clavó por segunda vez sus ojos en mi - que tienes con ese chico Monique? André, acaso a Marie se le ha olvidado hablar contigo?

-Marie ha hablado conmigo pero André es solo un amigo tío William

- No debería ser ni eso, nos va a traer problemas y es lo último que nos falta, por mucha... poder - dijo casi con repugnancia - que haya conseguido ese humano, sigue siendo un simple mortal y tu una bruja de una de las familias más antiguas de brujos, las reglas no permiten ese tipo de relación, mira como acabó tu padre, para que te crees que existe el ritual por el que quiere hacerte pasar Marius?

-reglas? - de todo lo que había dicho esa era la palabra que más se me había quedado

- normas, leyes, como quieras llamarlas pero hay ciertas cosas que un brujo no puede hacer y mantener una relación con un humano teniendo poder es una de ellas

-por que? - pregunté curiosa

- a mi no me lo preguntes, fueron otros los que pudieron las normas nosotros solo tenemos que cumplirlas

Fruncí el ceño, aquello sonaba demasiado raro mi tío parecía esconder algo más debajo de todo ese royo de las normas o las leyes pero igual no dije nada

- bueno la estoy cumpliendo, solo es un amigo ya te he dicho y no ibas a enseñarme a hacer esa cosa del fuego o yo que sé que otro? - opté por cambiar de tema, ya le sonsacaría más tarde lo que fuera que ocultara pero ahora se cerraría en banda si le comentase algo.

Mi tío asintió y comenzó con la que posiblemente era la clase más extraña que había dado en mi vida.

por Mike Coman Lun Jul 22, 2013 7:16 am

Cuando por fin pude sacar de sus labios una pequeña sonrisa una voz llamando su nombre no interrumpió el momento, solté lentamente de nuevo su mano. Buscamos de donde provenía la voz, hasta que Monique la encontró finalmente. Era su tío quien la estaba llamando desde la casa. Volvió a gritar diciendo que aún la estaba esperando. Luego ella me miró a mi con una expresión divertida diciendo que estaba loco, yo no pude evitar echar una pequeña risa ante aquel comentario. Pero al parecer su túio tenía mejores oídos que cualquiera de su edad e hizo un último comentario antes de volver al interior de la casa. Luego la escuché reír, me gustaba como reía, era una risa bonita y para nada molesta. Ella se fue diciendo que lo mejor era que subiera, para que su tío no volviera a salir.

- Hasta luego – dije con una sonrisa mientras veía como su silueta comenzaba a adentrarse al interior de la casa. Que gracia, creo que esta era la primera vez que me sentía verdaderamente cómodo y relajado, pero no podía negar que en ese momento... en la celda... me sintiera a salvo teniéndola a ella tan cerca.

Después de un rato decidí adentrarme de nuevo a la casa, comenzaba a hacer algo de frío y prefería estar dentro. Mi camino comenzó a dirigirse hacia la biblioteca principal que Marie comentó que podíamos emplear sin la menor duda. Pero antes de entrar me di cuenta que la puerta estaba algo abierta y sin darme cuenta comencé a escuchar una conversación entre Matie y Joseph, que a pesar de ser el mayordomo era también su mejor amigo.

- No sé lo que le pasa Joseph, William en teoría no tiene nada contra ellos, pero no quiere que Monique se le acerque, sabemos que Marius puede hacer eso, pero André no saldrá de la mansión hasta uqe no esté todo resuelto, eso lo tengo claro -

- Pero señora, tampoco le puede obligar a quedarse aquí de por vida -

Marie dio un suave suspiro.

- Lo sé, se que es un hombre adulto y que no le puedo obligar nada, pero al mismo tiempo William tampoco puede, entre ellos han crecido algo especial, se lo veo en su aura, y ni William, ni ellos pueden negarlo - ¿en el aura? ¿acaso Marie tiene el poder de ver el aurea de la gente? Eso no lo entendía mucho pero tampoco podía interrumpir para preguntar.

- ¿Será como el padre de Monique conoció a su madre? - escuché el ruido de una taza de té dar un golpe en la mesa, seguramente de Marie.

- No lo sé Joseph, solo espero que si surge algo sepan las consecuencias que pueden traer, pero ¿qué le voy a hacer? William siempre intentará proteger a su sobrina, por lo que ahora la mantendrá lejos de él. Sobretodo después de la tragedia que le tragó esa no-mágica a su hermano y... – Marie se calló de un momento dado. Creo que notó mi presencia y por eso decidió silenciar – Joseph, ve a los cocineros a pedirles que preparen la comida – ordenó finalmente.

Enseguida comencé a irme de allí rápidamente, no quería que me pillasen. Por suerte mi habitación estaba cerca y enseguida pude esconderme allí con facilidad y con el menor movimiento de ruido. Menos mal que estaba especializado en no hacer ruido desde que era pequeño. Di un suspiro para luego recapacitar la conversación. ¿Qué venía después de ese y...? ¿Por qué habrá callado precisamente ahora? No entendía nada, pero al menos ahora me quedaba claro que todos eran mágicos aquí menos yo. ¿Qué pintaba yo aquí? No pintaba nada, todos con sus poderes y misterios y tenía la sensación que me ocultaban cosas, pero... ¿por qué? ¿acaso no se fiaban de mi? ¿solo porque soy un no-mago? Nada tenía sentido, preferiblemente prefería irme de allí y vivir mi vida normal, ya perdí mucha gente por todo este asunto que no dejaba de darme vueltas por la cabeza. ¿Acaso había echo algo mal? Comenzaba a alterarme yo mismo, intenté relajarme, suspirar profundamente y mantener la calma. Pero no cabía duda, yo allí no pintaba nada. Decidí que lo mejor era irme de allí. Me separé de la puerta para abrirla y salir, ya pediría quem e trayeran las cosas a casa. Comencé a caminar a dirección hacia la entrada principal cuando justo en el segundo pasillo que recorría una voz me paró.

- André ¿donde piensas ir? - preguntó Marie.

- A dar una vuelta – mentí

- No digas tonterías, noto como tu aurea no dice lo mismo – dijo seriamente revelando mis intenciones. Di un suspiro para mi.

- No pertenezco en esta casa, no soy igual que vosotros ni mayor, solo soy una persona normal y corriente – dije sin darme la vuelta ya que ella estaba detrás mía.

- André no digas tonterías, sabes que estas expuesto en peligro como salgas de esta casa – dijo seriamente.

- Si, pero yo no traigo tantos beneficios como vosotros, y no soy tan importante, mucho menos deseo estar en un lugar donde mis actos sean vigilados por magos que a saber que me pueden hacer en vez de ser controlados por mi mismo -

- ¿A qué te refieres? -

- He escuchado tu conversación, si William quiere que esté lejos de su sobrina para protegerla que esté tranquilo, lo estaré, yo no quiero causar mal alguno para nadie y parece que estando aquí lo causo – o al menos no me quedaba otra opción. Comencé a caminar de nuevo hacia el final del pasillo dejando a Marie con las palabras en la boca aunque no tenía nada que expresara.[/color]

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