Salón

Mientras yo me alejaba pude ver como se echaba un poco más de vino a la copa y le echaba un sorbo, luego escuché como comentó que me podía acercar, que no mordía, en ese momento reí un poco y me acerqué poco a poco a ella sin antes hacer mi comentario - ¿segura? Porque juraría que antes me mordías el cuello – dije riendo. Me acerqué a ella nadando y me puse justo enfrente suya, separé un poco sus piernas para poder ponerme entre ellas y estar un poco más cerca. Luego coloqué cada una de mis manos al lado de su pierna en la parte exterior para impulsarme hacia a fuera y darle dulce beso en los labios y luego volver dentro del agua. Sonreí tierna mente mirándola a los ojos, luego me fijé en algo que ella tenía y yo no - ¿como es que tu aun tienes la ropa puesta? - dije riendo suavemente mientras llevaba mi mano a su sujetador y del centro estiré suavemente con un dedo pero lo solté pronto para no hacerla daño.

No pude evitar reírme fuerte cuando comenzó a toser al no poder contenerse la risa ante mi comentario. Hacía mucho que no me reía así con ella, ni tan solo que bromeaba, y sinceramente, estaba agradecido a esa discusión y a esas dos semanas separados si era la causa por el cual estábamos ahora así de cómodos, incluso en mi opinión, más que antes. Reí suavemente a su comentario que sonaba más a una respuesta que a una pregunta. La besé suavemente encima de la pierna al no llega fácilmente a sus labios – tu cuerpo es hermoso, lo mires por donde lo mires – dije con una sonrisa mirándola a los ojos con dulzura. Luego me echo en cara que no se lo había quitado – oye que tu no es que me ayudaras mucho a mi – dije riéndome. Luego ella comentó de que por primera vez era al revés lo cual pensé en las otras veces que nos quitamos la ropa uno en frente de otro y no era del todo cierto – no tanto, la noche de bodas me acuerdo que tu estabas con el albornoz y yo con la ropa interior y preguntaste si probábamos la piscina y yo fui el primero en quedarme sin nada, entonces que no del todo – le saqué la lengua sin querer ser ofensivo o algo. Al final quité su sujetador que ella se lo apartó echándolo detrás, luego dirigí con suavidad mis manos hacia su cintura y allí bajé un poco lo único que le quedaba – aquí yo no puedo hacer nada si no me ayudas – dije mirándola a los ojos con una sonrisa traviesa.

Me reí cuando protestó diciendo que no la había dado tiempo suficiente para poder hacerlo ella. Luego escuché como comentó que esa vez no contaba, ya que solo tenía el albornoz pero debajo nada y que no había tanta diferencia. Me extrañé un poco al escuchar eso último que había dicho, pero no pude evitar reírme de lo que había dicho – pues para mi es lo mismo! - dije en tono protestante pero al mismo tiempo riendo. Dijo que la parte inferior era cosa mía, sentí como me acercaba más a ella y disfruté del beso que me dio acercándose a mi. Respondí al beso encantado y pasé mis brazos por detrás suya para pegarla más a mi. Me eché hacia atrás evitando que ella se despegara de mi para al final conseguir que se metiera de nuevo en las piscina, cogiéndome con sus brazo por el cuello y sus piernas por mi cintura. No separé ni un momento nuestros labios.

Acabamos sometiéndonos en largos besos, centrando toda nuestra atención solamente en nosotros, teniendo tiempo para hacer lo que quisiéramos hacer pero siendo solo nosotros dos los protagonistas. Me volví a sentir bien, después de todo lo que pasó estas dos últimas semanas volví a ser yo mismo, volvía a sentirme afortunado al más no poder teniéndola a ella de la forma que nadie más podría tener y demostrando lo mucho que la amaba y disfrutando de las demostraciones de ella. Cuando ya estuvimos un rato besándonos ella se separó de mis labios para volver a besarme el cuello y cerca de mi odio. Al volver a sentir sus labios sobre esa zona una sensación de escalofrío pero bastante agradable recorrió por todo mi cuerpo y mi respiración como todas las veces que me besaba sobre esa zona se comenzaba a cortar - te gusta dejarme así al parecer – dije con una sonrisa en los labios abrazándola más fuerte a mi. Siguió besándome el cuello hasta que paró antes de volver a besarme los labios dijo que aún no le había quitado todo. Comencé a deslizar mis manos, que estaban situadas detrás de su espalda, ha su trasero lentamente, puse mis manos entre la prenda que le quedaba y su piel que dentro de poco estaría igual de desnuda que las otras partes de ese conjunto de curvas femeninas completamente hermoso. Bajé la prenda todo lo que pude, ya que ella tenía las piernas alrededor mía no pude llegar a muy lejos – no puedo más …. - protesté en voz suave separándome un poco de sus labios con una sonrisa.

Sentí como reía con los labios pegados aun en mi cuello, escuché su respuesta sintiendo como rozaban sus labios aun por mi piel. Sentí otro escalofrío agradable pasar por mi cuerpo y seguí sintiendo como me besaba el cuello con suavidad.

Cuando le dije que me tenía que ayudar suspiró y se soltó de mi para quitarse ella misma la prenda que le quitaba y luego lo tiraba fuera de la piscina con el resto de la ropa que tenía. Finalmente me miró y preguntó con una risa al final si estaba contento, sonreí con ella y negué con la cabeza – no del todo – dije mientras me acercaba a ella y la comencé a besar con uno de nuestros besos profundos, de mientras dirigía mi mano izquierda encima se su cintura y mi mano derecha por detrás de su espalda. Al separarme un poco de ella comencé a besar la por la barbilla bajando hasta el cuello y pasando de vez en cuando por detrás de su oreja. - ahora sí – dije mientras susurraba a su oído y luego la seguía besando por esa zona. Poco después me cansé y añoraba sus labios, por lo que busqué sus labios para besarlos suavemente – te amo – dije en voz suave rozando mis labios con los suyos mientras hablaba.

Noté como se encogía un poco cuando la besaba detrás de la oreja, sonreí traviesa mente para mi mismo - ¿te molesta? - dije en voz suave para después darle un beso a esa misma zona como si así quisiera decir a lo que me refería. Cuando dije que la amaba ella contestó que ella me amaba más con un tono burlón acompañado con la acción de sacar un poco la lengua. No pude ni reírme cuando sentí de nuevo sus labios sobre los míos y me centré en besar la en vez de lo que acababa de hacer. Al acabar el beso era el momento de protestar un poco – nadie lo ha elegido que no fueras tu por lo que no lo tomo como cierto – le saqué yo esta vez un poco la lengua antes de juntar de nuevo nuestros labios. No podía vivir sin ellos y en cada instante los echaba mucho de menos. Junté mi cuerpo más al suyo y volví a besar la con un beso intenso. Con mis manos acaricié su cuerpo suavemente, ese cuerpo que hacía tiempo que no sentía su calidez y que no tocaba esa piel suave y que el pensamiento de que nuestros cuerpos era lo que más nos podía unir físicamente estaba verdaderamente lejos, en el pasado, de aquel presente. Al separarme de ella del beso apoyé mi frente con la suya – te echaba de menos, de todas las formas – dije refiriéndome tanto de la forma sentimental como física, de esas dos formas la sentía lejos, muy lejos y ahora de la nada volvió a estar tan cerca que era inimaginable para mi, por suerte esto era real.

Reconoció que le hacía cosquillas cuando la besaba en el cuello cerca de su oreja. Yo insistí un poco más en besar la unas pocas veces más allí y luego dejé centrándome en sus labios. Dijo que no iba a olver a ser tan tonta, que no quería volver a estar tanto tiempo sin mi, esas palabras hicieron que sonriera tontamente. Saber que no podía estar tanto tiempo sin mi era consolador, y demostraba que ella me necesitaba tanto como yo a ella. Después de que dijera eso preguntó por el bote de nata. Me quedé un rato pensativo pero luego miré a mi alrededor para ver donde estaba y vi que lo había dejado al borde de la piscina – allí -dije mirando hacia donde lo había dejado. Luego la cogí un poco más fuerte - ¿qué piensas llenarme de nuevo? - dije riendo. Tenía suerte de que estábamos en la piscina y en caso de que me llenara me lo podía quitar fácilmente, y luego la piscina como tenía una auto limpieza mágica pues se limpiaba por si sola, lo único que me picaba un poco era el momento en que me llenaba de todo, pero igualmente le veía su gracia y también me reía. - y si me llenas te haré algo terrible - dije con una voz de malo pero con sinceridad.

Dijo que con la nata sabía mucho mejor que sin y no tomó en serio mi amenaza de que la iba a hacer algo terrible si me volvía a poner perdido de nata como antes. Dijo que ya veríamos y se alejó de mi nadando hacia donde estaban las copas. Me quedé un rato nadando y hasta que me cansé me acerqué para darle un sorbo al vino, antes de que pude notarlo sentí como me llenaba de chocolate por completo y escuché su risa diciendo que no era nata. Vi como se llevaba un dedo con algo de chocolate a la boca y salió rápidamente de la piscina y se puso una toalla al rededor suya y desde allí me sacó la lengua. Esto significaba completamente venganza. Me metí debajo del agua para limpiarme el chocolate ya que no quería salir de la piscina manchado de chocolate. Salí del agua y me senté en el bordillo y llené mi copa de vino para darle otro sorbo – vale has ganado, ¿ahora que viene el beso de la victoria? – dije riendo mientras la miraba con cara de vencido. Me levanté del bordillo y me acerqué a ella para darle ese beso y al mismo tiempo mi venganza. Mientras la besaba intensamente puse mis manos encima de su cintura desnuda destapando un poco antes su cuerpo de la toalla. Una de mis manos comenzó a deslizarse hasta entre sus piernas, allí jugué con su zona íntima y mis dedos intentando dejarla con las ganas. Cuando pensé que ya era suficiente para dejarla con un poco de ganas me separé de ella – bueno creo que volveré al agua – dije mientras sonreía como si nada y me di la vuelta para meterme de nuevo en el agua.

Noté como se le cortó la respiración cuando pasé la mano por su zona íntima, jugando un poco con las yemas de mis dedos y esa zona. Noté que se sorprendió por completo cuando de repente me aparté de ella y le dije que me iba a ir a nadar, sonreí traviesamente mientras me alejaba de ella – si quieres más tienes que buscártelo - dije mientras me senté en el borde de la piscina para meter los pies y acabar la copa que me había rellenado hace poco Me imaginaba que ahora estaba algo picada por lo que la acababa de hacer, estar tanto tiempo sin hacerlo y discutir incluso por ello y ahora no hacerlo cuando teníamos el tiempo y la oportunidad era algo completamente ilógico, pero algo de mi decía que íbamos a acabar así si nos comenzábamos a picar por ello, pero tampoco quería cantar victoria tan rápido ya que podía pasar cualquier cosa, estaba contento de que Lily se encargaría de los niños si necesitaban algo, eso sí, si lloraban dos a la vez no podía estar ella sola. Era agradable tomar unas copas de vino en un momento de intimidad con la persona que uno quería con un ambiente de velas, en la terraza sin ningún tipo de frío, el cielo estrellado y la luna llena. Reí un poco para mi mismo – además, para hacerlo aquí es algo incómodo – dije para que no se extrañara por el cual no la llevé a más que lo que había echo.

Escuché como se acercaba con sus pasos y sentí como me rodeaba por detrás con sus brazos y besaba suavemente mi cuello, sentí como la respiración se me corcaba poco a poco y los latidos del corazón se me aceleraba cada vez, cerré los ojos para sentir mejor el tacto de sus labios. Luego paró pareciendo que se lo había pensado mejor y cuando abrí de nuevo los ojos vi que se quitaba la toalla para luego ponerse sentada encima mía con una rodilla en cada lado mío, ella sabía perfectamente que esa posición siempre me provocaba. Nuestros labios se juntaron a un intenso beso y poco después de que iniciáramos ese beso sentí como nuestras zonas íntimas se rozaban. Ya estaba algo calentado por haber jugado con mis dedos en su zona íntima, luego por sentir sus labios en mi cuello y también tenerla desnuda encima mía, pues con esto ya era demasiado y no pude evitar parar un momento el beso para dar un pequeño suspiro de excitación ya que tanto tiempo sin tenerla tan cerca era algo bastante duro y me imaginaba que a la mínima, después de tanto tiempo, ella iba a poder conmigo. Y en si ya estaba contento de poder ver su cuerpo desnudo sin ningún tipo de prenda puesta, simplemente así como es ella con esa piel suave y esas curvas delicadas que formaban una mujer completamente hermosa. Después de ese suspiro escuché su pregunta y no pude evitar reírme un poco – creo que sí, pero no sé tampoco estoy muy convencido – dije fingiendo por completo ya que de esa forma estaba más que perfecto. Después de decir eso me puso una mano en el pecho empujando por lo que acabé tumbado, ella se tumbó sobre mi dejando que su cayese sobre el lado derecho, pude notar que estaba apoyada con una mano en cada lado de mi cabeza y volvió a juntar nuestros labios una vez más con un intenso beso. Al acabar el beso para que pudiéramos coger aire apoyó su frente contra la mía y dijo que ya diría yo.

Sin pensármelo un momento la volví a besar y como pude hice que nuestras partes íntimas volvieran a rozarse, quería sentirla, quería volver a sentir esa calidez de su interior y unir nuestros cuerpos una vez más por lo que sentíamos el uno hacia el otro. Después del beso me separé de ella – podemos quedarnos aquí... – la volví a besar. Pasé mis manos por detrás de su espalda para acariciarla suavemente yendo de su espalda hacia su pierna y luego volver a subir volví a rozar nuestras zonas íntimas pero esta vez un poco mas fuerte. Me levanté un poco para acabar sentados para luego alejarme un poco del borde de la piscina y no tener los pies metidos en el agua y al mismo tiempo cambiar papeles. Esta vez me fui yo quien la empujó a ella un poco atrás para que se tumbara y yo acabar encima suya. Mientras nos besábamos intensamente me ponía bien encima suya procurando que el peso que recibiera no era todo mi peso y al mismo tiempo procurando que nuestras pieles estuvieran todo el rato juntas.