Compartimiento 004

Por Fin, descanso. No había dormido bien desde hace varios días, gracias al ataque del vampiro en Londres. Caminaba por el anden arrastrando los pies, varios chicos de primer año me miraban extrañados por la venda que llevaba en la cabeza, los mas grandes reían por que algunos habían llevado clase conmigo y otros habían escuchado del excéntrico profesor de acento francés.

Le sonríe a mis alumnos y aborde el abarrotado tren. No quería caminar hasta el vagón de prefectos camine varios compartimentos hasta que encontré uno vació. Entre y deje con algo de cuidado mi maletín en la rejilla superior. Me senté y poco a poco me fue venciendo el sueño. Poco a poco me iba sumergiendo en una nube negra, sonaba que iba caminado por una calle muy obscuro y un par de manos blancas salían de un callejón y me llevaban al fondo a unos colmillos blanco y muy afilados. Desperté de golpe bañado en sudor.

Respire hondo tratando de juntar mis pensamientos, pero escuche una voz muy familiar, Ashley, la mire y me acomode un poco el vendaje:- «Clago» que si «profesoga», y usted como se encuentra en este día?- Le sonreí un poco.

Note que llevaba un suéter para cubrir su cicatriz, una ola de culpa vino a mi. Si no me hubiera esperado tanto ella no tendría que esconder su cuello. Yo era el único responsable de lo que paso esa noche. Me sentí apenado:- Haciendo la ronda?- Me levante.

Sonreí cuando dijo que lo lamentaba. Era yo el que se tenia que actuar ante la inminente amenaza:-Por «favog», no hay que lamentamos «pog» el pasado, estoy «segugo» que esto- Señale el tubante:- «Sega» una excelente lección de medicina Muggle «paga» los chicos, y «encontgagemos» una solución paga eso- Señale el cuello, me senté a lado de ella y tome sus suaves manos ente las mías. Trate de darle mi mejor sonrisa pero la culpa se asomaba de par en par, por mucho que yo dijera que era cosa del pasado seguía siendo mi culpa, mía y solo mía.

Sentí su cálida mano en mi mejilla, un impulso eléctrico se fue directamente hacia mi cerebro ocasionando un leve escalorfrio. Su mano era tan suave como una nube o como la seda mas fina. La mire a los ojos, pero después mire el cuello de tortuga que cubría el cuello.

Con un poco de timidez y torpeza descubrí la cicatriz. La toque con mucho cuidado de no precionar ni lastimar. Me acerque para ver la irregular forma de la mordida:-No ha notado nada extraño,- No era medico pero la cicatriz pudo haber quedado mucho peor.

Me quede como tonto mirando su piel con el pretexto de la herida. Su suave olor se colaba en mi respiración. De pronto caí en cuenta lo que estaba pasando. Me exalte un poco y voy vi a colocar el suéter donde estaba con aparente tranquilidad. Me senté enfrente y me puse a ver el paisaje, sonrojado.

¿Que había pasado? Apreté la mandíbula y los labios ¿En que estaba pensando? No podía acercarme así como así a las personas: - Lo siento... No quise invadir tu espacio- Dije sin dejar de ver las montanas y las nubes que se remolinaban en cielo grisáceo.

Me levante del asiento tratando de esquivar todas las miradas que ella me pudiera lanzar, y abrí la pequeña maleta de cuero que había en la repisa de arriba. Me quite el abrigo del traje lo doble cuidadosamente y lo metí en maleta. Me pase la túnica por la cabeza y me la acomode un poco para que se viera la corbata negra, cogí el sombrero puntiagudo y me lo acomode sobre la cabeza vendad, debía tener un aspecto bastante curioso, una fina curva apareció en mis labios. Camine un poco a la ventana y vi las luces del castillo:- «Pagece» que «sega» un buen año-

Me recargue en el marco un tanto confundido por la situación. La mire un poco tímido aun con la sonrisa en los labios.

OFF: ROL TERMINADO, ya que ambos os encontrais en el Gran Comedor.